El Parlamento Europeo acaba de aprobar el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura (FEMPA) para 2021-2027, que insta a los Estados miembros a invertir para lograr que los sectores de la pesca y la acuicultura sean más competitivos y para desarrollar una economía azul sostenible, pero también nuevos mercados y tecnologías.

Al menos el 15% de las asignaciones nacionales deberán destinarse a impulsar el control de la pesca y la recogida de datos, y a luchar contra la pesca ilegal e irregular, pues proteger la biodiversidad es una de sus prioridades.

Medidas específicas para la pesca de bajura y las regiones ultraperiféricas

Los Estados miembros tendrán que tener en cuenta las necesidades de la pesca costera a pequeña escala y explicar qué pretenden hacer para potenciar su desarrollo. En las zonas más alejadas, como las Islas Canarias, los costes adicionales debido a su localización continuarán siendo compensados.

Para fomentar el empleo de los jóvenes en las comunidades pesqueras, el nuevo Fondo podrá financiar la compra del primer barco, o la propiedad parcial de al menos el 33% para los menores de 40 años con al menos cinco de experiencia o un título acreditativo equivalente.

Los pescadores que interrumpan temporalmente su actividad por motivos de conservación recibirán compensación; asimismo, quienes tengan que desguazar su barco por el cese permanente de la actividad también tendrán apoyo. Finalmente, también se dará importancia a la financiación para la compra del equipamiento necesario para cumplir con las reglas europeas sobre desembarque y controles pesqueros -como dispositivos para el rastreo de buques o para la notificación de capturas-.

Las acciones enmarcadas en el Fondo no conllevarán un aumento de la capacidad pesquera, excepto si se deriva de manera directa del aumento del tonelaje bruto necesario para mejorar la seguridad, las condiciones laborales o la eficiencia energética.

Declaración del ponente

El eurodiputado del PPE Gabriel Mato declaró que el nuevo Fondo fue negociado en un momento complicado, pues “la flota europea perdió importantes caladeros debido al brexit; se paralizó la cadena de suministro de pescado debido a la pandemia, a lo que se unió la presión para lograr un acuerdo en la OMC sobre subsidios pesqueros. Además, la generación joven se resiste a trabajar en el sector, hay que reducir las emisiones, en línea con el Pacto Verde y las obligaciones internacionales, y la producción de la acuicultura se está estancando, mientras que en otros países el sector prospera. El Fondo aspira a mitigar el impacto de esos desafíos”.

El reglamento entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial. Se aplicará de forma retroactiva desde el 1 de enero de 2021.