El Grupo Operativo ‘Algavid’, que pretende sustituir fertilizantes y abonos de origen químicos en el viñedo por bioestimulantes basados en las microalgas, cruza su ecuador y obtiene sus primeros resultados. Aunque todavía no tienen carácter concluyente, puesto que sólo se ha ensayado una campaña y faltaría el factor repetición con otra cosecha más, estos datos preliminares invitan al optimismo. El ensayo se ha realizado en la Finca Bergonza, en Toledo, perteneciente a Viñedos del Río Tajo. En concreto, se han realizados dos ensayos en campo. En el primero, se ha inyectado a la vid la dosis completa recomendada de biofertilizante a base de microalgas, y en la segunda, sólo la mitad de la dosis recomendada, y se han comparado los datos recogidos con los de las plantas testigo que no han recibido ninguna inyección de microalgas.
Así, en el primer año de recogida de datos, en ambos ensayos, se han visto incrementados con respecto a los del testigo los siguientes factores, que afectan a la producción y a la calidad: número de bayas por racimo, peso de baya y cantidad de azúcar acumulada por baya.
Este consorcio de carácter supraautonómico, coordinado por Fundación Ayesa y formado por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, la startup G2G Algae Solutions, el centro tecnológico Leitat, Viñedos del Río Tajo (perteneciente a la Familia de Vino y Spirits González Byass) y la Fundación Agroecosistema, con la colaboración de Bodegas Robles (Montilla, Córdoba) y la viticultora Beatriz Larrosa (Borja, Zaragoza), se ha propuesto demostrar la viabilidad de los bioestimulantes elaborados a partir de microalgas en la producción vitivinícola de Andalucía, Aragón y Castilla-La Mancha.
Por ello, también se están haciendo ensayos con microalgas proporcionadas por G2G Algae Solutions en la provincia de Córdoba (Montilla) y en la de Zaragoza (Borja), con la diferencia de que, en este último emplazamiento, la producción de las microalgas empleará energía solar en los sistemas de cultivo, mientras que en Toledo y en Montilla el biorreactor de algas se alimenta directamente de la red eléctrica. Otro de los propósitos de ‘Algavid’ es validar el uso de las microalgas en la agricultura para recuperar la microbiota del suelo y frenar su erosión, logrando así un uso más eficiente del agua. No en vano, este proyecto también contempla el aprovechamiento y la recuperación de aguas de la industria agroalimentaria mediante el uso de las microalgas.
El Grupo Operativo ‘Algavid’ incluye un alto componente de innovación. Así, se apoyará en una red de sensores dotados de Inteligencia Artificial. De hecho, se ha procedido ya a la instalación de los sensores -edáficos, ambientales y fenológicos- en una explotación propiedad del centro tecnológico Leitat, para hacer las primeras pruebas en escenario real.
Leitat está trabajando también en el diseño y desarrollo de un sistema de medición basado en medidas óptico-fotónicas, mediante el uso de fibras ópticas, para la observación de los niveles de NPK en suelos agrícolas, con el objetivo de monitorizar la evolución de los procesos de transformación de materia orgánica a bioestimulante, comparando suelos donde se aporta microalgas con suelos testigo sin ellas.
Toda la información recabada con los sensores se gestionará en una plataforma de datos que está desarrollando Fundación Ayesa y que permitirá a los usuarios tener un profundo conocimiento del estado, en tiempo real, de su viñedo. El desarrollo de la arquitectura de datos avanza adecuadamente. Para añadir un valor más al sistema, la plataforma podrá emitir alertas y recomendaciones a los agricultores sobre su viñedo, de tres tipos: sobre el riego, sobre el aporte de microalgas y sobre fertilizantes tradicionales.
‘AlgaVid’, cuyo nombre completo es ‘Digitalización del efecto producido por bioestimulantes y biorregeneradores de suelo a base de microalgas, producidas en la misma instalación del agricultor, sobre el cultivo de la vid’, finalizará en marzo de 2025.
Se trata de un consorcio beneficiario de una subvención para la ejecución de proyectos de innovación de interés general por grupos operativos de la Asociación Europea para la Innovación en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas (AEI-Agri), en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2022, con fondos procedentes del Instrumento de Recuperación Europeo (EU Next Generation). La autoridad de gestión encargada de la aplicación de la ayuda correspondiente se atribuye a la Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria (DGDRIFA). Se trata de una medida subvencionada al 100 % con Fondos ‘Next Generation’ y articulada a través del Programa Nacional de Desarrollo Rural y del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER). La ayuda asciende a 599.883,57 euros y el presupuesto del proyecto a 607.083,57 euros.