Las alergias afectan al 40% de la población y se estima que en 2025 este porcentaje aumente al 50%. Se trata de la sexta patología más común en la población y la más común en los niños, y puede producir desde urticaria y trastornos digestivos, hasta shock anafiláctico e incluso la muerte.


Según la Organización Mundial de la Alergia (WAO, por sus siglas en inglés), hay 520 millones de alérgicos en el mundo, y 17 millones se encuentran en Europa. 


En el caso de nuestro país, según datos de FUNSAPA, en España el número de personas con alergias a los alimentos asciende a 2 millones, en torno al 8% de los menores de 14 años y al 2-3% de los adultos.


En Europa y en los Estados Unidos, los alimentos implicados con más frecuencia en reacciones potencialmente mortales son los cacahuetes y otros frutos secos.
 
La prevalencia de la alergia a los cacahuetes en los niños españoles es de un 6’7%.

¿Qué soluciones existen?
 
Teniendo en cuenta que las alergias son crónicas y que están en aumento, algunas líneas de investigación se centran en la exposición controlada en busca de una cura, pero a día de hoy solo hay una medida efectiva para esta patología: la prevención.

Las personas con alergias alimentarias tienen que saber qué comidas deben evitar. Necesitan información fiable y fácil de encontrar acerca de los ingredientes de los alimentos que compran, ya que la ingestión del ingrediente al que sean alérgicos, aunque sea en cantidades muy pequeñas, puede resultar mortal.
 Por ello, existe legislación específica sobre el etiquetado de ingredientes, que regula los alérgenos que se deben incluir en dicho etiquetado.

Hay que recordar que nuestra vida social está marcada por la comida, y un alérgico se debe adaptar mediante diferentes medidas de precaución, como llevar comida de casa y medicinas que en caso de emergencia le puedan salvar la vida. 
En el caso de los niños, existen muchos momentos en los que deben estar alerta, desde los almuerzos del recreo escolar hasta los cumpleaños y las comidas familiares.


¿Qué es NUTSAFE?

En este contexto, surge la idea de NUTSAFE, un sistema de identificación para reconocer los productos cuyo etiquetado 
informa correctamente y de manera específica e inequívoca sobre los alérgenos que contienen a través de un sello certificativo.

Su impulsora es Cristina Alonso Raimundez, madre de un niño con alergia grave a las nueces: "Recientemente hemos registrado y patentado la idea de NUTSAFE, que tiene el objetivo de ayudar a normalizar las vidas de los alérgicos a frutos secos, para que no tengan que elegir entre seguridad y consumo normal".


Se trata de un distintivo que se puede incluir en los alimentos envasados que estén libres de estos alérgenos o que los identifiquen estrictamente, es decir, sin decir “puede contener”o “frutos secos” de forma genérica.


A este respecto, según una encuesta realizada en Estados Unidos a más de 3.000 personas, llamada “Etiquetado precautorio de alérgenos (PAL) entre las partes interesadas en las alergias alimentarias” y publicada en The Journal of Allergy and Clinical Immunology: In practice, el 85,5% de los encuestados afirma que nunca compran productos con una etiqueta que indique "Puede contener trazas de alérgenos".

Tal y como indica Cristina Alonso, el objetivo es lograr un reconocimiento social similar al que han alcanzado las intolerancias alimentarias, que actualmente gozan de concienciación e impacto, con una perfecta separación de productos sin gluten ni lactosa.

"Si el sector de la alimentación ya ha vivido una revolución con las intolerancias, con más razón apoyará la iniciativa de NUTSAFE, ya que las alergias son patologías graves que afectan en gran medida a la vida de las personas que las padecen", asegura la responsable de la iniciativa.

"Estamos buscando colaboración por parte de la industria, certificadoras, asociaciones, etc. NUTSAFE es una manera de comunicar al consumidor algo que ya están haciendo muchas empresas de alimentación, pero que no se está transmitiendo a los compradores", añade. "De cara al futuro, nos gustaría llegar a desarrollar una app que identifique productos seguros a través del código de barras.

¿Qué beneficios aporta el sello Nutsafe a las marcas?


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Mayor consumo, ya que no se descartarán productos perfectamente seguros por un mal etiquetado.


- Afianzarán su reputación de seguridad y su imagen de RSC, puesto que es una marca que salva vidas.

- Las familias hacen lo necesario para proteger a sus alérgicos: asumen sobrecostes en productos seguros
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- No es necesario modificar las líneas de producción para poder llevar el sello. Ya hay empresas que fabrican productos que no contienen frutos secos, apropiados para su consumo por los alérgicos, y NUTSAFE permite comunicarlo al consumidor de forma visual y rápida.

"NUTSAFE permite recuperar el consumo de productos mal etiquetados y descartado por los alérgicos. Nos ayuda a identificar rápidamente en el lineal los productos seguros.
 
Los alérgicos y sus familias somos un sector muy amplio de la sociedad. Somos consumidores que queremos llevar una vida normal y plena, con tranquilidad y seguridad, sin medias verdades y sin la incertidumbre de jugarnos la salud o la vida de nuestros seres queridos en la compra de alimentos perfectamente seguros", concluye Cristina Alonso.