La Comisión Europea ha aprobado el primer paquete de planes estratégicos de la PAC dentro de la nueva política agrícola común, que entrará en vigor el próximo 1 de enero. Los Estados concernidos son España, Dinamarca, Finlandia, Francia, Irlanda, Polonia y Portugal. La nueva PAC apuesta por una transición hacia un sector agrícola más sostenible, resiliente y moderno.

Durante el próximo cuatrienio, la financiación se repartirá de manera más equitativa entre las pequeñas y medianas explotaciones familiares, así como entre los jóvenes agricultores. También se apoyará a los agricultores para que adopten innovaciones, como la agricultura de precisión o los métodos de producción agroecológicos.

Los países de la UE aplicarán planes estratégicos de la PAC a nivel nacional, que combinarán financiación en concepto de ayuda a la renta y medidas de mercado y desarrollo rural. Cada Estado ha escogido entre una amplia gama de intervenciones a escala comunitaria, adaptándolas y orientándolas para responder a sus necesidades específicas y a las condiciones locales.

La Comisión ha analizado si cada plan se basa en los diez objetivos clave de la PAC, que abordan retos medioambientales, sociales y económicos comunes. Así pues, los planes han de ajustarse al Derecho de la UE y contribuir a cumplir los objetivos climáticos y medioambientales de la Unión, también en materia de bienestar animal, como recogen las estrategias “De la Granja a la Mesa” y sobre Biodiversidad de la Comisión.

270.000 millones de euros

La PAC recibirá 270.000 millones de euros de financiación para el período 2023-2027. Los siete planes recién aprobados representan un presupuesto de más de 120.000 millones de euros, de los que 34.000 se destinan exclusivamente a objetivos medioambientales y climáticos y a regímenes ecológicos. Por ejemplo, con este importe se podrán promover prácticas beneficiosas para el suelo y mejorar la gestión hídrica y la calidad de los pastizales.

Los agricultores que participen en regímenes ecológicos podrán ser recompensados por suprimir o reducir el uso de plaguicidas y limitar la erosión del suelo, entre otras cosas. Entre el 86 y el 97% de la superficie agrícola utilizada contará con buenas condiciones agrarias y medioambientales. También se destinará una importante financiación a desarrollar la producción ecológica, y la mayoría de los países intentarán duplicar o triplicar la superficie dedicada a ella. Asimismo, las zonas con limitaciones naturales, tales como las montañosas o las costeras, seguirán beneficiándose de una financiación específica para mantener la actividad agraria.

Una nueva PAC en un nuevo contexto geopolítico

La guerra en Ucrania y la subida de los productos básicos han llevado a los Estados miembros a intentar aprovechar todas las oportunidades que ofrecen sus planes estratégicos de la PAC para reforzar la resistencia de su sector agrícola y fomentar así la seguridad alimentaria. Esto incluye reducir la dependencia de los fertilizantes sintéticos y aumentar la producción de energía renovable sin poner en riesgo la producción de alimentos, y promover métodos de producción más sostenibles.

En palabras del comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, “los agricultores se enfrentan a un entorno difícil, marcado por el fuerte aumento de los costes de producción debido a la agresión rusa a Ucrania y a la reciente sequía estival. La agricultura es un negocio a largo plazo y los agricultores europeos necesitan disponer de un marco jurídico y financiero claro para el futuro”.

El relevo generacional será otro de los retos a los que se enfrentará la agricultura europea en los próximos años. Más de 3000 millones de euros llegarán directamente a los jóvenes agricultores de los siete países mencionados. Además, los fondos de desarrollo rural sostendrán miles de puestos de trabajo y empresas locales en las zonas rurales, y también mejorarán el acceso a servicios e infraestructuras, como la banda ancha. El Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) o los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos (Fondos EIE) son otros de los instrumentos con los que se abordarán las necesidades de los ciudadanos.

Contexto

La propuesta de reforma de la PAC fue presentada en 2018 por la Comisión Europea, introduciendo una nueva forma de trabajar para modernizar y simplificar la política agrícola de la UE. Tras un período de negociación, la nueva PAC quedó adoptada el 2 de diciembre de 2021.

El 2 de enero se cumplía el plazo para que los Estados miembros presentaran sus respectivos planes estratégicos de la PAC. Tras recibir los planes, la Comisión envió cartas de observaciones a todos los Estados, que se publicaron en el sitio web Europa junto con las respuestas de todos los países miembros, de acuerdo con el principio de transparencia.

Posteriormente se reanudó un diálogo sistemático entre los servicios de la Comisión y las autoridades nacionales para resolver las cuestiones pendientes y ultimar los planes revisados de la PAC. Para ser aprobado, cada plan debe estar completo y ser compatible con la legislación, además de ser lo suficientemente ambicioso como para cumplir los objetivos de la PAC y los compromisos de la UE en materia de medioambiente y clima.

Tras haber aprobado los siete primeros planes estratégicos de la PAC, la Comisión Europea intentará aprobar cuanto antes los veintiún planes restantes, en función de la calidad y oportunidad de las reacciones a raíz de las observaciones emitidas por el Ejecutivo comunitario.