Los resultados de una acción coordinada a escala comunitaria sobre la miel contaminada con azúcares acaban de ser publicados. “From the Hives” (“Desde las colmenas”) incluyó a dieciséis Estados miembros de la UE más Suiza y Noruega, que se embarcaron en una campaña de pruebas en la que se recogieron un total de 320 envíos de miel, importados de 20 países, entre noviembre de 2021 y febrero de 2022.

Las muestras de estos envíos se enviaron al Centro Común de Investigación (CCI) para su análisis, que identificó que 147 muestras (el 46 %) eran sospechosas de estar adulteradas, lo que significa que no cumplían con la disposición general de la Directiva de la UE sobre la miel. Esta requiere que a la miel no se le añada ningún ingrediente alimentario, incluidos los aditivos alimentarios, ni ningún otro ingrediente que no sea miel.

Sin embargo, los métodos analíticos actuales aún no están suficientemente desarrollados a nivel internacional y una simple prueba no es suficiente para detectar la adulteración. Es necesario un seguimiento adecuado de las sospechas. Por lo tanto, la acción coordinada también incluyó una recopilación de información de trazabilidad, así como investigaciones en el lugar de importación, procesamiento, mezcla y empaque.

Los resultados se publicaron en el informe de la UE “Acción coordinada para disuadir de ciertas prácticas fraudulentas en el sector de la miel”.

Las autoridades policiales competentes pueden hacer un seguimiento y detectar la adulteración fraudulenta de la miel con jarabe de azúcar añadido.

Mejor capacidad de detección

El CCI aplicó un nuevo conjunto de métodos de ensayo avanzados. En estudios previos, se utilizaron diferentes métodos para detectar jarabes de azúcar hechos de almidón de maíz o caña de azúcar, pero fueron menos efectivos para detectar otros tipos de jarabes diseñados para imitar la miel.

El estudio indica que tales jarabes de azúcar hechos de maíz rara vez se usan ya para extender la miel, sino que han sido reemplazados por jarabes hechos principalmente de arroz, trigo o remolacha azucarera.

Se necesitan métodos analíticos mejorados, armonizados y generalmente aceptados para aumentar la capacidad de los laboratorios oficiales de control para detectar la miel adulterada con jarabes de azúcar. El CCI está trabajando para seguir desarrollando estos métodos.

Atractivas oportunidades de fraude

La importante diferencia de precio entre la miel auténtica y los jarabes de azúcar explica por qué el fraude en la miel es altamente rentable. Las cifras hablan por sí solas: el valor unitario medio de la UE para la miel importada fue de 2,32 €/kg en 2021, mientras que los jarabes de azúcar elaborados con arroz están disponibles en torno a 0,40 – 0,60 €/kg.

Además, la dificultad para detectar la extensión de la miel con jarabes hace que el sector de la miel sea aún más atractivo para los estafadores.

Aunque la adulteración de la miel puede no representar una amenaza directa para la salud pública, sigue siendo una práctica injusta tanto para los productores honestos de miel como para los consumidores.

Contexto

La acción fue iniciada y coordinada por la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria (DG SANTE) de la Comisión Europea y ejecutada por los miembros de la Red de Fraude Alimentario de la UE que recibieron la asistencia técnica del Centro Común de Investigación (CCI) y el apoyo de investigación de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF).

La Directiva de la UE sobre la miel, actualmente en revisión, permitirá incluir disposiciones para proteger aún mejor los intereses de los consumidores y los productores honestos al exigir un etiquetado detallado del origen geográfico de la miel.