Los contenedores de Araven, marca líder en productos para el sector Horeca, con base perforada para separar el alimento y el exudado que se produce al descongelar ofrecen ventajas higiénico sanitarias, culinarias y económicas frente a los que no tienen este diseño especial. Así lo ha demostrado un estudio realizado por el Instituto Universitario de Investigación Mixto Agroalimentario de Aragón (IA2), de la Universidad de Zaragoza, que concluye hasta cinco beneficios prácticos de su uso: más tiempo de vida útil, menor presencia de bacterias patógenas, menor merma del peso, una mejor calidad sensorial en crudo y mayor terneza y jugosidad al cocinar luego los alimentos.
En el trabajo “Estudio y caracterización para la conservación de la carne de pollo”, realizado por los doctores Marta Alejandre, Pedro Marquina y Juan Calanche, se compararon los resultados en dos partidas de 7 kg de filetes de pechuga de pollo del mismo proveedor, conservadas en un contenedor con y sin cubeta perforada, de idéntica manera. Los dos recipientes se congelaron, se mantuvieron así durante dos semanas y después se descongelaron en cámara frigorífica durante 48 horas.
Los análisis al final de este proceso mostraron beneficios significativos de la cubeta perforada, que permite una mayor capacidad de retención de agua de la carne (CRA), asociada a la conservación de proteínas y nutrientes hidrosolubles. El volumen de exudado generado tras la descongelación fue del 7,34 % del peso en el envase convencional y del 2,98 % en el segundo: un 60 % menos.
El estudio del IA2 muestra que la carga microbiana al final de la descongelación subió un 25 % en los filetes en contacto con el líquido, mientras que solo lo hizo un 2 % en el contenedor con cubeta perforada, retardando la aparición de las señales de deterioro. Al separar el líquido se reduce significativamente el peligro biológico potencial de las bacterias patógenas como la E. coli o Salmonella spp.
Por otro lado, se muestra una importante reducción de la merma en crudo al separar el exudado. El peso neto de la pechuga disminuye un 7,5 % si no se emplea este sistema, frente a un 3 % en la cubeta perforada, lo que aporta también ventajas económicas para el restaurante.
Araven ofrece una completa gama de cubetas perforadas, con capacidades desde 0,5 hasta 90 litros, reutilizables, reciclables y con un cuidado diseño para facilitar el uso y la limpieza en el trabajo profesional.