Visitamos las instalaciones del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL. UAM-CSIC), instituto mixto perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), para conocer las aplicaciones del Simulador GastroIntestinal Dinámico, una infraestructura única en España que trabaja como un servicio científico-técnico del CSIC.

La doctora Victoria Moreno-Arribas, investigadora científica del CSIC en el CIAL y directora científica del SIMGI, señala que en los últimos cinco años la demanda del simulador ha sufrido un gran aumento, y que alrededor del 40 % de los proyectos se realizan en colaboración con empresas.

“Hay un gran interés por simular la parte alta del tracto gastrointestinal, es decir, lo que ocurre con los alimentos en el estómago y en el intestino delgado. Pero realmente hay un auge, por parte de las empresas y de la comunidad científica, por entender lo que ocurre a nivel del microbioma intestinal”.

Por otro lado, destaca la personalización de cada investigación: “Diseñamos el experimento de manera completamente diferencial, nos ajustamos a las características de cada proyecto. Asimismo, podemos diseñar experimentos para personas con enfermedades muy concretas”.

Moreno-Arribas nos presenta también una segunda infraestructura, para cuya ampliación ha sido fundamental la concesión de un proyecto del Ministerio de Ciencia e Innovación, y que se ha equipado con el objetivo de llevar a cabo aplicaciones de metagenómica y transcriptómica.

Carolina Cueva, responsable técnica del SIMGI, y Raquel de Diego, técnica de este simulador, nos presentaron las diferentes partes del funcionamiento del SIMGI, que reproducen lo que ocurre al consumir un alimento o un contaminante alimentario.

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