Lucía Maesso Corral: "La pureza de la Raza Ibérica: un pilar que no debe ceder"
AECERIBER
19 de octubre, 2025
La pureza racial no es negociable cuando se trata de preservar la autenticidad y el valor diferencial del cerdo ibérico
Esto Le Interesa
Entregados los ‘Premios UNO a los Líderes de la Logística 2025’
Startup OLÉ: Salamanca, capital internacional del emprendimiento
CaixaBank incrementa un 2,9% los préstamos a empresas vitivinícolas
Dª. Lucía Maesso Corral, Presidenta de AECERIBER
La reciente modificación del pliego de condiciones de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Guijuelo, publicada en el Boletín Oficial del Estado el pasado 1 de septiembre, ha abierto un debate profundo en el sector del cerdo ibérico. Como presidenta de AECERIBER, me siento en la obligación de compartir públicamente nuestra opinión ante una decisión que, lejos de ser meramente técnica, afecta a los fundamentos sobre los que se ha construido el prestigio de nuestro producto más emblemático.
Uno de los cambios más significativos introducidos por la DOP Guijuelo es la inclusión de animales con al menos un 50 % de raza ibérica, cruzados con Duroc, en su pliego de condiciones. Esta medida, aunque se presenta como una ampliación de posibilidades productivas, supone una flexibilización que, en nuestra opinión, compromete la esencia misma del sello de calidad que representa Guijuelo.
Desde AECERIBER, defendemos con firmeza que la raza ibérica pura no es un simple atributo genético: es el corazón de un modelo productivo que ha demostrado su excelencia durante generaciones. El cerdo ibérico puro posee una capacidad única de adaptación al ecosistema de la dehesa, aprovechando sus recursos con inteligencia natural y respeto por el entorno. Su genética, perfeccionada por criadores y técnicos mediante dedicación y constancia, continúa mejorando sus cualidades sin perder su esencia, y constituye la base de una calidad organoléptica en sus productos que no admite discusión.
La decisión de Guijuelo ha generado preocupación entre los agentes del sector, y no es casual que otras denominaciones de origen como Jabugo, Los Pedroches y Dehesa de Extremadura hayan manifestado su rechazo. Estas entidades, han entendido que la pureza racial no es negociable cuando se trata de preservar la autenticidad y el valor diferencial del cerdo ibérico.
Nuestro compromiso como asociación es claro: trabajamos por la defensa de la raza ibérica pura, por la sostenibilidad del modelo extensivo y por la transparencia en la información al consumidor. En un mercado cada vez más exigente, donde la confianza se construye con rigor y coherencia, cualquier modificación en los criterios de certificación debe ser evaluada con extrema cautela. No podemos permitir que decisiones que buscan ampliar volumen terminen erosionando el prestigio que tantos ganaderos e industriales han construido con gran esfuerzo.
La raza SÍ es un parámetro de calidad y su protección no solo garantiza la excelencia del producto, sino que también contribuye a fijar población en el medio rural, a mantener vivos los sistemas tradicionales y a proteger un patrimonio genético único en el mundo.
Desde AECERIBER, manifestamos nuestro respaldo a aquellas DOP que han decidido mantener la exigencia de pureza racial como pilar de sus reglamentos, sin buscar atajos ni volumen. Y hacemos un llamamiento a la reflexión: el futuro del cerdo ibérico debe construirse sobre la autenticidad, no sobre la dilución de sus valores.
Porque cuando hablamos de ibérico, hablamos de identidad, de cultura y de territorio, y eso, sencillamente, no se puede negociar.
Más noticias de Opinión
Destacadas
Te Recomendamos
Suscripción a 10 números consecutivos de la Revista Alimentaria desde la fecha de la suscripción

Legalimentaria
Base de datos de legislación alimentaria europea, española y comunidades autonómicas
