Esplugues de Llobregat y el área metropolitana de Barcelona han acogido recientemente una prueba en entorno urbano real del robot autónomo de distribución de mercancías Ona, desarrollado por CARNET y la Universitat Politècnica de Catalunya · BarcelonaTech (UPC), en el marco del proyecto europeo LogiSmile. La prueba ha tenido como escenario el barrio de Can Vidalet. Más adelante, el robot Ona viajará a Hamburgo (Alemania) y a Debrecen (Hungría), donde se realizarán nuevas pruebas del proyecto LogiSmile.
Al acto acudieron la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez; la alcaldesa de Esplugues, Pilar Díaz; el rector de la Universitat Politècnica de Catalunya · BarcelonaTech (UPC), Daniel Crespo; el director académico de CARNET, Lluís Jofre; la responsable ejecutiva y científica de CARNET, Laia Pagès; y el director del Innovation Hub South de la EIT Urban Mobility, Daniel Serra; así como distintos partners del proyecto.
LogiSmile es una de las iniciativas innovadoras para demostrar la eficacia de este tipo de robots autónomos de reparto de mercancías, ya que permite reducir costes, emisiones contaminantes y congestión de tráfico, así como solucionar las dificultades de aparcamiento en la ciudad, a la vez que garantiza repartos flexibles, rápidos y cómodos.
El proyecto está liderado por CARNET –el hub de investigación e innovación en movilidad urbana creado por la UPC, VW Group Research y SEAT, liderado por CIT-UPC– y está cofinanciado por el EIT Urban Mobility, una iniciativa del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología de la Unión Europea (EIT, por sus siglas en inglés). El proyecto cuenta también con la participación del Ayuntamiento de Esplugues de Llobregat y del AMB, entre otros socios de España y Europa.
El banco de pruebas del barrio de Can Vidalet de Esplugues implica una área-pista de 750 metros en la que se mezcla calzada y zonas peatonales. Tiene como objetivo la validación del sistema de navegación autónoma, la interacción robot-humano, la comunicación con los destinatarios finales y la validación del centro de control back-end, incluido el gestor de misiones y el control remoto. También sirve para demostrar y validar la recogida y entrega de paquetes a los usuarios.
La experiencia de Esplugues y del área metropolitana de Barcelona también busca evaluar la aceptación de Ona por parte de otros usuarios de la vía pública y de los peatones presentes en el lugar. De hecho, en los últimos meses, mientras CARNET ponía a punto el robot, Ona y los peatones han convivido en las calles de la ciudad.
Asimismo, pretende demostrar a responsables políticos y planificadores urbanos que los robots de reparto autónomos son seguros y que se puede realizar un despliegue sostenible.