Burak Aksoy, profesor asociado de investigación en la Facultad de Silvicultura, Vida Silvestre y Medio Ambiente de la Universidad de Auburn (CFWE, por sus siglas en inglés), ha desarrollado dos productos novedosos para ayudar a reducir el desperdicio en pellets de piensos de acuicultura comerciales, por un lado, y en productos cárnicos destinados al consumo humano, por otro lado.
Se han concedido dos patentes para estas innovaciones. La primera se concedió a un aglutinante para piensos acuícolas a base de cáscaras de soja. Y la segunda se otorgó a una solución de envasado destinada a reducir el desperdicio en el suministro de alimentos para humanos. Hoy en día, la pérdida económica anual debida al deterioro de los alimentos es de 161 mil millones de dólares provenientes de 40 millones de toneladas de alimentos desechados en los EE. UU.
“La principal causa del deterioro de los alimentos es el crecimiento bacteriano”, afirma Aksoy. El estándar actual es la conocida fecha de caducidad, que puede ser inexacta en ambos sentidos: los alimentos se echan a perder antes o después de la fecha. En el primer caso, un cliente compra un producto estropeado, y en el segundo, la tienda debe desechar un producto que aún es seguro para el consumo. Aksoy ha desarrollado una solución económica para el control de la frescura en tiempo real. Todas las carnes desprenden ciertos compuestos volátiles básicos a medida que se descomponen. Su producto es un recubrimiento sensor de gas que detecta esos compuestos y se aplica a una pegatina que se adhiere directamente al embalaje de productos cárnicos. La pegatina controla la presencia de los compuestos que indican deterioro y cambia progresivamente de color para indicar el nivel de frescura del producto.
“Todos (consumidores y minoristas) sabrán el nivel de frescura o deterioro de un vistazo y podrán actuar en consecuencia”, añade Aksoy, que asegura que ya ha habido un gran interés en este desarrollo por parte de la industria, y anticipa que los productos tendrán un atractivo mundial.
Los productos fueron desarrollados en colaboración con Mediha Yildirim-Aksoy y Benjamin Beck del Servicio de Investigación Agrícola del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA-ARS) y Zhihua Jaing del Centro de Ingeniería de Papel y Biorrecursos de Alabama (ACPBE). Navid Etebari Alamdari de la ACPBE también participó en el desarrollo de los detectores de gas.