Ante el reto de producir alimentos para una población creciente en un contexto de cambio climático y bajo unas exigencias medioambientales cada vez más estrictas, investigadores, empresas y organizaciones analizan diferentes técnicas que puedan ayudar a producir con rentabilidad y sostenibilidad. Una de esas técnicas es el intercultivo o intercropping.
El proyecto europeo ‘Leguminose’ (www.leguminose.eu), que se desarrollará durante los próximos cuatro años y en el que participan la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), tiene como objetivo de analizar las posibilidades de desarrollo de esta técnica.
En España existe una experiencia de intercropping tradicional, como es la mezcla de veza y avena, cuyo destino es el aprovechamiento ganadero. ‘Leguminose’ pretende ampliar el catálogo de asociaciones de cultivos, para que además puedan cultivarse en diferentes zonas, ya sea en secano o en regadío. En septiembre, la sede de UPA en Madrid acogió una jornada de trabajo con agricultores, expertos e investigadores en la que analizaron los puntos positivos y negativos que puede tener esta técnica basada en asociar cultivos. Entre los positivos se mencionaron los beneficios para el cuidado del suelo y la lucha contra la erosión o la reducción del ratio insumos-productividad.
Entre los negativos, los participantes en la jornada destacaron la escasa pluviometría de España, lo que dificultaría esta técnica en secano; también se citaron aspectos como la salida comercial del producto una vez cosechado, y se mostraron dudas sobre la orientación del cultivo, para forraje o para grano, así como la problemática de la lucha contra las malas hierbas.
También surgieron dudas acerca de la elección de variedades y sus ciclos vegetativos, así como sobre las dificultades del control de malas hierbas y en relación con la maquinaria necesaria para realizar las labores. El proyecto Leguminose va a tratar de responder estas dudas mediante seis experimentos en centros de investigación agraria –en el caso de España se realizará en Arganda del Rey (Madrid) con la mezcla de alfalfa y cebada– y en veinte fincas demostrativas por cada país participante. Trabajos que se desarrollarán durante las próximas campañas agrícolas.
El intercropping puede ayudar a los agricultores a combatir algunos importantes desafíos, como la adopción de manejos que cuiden el suelo y eviten la erosión, alcanzar rendimientos adecuados reduciendo el gasto en insumos, y ampliar las rotaciones en sus explotaciones para mejorar la lucha contra las malas hierbas. Es una técnica aún no demasiado desarrollada en el ámbito europeo, aunque existen algunas experiencias en el marco de la investigación en las últimas décadas. A lo largo del proyecto ‘Leguminose’, se llevarán a cabo diferentes actividades de divulgación donde los agricultores podrán conocer las diferentes experiencias probadas y los resultados que se vayan obteniendo.