La Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI) ha realizado, a partir de la plataforma de Ipsos Digital, un estudio de opinión que ha puesto de manifiesto la asociación existente entre los productos ibéricos y la cultura española, las principales barreras a las que se enfrenta el consumidor a la hora de incluirlo en su dieta, o la creciente importancia de la sostenibilidad y el bienestar animal en la decisión de compra, en diferentes mercados estratégicos para el sector: España, Francia y Alemania.
Un estudio que, según José Pablo Ferrándiz, director de Opinión Pública de IPSOS, “demuestra la gran potencialidad que tiene el jamón ibérico, tanto a nivel nacional como internacional”. Un potencial que, según Ferrándiz, “queda resumido en la diferenciación del producto en torno al sabor, la calidad, el origen, la vinculación con la cultura española y el placer como grandes bases para aumentar la presencia del producto en los mercados internacionales”.
JAMÓN IBÉRICO: UN PRODUCTO DE CULTO MUY LIGADO A LA CULTURA ESPAÑOLA
El estudio deja patente la asociación natural del jamón ibérico con la cultura gastronómica española en los tres países, lo que representa un valor intrínseco para el producto y que debe ser explotado a la hora de tener presencia en el extranjero: un 93 % de los españoles y franceses y un 89 % de los alemanes así lo señalan. Por tanto, se puede afirmar que el consumidor asocia fuertemente el Jamón Ibérico a la cultura gastronómica española y a su origen español.
Asimismo, las respuestas obtenidas confirman que los españoles son los que mayor conocimiento tienen sobre el jamón ibérico, con un 82 % de los encuestados que afirman saber diferenciar un jamón ibérico del que no lo es. Sin embargo, también reflejan que aún existe cierto desconocimiento sobre el sistema de precintos de colores que identifican a un jamón ibérico, con un 62 % de consumidores que afirman desconocerlos. En cuanto a Francia y Alemania, los niveles de conocimiento del jamón ibérico no alcanzan cuotas tan elevadas como en España, pero destaca la notoriedad del ibérico alcanzada en ambos países en comparación con otros productos curados, con un 31 % de consumidores alemanes y un 27 % de franceses que confirman conocerlo.
Por otro lado, el estudio muestra cómo el sabor, origen o etiquetado son algunas de las variables más diferenciadoras del jamón ibérico tanto en Alemania como Francia, aunque el precio y la disponibilidad son dos barreras importantes para su consumo fuera de nuestro país. El sabor es el principal factor de compra en los tres países para un 78 % de los encuestados en España, un 68 % en Alemania y un 46 % en Francia. Mientras que en España se asocia más al placer de disfrutar un alimento de calidad (82 %), en Francia y Alemania se relaciona con celebraciones puntuales (28 % y 29 % respectivamente).
EL FORMATO, LA DISPONIBILIDAD Y EL PRECIO, PRINCIPALES BARRERAS PARA SU CONSUMO
En cuanto a su consumo, para la mayoría de los encuestados de los tres mercados, el formato preferido es principalmente el loncheado, dadas las barreras y dificultades que presenta el consumo de la pieza entera en hogar y que guardan relación con la no disponibilidad de los utensilios necesarios para el corte o la falta de conocimiento en técnicas de corte a cuchillo.
El consumo se realiza mayoritariamente en casa (un 91 % de los españoles así lo afirma), siendo la cena el momento del día más destacado para el 66 % de los encuestados. Las tapas y los bocadillos son los formatos favoritos para degustar jamón ibérico:la tapa es el formato preferido para el 83 % de los encuestados, mientras que los bocadillos lo son para el 57 %. Así, podemos afirmar que una tapa de jamón ibérico durante la cena a modo de acompañamiento es el contexto preferido por los españoles para degustar este exclusivo producto.
Por último, señalar que el precio se posiciona como una de las grandes barreras en el consumo de productos ibéricos en España, pero no lo es tanto en Francia y Alemania (un 93 % en España, frente a un 45 % y 26 % en Francia y Alemania respectivamente). En el caso concreto del mercado alemán, la disponibilidad se consagra como la principal barrera.
Adicionalmente, la disposición de un sello de bienestar animal empieza a tener relevancia para los consumidores (un 36 % en España y Alemania lo demandan, por un 17 % en Francia). Un aspecto que ha tenido en cuenta el sector en la creación del sello Ibérico Animal Welfare (IBAW), una marca de certificación que garantiza estándares de bienestar animal aún más exigentes que los marcados por las normativas europea y nacional, y transmite el compromiso del sector con la calidad y la transparencia para adaptarse, también, a las nuevas tendencias del mercado.