Las levaduras se utilizan desde hace cientos o incluso miles de años para la producción de diferentes alimentos (pan, queso, etc.), e influyen en nuestra microbiota intestinal. El INRAE (Instituto Nacional para la Investigación Agronómica) de Francia, en colaboración con IFF (International Flavor & Fragrances) y AP-HP, ha demostrado que dos levaduras comúnmente utilizadas en la industria alimentaria tienen un efecto antiinflamatorio en el intestino. Estos resultados, publicados en mSystems, abren nuevas perspectivas para aliviar la inflamación intestinal a través de la dieta.
La microbiota intestinal desempeña un papel en varias patologías humanas, incluida la inflamación crónica del intestino. Su composición está fuertemente influenciada por la dieta; esto es cierto para las bacterias, y aún más para las levaduras. El aporte de estas levaduras proviene en gran medida de productos procedentes de la industria alimentaria. Se utilizan para el desarrollo de sabores en quesos o para la producción de la corteza, y también para obtener alimentos fermentados (pan, yogur, embutidos, etc.). Algunas también se emplean como agentes de biocontrol para prevenir el desarrollo de microorganismos patógenos en los alimentos.
Como decíamos al inicio, muchas de estas levaduras se han utilizado durante cientos o incluso miles de años, pero casi nunca se han estudiado sus posibles funciones en la salud humana, especialmente en vista del conocimiento actual sobre la importancia de la microbiota intestinal.
Por este motivo, el equipo de investigación probó el potencial antiinflamatorio de cinco levaduras utilizadas habitualmente en diferentes procesos agroalimentarios. Los científicos estudiaron sus efectos en modelos celulares y en ratones que sirvieron de modelo de inflamación intestinal similar a la colitis ulcerosa, una de las dos enfermedades inflamatorias intestinales crónicas conocidas.
Entre las cinco levaduras estudiadas, dos de ellas, Cyberlindnera jadinii y Kluyveromyces lactis, reducen la sensibilidad a la inflamación intestinal en ratones. Estas dos levaduras se encuentran en particular en quesos como el Brie, el Munster o el Pecorino. Las distintas pruebas no han permitido identificar con precisión los mecanismos implicados, pero sugieren, en el caso de Cyberlindnera jadinii, que esta levadura ayudaría al desarrollo de bacterias con efectos beneficiosos para la microbiota. Estos prometedores resultados requieren más investigaciones para comprender mejor su papel en la microbiota intestinal y abrir nuevas perspectivas en el estudio de este gran catálogo, que incluye varios miles de microorganismos.
Referencia
Hugot C., Poirier M. et al. (2023). Cyberlindnera jadinii and Kluyveromyces lactis, two fungi used in food processes, have potential probiotic effects on gut inflammation. mSystems 26th october 2023
DOI : https://journals.asm.org/doi/10.1128/msystems.00841-23