Jorge Edwards
Food Graphic Designer
En una industria tan competitiva y saturada como la alimentaria, el packaging nunca ha sido un simple envoltorio. Es —y ha sido siempre— un potente vehículo de significado: un elemento que habla por la marca en el momento decisivo de la compra. Y en este contexto, la llegada de la inteligencia artificial generativa (IA) está transformando profundamente la forma en que los diseñadores y consultores abordamos este desafío.
A menudo se escucha que la IA reemplazará a los diseñadores. En parte, es cierto: desplazará a quienes no sepan integrarla en sus procesos. Pero para los profesionales que entienden el diseño como un ejercicio de empatía y estrategia, la IA no es una amenaza. Es una herramienta valiosa. Su correcto uso multiplica las capacidades del diseñador, permitiéndole ofrecer soluciones más relevantes, eficaces y personalizadas.
EL DISEÑO QUE NO SE VE
Antes de hablar de tecnología, conviene recordar que el buen diseño trasciende lo estético. En packaging alimentario, el objetivo no es simplemente que un envase resulte atractivo. El verdadero propósito es que la interacción entre el producto y el consumidor sea natural, fluida y emocionalmente satisfactoria.
Existe una máxima que suelo repetir a mis clientes: el mejor diseño no se ve. Es aquel que desaparece en la experiencia, que no provoca fricciones y que contribuye a la percepción positiva de la marca de forma casi imperceptible. Es el diseño que hace que un consumidor confíe en un producto sin saber por qué. Esa magia sigue siendo, a día de hoy, terreno humano.
EL PAPEL DE LA EMPATÍA
La empatía es el factor diferencial en el trabajo de diseño de packaging. Comprender al consumidor —sus valores, sus deseos, sus miedos— es lo que permite crear marcas que conectan de verdad. Y esta comprensión profunda no puede ser sustituida por ningún algoritmo.
Por ejemplo: ¿cómo interpretaría una IA un comentario de un consumidor en un focus group que diga “me gusta, pero le falta algo”? Captar esos matices requiere sensibilidad, experiencia y contexto cultural. Es en este punto donde la colaboración entre diseñador y tecnología encuentra su equilibrio más fértil.
IA: HERRAMIENTA, NO REEMPLAZO
En manos expertas, la IA genera beneficios tangibles. Permite:
• Acelerar la fase exploratoria de un proyecto.
• Probar variantes visuales y conceptuales en menos tiempo.
• Simular cómo será percibido un packaging en distintos mercados internacionales.
• Optimizar costes y recursos en las etapas iniciales de desarrollo.
• Reducir el tiempo de llegada al mercado sin sacrificar calidad.
Sin embargo, ninguna de estas ventajas sustituye la capacidad humana de conectar insights del consumidor con decisiones de diseño que construyan una marca auténtica.
UN CASO PRÁCTICO
Recientemente, trabajamos con una empresa que buscaba internacionalizar una línea de productos gourmet. Antes, este tipo de proyectos exigía largos estudios de mercado y pruebas físicas. Hoy, con herramientas de IA generativa, es posible crear simulaciones hiperrealistas de cómo se verá el producto en los lineales de supermercados en París, Berlín o Miami. Además, se pueden testear distintos nombres, paletas de color y mensajes adaptados a la cultura visual de cada país.
El resultado es un proceso mucho más ágil, con menor riesgo y una capacidad superior para acertar en la estrategia de internacionalización.
EL FUTURO ES HÍBRIDO
No se trata de IA o diseñador. La combinación de tecnología y humanidad es la verdadera ventaja competitiva. Las empresas alimentarias que colaboran con consultores de packaging que dominan ambas dimensiones obtienen:
• Reducción de tiempos y costes en el desarrollo de packaging e identidad.
• Mayor capacidad de innovación y diferenciación.
• Propuestas más afinadas cultural y emocionalmente para cada mercado.
• Marcas con un propósito claro y auténtico.
En definitiva, la IA ya no es el futuro del diseño: es el presente. Y en el sector alimentario, donde las emociones juegan un papel crucial en la decisión de compra, los profesionales que sepan integrar empatía y tecnología serán quienes marquen la diferencia.
ACERCA DE MENTA
MENTA es una consultoría especializada en diseño de packaging y desarrollo de marca para productos alimentarios. Ayudamos a las marcas a construir propuestas visuales auténticas, relevantes y emocionalmente conectadas con sus consumidores, combinando creatividad, estrategia y tecnología.