Pese a que la incidencia de las plagas en las plantaciones españolas de pistacho se considera hasta la fecha muy baja, escarabajos defoliadores como Labidostomis lusitanica Germar, 1824, conocido comúnmente como clitra, pueden causar problemas especialmente en plantaciones jóvenes.
Los medios de lucha existentes para esta plaga son escasos en la actualidad, más aún si se opta por plantaciones certificadas como ecológicas. Por todo ello, se hace necesaria la búsqueda de herramientas alternativas para el control de esta plaga, que vayan en línea con los estándares exigidos por las normativas de agricultura ecológica.
En este contexto, investigadores del IRIAF, en colaboración con investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), llevaron a cabo un ensayo de libre elección con hojas de pistacho en las que se aplicaron tres aceites esenciales (tomillo, ajedrea y orégano), un extracto de la planta Parthenium argentatum A. Gray, conocida vulgarmente como guayule, y dos controles.
El objetivo de este trabajo fue observar si existían diferencias significativas entre tratamientos respecto al número de insectos, puestas de huevos y área foliar consumida,observando que aquellas hojas tratadas con el extracto de guayule fueron significativamente menos comidas por los escarabajos, mostrando este producto un potencial como antialimentario. De esta forma, el ensayo ha demostrado que el extracto de guayule presenta un efecto repelente contra los escarabajos defoliadores conocidos comúnmente como clitra que constituyen una potencial plaga de los pistachos.
A este respecto, el pasado mes de octubre Guayente Latorre Pastor, investigadora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes y Biotecnología, fue premiada por la AAIC (Association for the Advancement of Industrial Crops) en el 33º Congreso Anual de la AAIC en Bozeman (Montana, Estados Unidos) por la presentación del estudio realizado junto con Enrique Fernández-Carrillo y Sara Rodrigo-Gómez del CIAG El Chaparrillo, y Gonzalo Ortiz de Elguea Culebras del CIAF Albaladejito y varios investigadores de la UCLM.