Los productores de cítricos de los países mediterráneos disponen al fin de un arma para evitar el impacto de la enfermedad del HLB (Huanglongbing), de cuya devastación solo se libran hasta ahora Europa y Australia. El proyecto europeo Tropicsafe ha demostrado la eficacia de un parasitoide para reducir la dispersión y abundancia de uno de los insectos vectores de la enfermedad. Cabe recordar que, si bien el vector se localizó por primera en el continente europeo en Pontevedra en el año 2014, la enfermedad no se ha detectado todavía. El estudio llevado a cabo en Galicia prueba que es posible poner cerco a la mayor amenaza para la citricultura, pues la HLB carece de cura.
La propuesta de Tropicsafe es simple: emplear un parasitoide que acabe con el vector de transmisión del HLB en Europa, el psílido africano Trioza erytreae.
Este insecto apareció en el noroeste español y de ahí se extendió por el Cantábrico y hacia Portugal, aunque no ha llegado a las zonas productoras de cítricos. Los trabajos de campo, en los que el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) desempeñó un papel crucial, permitieron en 2018 identificar un parasitoide eficaz en Sudáfrica, la avispa Tamarixia dryi. Más adelante, se comprobó su idoneidad en colaboración con el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias, y ya en 2019 el IVIA trasladó el estudio a Galicia para la cría y liberación de este organismo de control biológico.
Esta fase incluyó la producción en el vivero de Maceda y el seguimiento de Tragsa y Tragsatec por encomienda del Servizo de Sanidade Vexetal. Los últimos datos constatan que el planteamiento era correcto.
Y es que la pequeña avispa sudafricana no sólo se ha adaptado al clima de la península ibérica, sino que ha logrado diezmar al vector de transmisión de manera específica, sin impactos indeseados. Si en el verano de 2020 el parasitoide se había extendido a 2 kilómetros del punto de origen, un año después eran ya 40 km. Dicho avance se produce, como estaba previsto, a costa del vector T. erytreae: en los brotes de primavera de 2020, la tasa de parasitación oscilaba entre el 7,6 y el 38,9 por ciento en las tres localidades escogidas, mientras que en verano de 2021 la densidad del psílido había descendido tanto que fue imposible realizar estos cálculos.
Con esta experiencia incontestable, Tropicsafe trabaja ya en otras zonas infestadas de la península ibérica, controlando al insecto vector antes de que pueda dar el salto a las zonas productoras de cítricos, donde el vector carece de barreras naturales. Sin una cura en el horizonte, la enfermedad del HLB es una amenaza latente para el cultivo más productivo del mundo.
Tropicsafe está financiado a través del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, y cuenta con 22 socios de 12 países, entre los que cabe citar, por parte de España, la Fundación Empresa-Universidad Gallega (FEUGA) y el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), además de la Università de Bologna, que lidera el proyecto. Su misión no se limita a evitar la llegada del HLB a los cítricos, ya que también plantean soluciones sostenibles para el amarilleo letal del cocotero (LY) y los fitoplasmas del amarilleo del viñedo (GY), enfermedades que afectan al comercio e importación de materiales y productos agrícolas de África, América, el Caribe y Europa