“Las verduras de hojas verdes son particularmente susceptibles a la contaminación por bacterias causantes de infecciones. Por ello, es necesario conocer los posibles riesgos microbiológicos, desarrollar nuevos enfoques de gestión y mejorar la seguridad de estos alimentos”.
Esta es la principal conclusión obtenida del estudio “Microbiome of free-living amoebae (FLA) present in organic vegetables: a potential risk to public health?”, que fue presentado en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas, EECMID, celebrado en Lisboa (Portugal) el pasado mes de abril y se seleccionó como uno de los trabajos con más impacto entre los presentados.
El trabajo -realizado por los investigadores del grupo de Química y Microbiología del Agua del IIAMA del IIAMA, Yolanda Moreno, Laura Moreno, Inmaculada Amorós y José Luis Alonso, y por María Antonia Ferrús, investigadora del Centro Avanzado de Microbiología de Alimentos (CAMA)-, forma parte del proyecto “Integrated approach to assess microbiological diversity, quality and safety of organic vegetables, determined by culture, molecular and massive sequencing technologies (ECOFOOD)”, subvencionado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, dentro de la convocatoria “Proyectos de I+D+i Retos Investigación”.
Dicho proyecto parte de la realidad de que durante el crecimiento, así como la cosecha, el transporte, procesamiento y manipulación, los productos frescos pueden contaminarse con patógenos.
“Los riesgos microbiológicos de las verduras frescas son importantes y se discute si el uso de fertilizantes orgánicos o la reutilización de aguas residuales para el riego pueden dar lugar a mayor contaminación con patógenos. Esto se debe a que los vegetales como las espinacas o las lechugas se producen muy cercanas al suelo y, además, la mayoría de las personas consumen estos alimentos sin cocinar”, afirma Yolanda Moreno, investigadora del IIAMA.
La investigación busca evaluar la composición microbiológica, la calidad y la seguridad de las verduras, ecológicas y no ecológicas, para desarrollar nuevos enfoques en la gestión de riesgos en el caso que fueran necesarios.
Por este motivo, los investigadores de la UPV recogieron 17 muestras de lechuga y espinacas de supermercados locales de València entre noviembre de 2020 y mayo de 2021. Se recuperaron las Amebas de Vida Libre (FLA) presentes en las muestras y tras analizar su contenido mediante metagenómica determinaron qué tipos de bacterias había en el interior de las FLA de cada muestra vegetal (microbioma).
“El motivo: las FLA se postulan como posibles vectores de trasmisión de patógenos, ya que son portadoras de los mismos en su interior, protegiéndolos de las condiciones adversas”, asevera la Dra. Moreno Trigos. En este sentido, los principales géneros bacterianos identificados fueron Flavobacterium y Pseudomonas, detectadas en el 10% de las muestras vegetales y que pueden causar enfermedades en humanos. Además, un 34% de las muestras contenía 52 tipos de bacterias potencialmente causantes de enfermedades.
“Entre las FLA detectadas se identificaron las especies potencialmente patógenas Vermamoeba vermiformis y Acanthamoeba castellanii en un 19% y 63% de las muestras vegetales, respectivamente”, afirman los autores del estudio.
Finalmente, abogan por continuar investigando al respecto, ya que resaltan que estos resultados no deben tomarse como un dogma absoluto “al tratarse de un número limitado de muestras”, que deberían ser confirmados “con estudios que incluyeran un mayor número de muestras”.