El eurodiputado del Partido Popular, Raúl de la Hoz, organizó el pasado 26 de junio en el Parlamento Europeo una mesa redonda de alto nivel bajo el título “El cacao en crisis: el sector del chocolate en Europa y los desafíos del EUDR”.
El encuentro puso sobre la mesa una preocupación creciente: el impacto de la nueva normativa ambiental de la UE sobre la sostenibilidad y el futuro de miles de empleos industriales en Europa y en España.
La iniciativa, impulsada en el marco de su compromiso con la defensa del tejido industrial español y europeo, reunió a representantes de empresas líderes del sector como Chocolates Trapa, con sede en Palencia; Maison Pierre Marcolini, referencia belga en el chocolate de alta gama; y el grupo multinacional https://www.mondelezinternational.com/, además de representantes de la Comisión Europea, europarlamentarios, embajadores y periodistas. En su intervención, de la Hoz subrayó que “la defensa de nuestros sectores estratégicos, como el del cacao y el chocolate, es inseparable de una política industrial inteligente que no sacrifique empleo, inversión y territorio en nombre de una sostenibilidad mal entendida”. En este sentido, alertó del riesgo que supone la inminente entrada en vigor del Reglamento Europeo sobre Deforestación (EUDR), una normativa que, aunque bienintencionada, podría convertirse en un obstáculo insalvable para muchos pequeños productores, al imponerles requisitos técnicos y burocráticos que, en la práctica, los excluirían del mercado.
El sector chocolatero genera decenas de miles de empleos en toda Europa —más de 10.000 solo en España— y tiene un peso económico y social clave en regiones como Castilla y León, donde empresas como Chocolates Trapa combinan tradición, innovación y arraigo territorial.
Su consejero de presidencia, César Otero, participó en la mesa junto a figuras internacionales como Pierre Marcolini, reputado chocolatero belga, y Massimiliano di Domenico, vicepresidente de Mondelēz. También intervino Paulina Dejmek, jefa de gabinete de la comisaria europea de Medio Ambiente y Resiliencia Hídrica Jessica Roswall.
Durante el debate se puso de relieve que la actual crisis de precios del cacao, impulsada por fenómenos climáticos en África Occidental y por la falta de oferta, ya está tensionando a todo el ecosistema chocolatero. A ello se suma ahora la amenaza de una regulación que, sin ajustes ni transiciones realistas, podría convertirse en una barrera comercial que empuje a Europa fuera de un
mercado esencial.
Los participantes destacaron que esta crisis estructural a la que se enfrenta la industria del cacao se verá agravada si el reglamento de deforestación finalmente entra en vigor a finales de 2025, debido a las desproporcionadas exigencias regulatorias: geolocalización exacta por parcela, documentación digitalizada, evaluaciones individualizadas y auditorías externas. Esto podría provocar un bloqueo comercial de facto: cacao que no cumpla los requisitos podría simplemente no entrar en el mercado europeo.
De la Hoz se ha comprometido a continuar trabajando en el Parlamento Europeo por asegurar la competitividad de la industria y para buscar soluciones equilibradas a los retos a los que se enfrenta el sector. “La sostenibilidad no debe construirse a costa del empleo, ni de la competitividad, ni de las alianzas estratégicas de Europa”, ha concluido.
Por su parte, César Otero, consejero de Presidencia de Chocolates Trapa, intervino en representación de la compañía. En su exposición, trasladó a las instituciones europeas la preocupación de las pequeñas y medianas empresas ante el aumento de la burocracia derivada de los nuevos reglamentos de la UE. “Pedimos a la Unión Europea que actúe de forma proactiva para mejorar la fluidez del mercado del cacao y que tenga en cuenta el impacto desproporcionado que las nuevas regulaciones pueden llegar a tener sobre PYMES como la nuestra”, señaló.
La intervención de Trapa ha tenido lugar en un momento especialmente sensible para el sector. El encarecimiento global del cacao ha generado importantes retos para fabricantes y consumidores. Aun así, como destacó Gerardo Fernández Calvo, CEO y presidente de la compañía, “hemos evitado subidas drásticas en nuestros precios para seguir ofreciendo productos excelentes a precios asequibles. Hemos ajustado nuestras tarifas más que otras marcas del sector reafirmando nuestro compromiso con las familias, lo cual ha impulsado nuestras ventas”. Y añadió: “Nos beneficiamos de la flexibilidad y la cercanía que supone nuestro carácter de empresa familiar. Podemos ofrecer un trato más directo al cliente y un servicio y una respuesta más rápida.