Miguel Ángel de la Peña, Revenue Manager en Chemometric Brain
El fraude alimentario supone alrededor de 50 billones de dólares al año a escala global y se está convirtiendo en un negocio en sí mismo. Además, el índice de fraude ha aumentado significativamente con la pandemia de la Covid-19 debido a las restricciones de movilidad y otras limitaciones en las cadenas de suministro globales.
Según el informe de 2019 de la red de fraude de la Unión Europea (The EU Food Fraud Network), el 47% de los casos corresponden a un etiquetado incorrecto; el 20% tiene que ver con la sustitución, supresión o inclusión de ingredientes; y el 16%, con un tratamiento del producto no conforme a la normativa.
Muchas prácticas siguen escapando a los controles de calidad debido fundamentalmente a la falta de digitalización en las pequeñas y medianas empresas, que en su totalidad producen el 80% de los alimentos que consumimos.
Por eso, la digitalización del control de calidad en toda la cadena de suministro es clave para poder llevar a cabo un control exhaustivo desde las materias primas hasta el producto final. Y para ello no sirven ya los métodos tradicionales.
La tecnología de infrarrojo cercano (Near Infrared Spectroscopy, NIR, por sus siglas en inglés) permite conocer las propiedades físico-químicas de los alimentos de forma rápida y sencilla. En un laboratorio de una empresa de alimentos procesados, donde se reciben todos los días ingredientes en polvo de diferentes orígenes, es imposible analizar con los métodos clásicos cada uno de los lotes recibidos, tanto por coste como por capacidad técnica.
El infrarrojo cercano ofrece la posibilidad de obtener un análisis rápido y simple, evitando el error humano; se puede aplicar a cualquier muestra para identificar su composición y conformidad con otras muestras previas que aseguren la calidad del producto.
Chemometric Brain es una empresa española que opera en todo el mundo, pionera en la industria alimentaria al desarrollar e implementar una solución de software como servicio (software-as-a-service) con el objetivo de fomentar la digitalización de la calidad y las cadenas de suministro para garantizar la seguridad alimentaria y evitar el fraude.
El software para el control de calidad que ha desarrollado Chemometric Brain es capaz de analizar productos alimentarios en polvo, sólidos, líquidos o gel en solo unos segundos y puede usarse con la mayor parte de las marcas de hardware NIR del mercado.
Chemometric Brain permite calificar o rechazar instantáneamente productos alimentarios de acuerdo con unas bibliotecas de producto previamente definidas; prevenir fraudes, controlar la producción, detectar no conformidades y agilizar la aprobación de proveedores de ingredientes en todo el mundo.
Su funcionamiento es muy parecido al de un escáner. Se ilumina el producto con una luz infrarroja que se refleja revelando los componentes del alimento y creando una “huella” del producto, que se compara con unas librerías previamente definidas y permite detectar cualquier tipo de adulteración o no conformidad.
La principal diferencia entre las soluciones NIR ya disponibles en el mercado y el desarrollo de Chemometric Brain es que este es el único software compatible con la mayor parte de las marcas del mercado y cuenta con una plataforma para la creación colaborativa de librerías de referencia.
Esta plataforma digital segura en la nube, accesible desde cualquier parte del mundo, permite conectar a los diferentes actores de la cadena de suministro y volcar y compartir datos (librerías de producto) en un entorno seguro para facilitar análisis comparativos de muestras de todo tipo de materias primas, ingredientes y productos finales.
Chemometric Brain se distingue por su vocación de democratizar el uso de la tecnología NIR para el control de calidad en la industria alimentaria. Esta técnica puede llevarse a cabo en la propia compañía alimentaria por parte de cualquier técnico con
una mínima formación, sin necesidad de recurrir a laboratorios externos o de invertir en laboratorios propios, asegurando el control desde las materias primas hasta el producto final.
Por tanto, la implementación de Chemometric Brain en la cadena de suministro agroalimentaria reduce el riesgo y mejora la trazabilidad y seguridad de los alimentos; disminuye los costes y proporciona resultados de forma más rápida y eficiente.
Chemometric Brain ha firmado alianzas con partners tecnológicos, fabricantes de software, centros de investigación y universidades con el objetivo de seguir optimizando la utilización de la tecnología NIR y mejorando las técnicas para ampliar su aplicación.
Además, la compañía cuenta con una red de partners afiliados en los cinco continentes, profesionales del ámbito de la industria alimentaria y el foodtech, para impulsar la estrategia comercial y captar oportunidades de crecimiento.