La Confederación Mar Industria Alimentaria, conformada por AGADE (Asociación Gallega de Depuradores y Comercializadores), ANFACO-CECOPESCA (Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas), APROMAR (Asociación Empresarial de Acuicultura de España) y Clúster de Acuicultura de Galicia, tras la publicación del Real Decreto-ley 6/2022, transmitió al Ministro de Pesca la profunda decepción y rotundo rechazo a las medidas de choque aprobadas por el Gobierno para hacer frente a la crisis en la que se ve inmerso todo el sector pesquero nacional.

La Confederación, como valoración general, estima las medidas como absolutamente insuficientes y mal planificadas, ya que ni tienen en cuenta ni están en consonancia con la complejidad del sector pesquero nacional; como valoración específica, considera que las medidas son discriminatorias ya que únicamente tienen como beneficiarios a los buques pesqueros y las plantas de acuicultura, obviando que la regulación nacional y de la UE incluye como parte integrante del sector pesquero también a las empresas de depuración, transformación y comercialización de productos del mar que, de una manera ni explicada ni explicable, quedan sin la posibilidad de acceder tanto a las ayudas destinadas a las “medidas de refuerzo por el incremento de costes en el tejido empresarial de actividades críticas del sector primario” como a las “medidas de apoyo al sector agrícola, ganadero y pesquero”.

Por parte de la Confederación, desde el reconocimiento de la imperiosa necesidad e insuficiencia de las medidas adoptadas para buques pesqueros y plantas de acuicultura, se solicitó al Ministro de Pesca que se realizasen las modificaciones pertinentes en el Real Decreto-ley para que las empresas de depuración, transformación y comercialización de productos pesqueros puedan acceder a las ayudas en igualdad de condiciones que los otros operadores de la cadena mar-industria que si fueron incluidos como beneficiarios.

La Confederación señala que "no alcanza a comprender la motivación del Ministerio para esta exclusión de una parte integrante del sector pesquero, que ni siquiera fue convocado a las distintas reuniones previas a la adopción de las medidas y, máxime cuando nos consta que el Sr. Ministro es un buen conocedor del sector y estamos seguros de que tanto él como su equipo son plenamente conscientes de que la actividad pesquera no finaliza cuando el pescado o marisco llega a tierra; a partir de ese momento entra en escena un potente tejido social y económico que prepara los productos pesqueros para que puedan llegar al consumidor en las mejores condiciones sanitarias y comerciales; en este tejido económico es fundamental el papel desarrollado por las empresas depuradoras, transformadoras y comercializadoras".

Y en este contexto, desde la Confederación manifiestan que tampoco se puede escapar al conocimiento del Ministerio de Pesca que estas empresas vienen y están sufriendo los efectos del incremento de los costes de producción, cuando menos en igual medida que buques pesqueros y plantas de acuicultura, toda vez que necesitan elevados consumos energéticos para desarrollar su actividad y que, amén de las consecuencias de la huelga del transporte, vienen sufriendo una escasez de suministros intermedios (materiales de embalaje, envases, productos de desinfección, …) que, como consecuencia de la guerra en Ucrania, se ha visto tremendamente acentuada, especialmente en el caso de la industria conservera con algunos de los productos que utiliza tales como el aceite y otros.

 

Añade que hubiera sido necesario que el Ministerio, antes de adoptar las medidas de ayuda, hubiese realizado una comparación de los incrementos en los costes de producción de los distintos segmentos que integran el sector pesquero nacional y, a partir de los datos, se hubiesen adoptado dichas medidas.