El Centro de Investigación Forestal del INIA-CSIC ha desarrollado un método para aumentar la resistencia a la compresión y de la rigidez del papel de embalaje. Basado en la reutilización de residuos ligno- celulósicos, proporciona al papel mayor resistencia con menor cantidad de fibra, manteniendo intactas sus prestaciones y generando menos residuos. La ausencia de azufre hace al papel reforzado adecuado para todo tipo de usos, incluso los alimentarios. Actualmente están buscando empresas interesadas en el desarrollo de la tecnología.
El cartón ondulado para envases y embalaje puede soportar elevados esfuerzos mecánicos y presenta una relación utilidad/precio/sostenibilidad muy buena. En la actualidad, para reducir la cantidad de materia prima y de residuos generados, hay una tendencia general a fabricar cajas más ligeras reduciendo el gramaje. El inconveniente es que esas cajas más ligeras pueden ser, también, menos resistentes.
Por ello, en el Centro de Investigación Forestal del INIA-CSIC han ideado un método que proporciona resistencia al papel con una menor cantidad de fibra y manteniendo intactas sus prestaciones.
El método se basa en la obtención y aplicación de un bio-producto obtenido de residuos ligno-celulósicos. La aplicación del producto permite aumentar el gramaje y la resistencia sin necesidad de añadir fibras vírgenes celulósicas, ni aditivos de resistencia. Tampoco se requiere someter al papel a etapas adicionales de manipulado.
El bio-producto es un licor (o producto líquido residual) que se obtiene por el pretratamiento de restos lignocelulósicos con alcohol-agua y posterior secado. Una parte de este licor es una fracción sólida (entre el 1 y el 70 %) formada por complejos de lignina y carbohidratos, así como una fracción líquida (entre el 99 y el 30 %) que contiene hemicelulosas, lignina hidrolizada y compuestos de degradación, principalmente ácido acético y furfural.
La aplicación de este producto al papel lo refuerza y le otorga un sorprendente aumento de la resistencia a la compresión y la rigidez.
El producto aplicado es bio-sostenible y no necesita un procesado químico posterior a su obtención. Con él se consigue reducir el uso de fibra vegetal en el papel, al sustituir parte de esta en la fabricación para conseguir el gramaje objetivo.
El sistema de aplicación es versátil y se puede implementar en diversos puntos de la máquina de papel así como en el proceso de fabricación de cartón ondulado.
La resistencia a la compresión del papel aumenta proporcionalmente a la cantidad de licor residual añadida, lo que permite diseñar el tipo de papel según la dosis de producto aplicada. Además, la ausencia de azufre hace al papel reforzado adecuado para todo tipo de usos incluyendo los alimentarios.
Se buscan empresas de la industria del papel y cartón y de la industria química dedicada a la fabricación de aditivos interesadas en el desarrollo de la tecnología.