La refrigeración de los alimentos y bebidas durante su procesado, almacenamiento y transporte es esencial, pero consume mucha energía y carbono. De esta forma, la cadena del frío del suministro de alimentos es uno de los sistemas más intensivos en energía del sector de alimentos y bebidas de Europa. Ante esta situación, desde CORDIS explican que el proyecto ICCEE (https:// iccee.eu), financiado con fondos europeos, ha trabajado para revisar la eficiencia de la refrigeración en esta cadena de frío, centrándose específicamente en las pequeñas y medianas empresas (PYME).
“Las pymes han sido el objetivo porque, por lo general, aún no cuentan con expertos dedicados al análisis energético”, explica Simone Zanoni, profesor de Ingeniería de Sistemas Industriales en la Universidad de Brescia y coordinador del proyecto ICCEE. Además de la Universidad de Brescia, participan otros 12 socios, incluyendo por parte de España a la consultoría energética Escan.
Los cambios tecnológicos, como la mejora de los sistemas de iluminación o ventilación en los almacenes frigoríficos, podrían mejorar drásticamente la eficiencia energética en toda la red de proveedores. Sin embargo, muchas empresas albergan reservas cuando se trata de implementar soluciones de ahorro de energía, en parte debido a las dificultades para hacer frente a la demanda variable de los clientes. El objetivo de ICCEE fue cambiar las prácticas, la tecnología y la cultura de las pymes europeas para fomentar mejoras en la eficiencia energética.
En el marco del proyecto ICCEE se impartieron diversos talleres y seminarios con expertos y se desarrolló una plataforma de e-learning. “Estas actividades estaban dirigidas principalmente a personas que no eran expertos en energía, es decir, a los responsables de la toma de decisiones de las PYME”, señala Zanoni. A través de estas actividades, ICCEE aumentó con éxito la conciencia y el conocimiento de las partes interesadas sobre los problemas energéticos y ambientales que conducen a cambios en los hábitos y el comportamiento.
“Los operadores de cámaras frigoríficas y otros actores de la cadena de frío expresaron su interés en actualizar su tecnología según nuestras sugerencias, especialmente al producirse aumentos en el precio de la energía durante la segunda mitad del proyecto”, asegura Zanoni.
Por otro lado, ICCEE también diseñó una herramienta para ayudar a las empresas con el análisis de sus propias prácticas energéticas. Se trata de una herramienta online que integra información tomada de todo el sector de alimentos y bebidas y que proporciona análisis personalizados del rendimiento energético para cada una de las etapas de la cadena de suministro. Las empresas pueden ver cuán eficiente energéticamente es su preparación de materia prima, por ejemplo, o las operaciones de logística y almacenamiento, y tomar decisiones basadas en datos.
Esta herramienta y el resto de recursos desarrollados durante el proyecto, incluida la plataforma de e-learning, se pueden consultar en la página web del mismo. “Además, hemos presentado a la Comisión Europea un proyecto de seguimiento concentrado en el sector lácteo, y ahora está bajo evaluación”, destaca Zanoni.