Dolores Calvo Méndez es viticultora y desde 2014 es presidenta de Adega Condes de Albarei, bodega cooperativa que se dedica a la elaboración de vinos de alta calidad al amparo de la DOP Rías Baixas. Ha formado parte del Consejo Rector de la Asociación Galega de Cooperativas Agro-alimentarias (AGACA) de 2017 a 2021, y es presidenta de la Asociación Galega de Mujeres de Cooperativas Agroalimentarias ‘Nós, As Mulleres’ desde su creación en 2019. A nivel nacional, desde 2017 ha sido vicepresidenta de la Asociación de Mujeres de Cooperativas Agro-alimentarias de España, AMCAE, y desde junio de 2023 ocupa el cargo de presidenta.
Para ella, dedicarse a la viticultura fue algo muy natural: “En mi casa había vacas, viñas, se cultivaba maíz, patatas… y yo colaboraba desde muy pequeña en todos los trabajos derivados de la actividad familiar” —explica—. “Decidí continuar el trabajo y el esfuerzo que realizaron mis padres y mis abuelos porque desde pequeña he participado en todas las labores y procesos del cultivo de la vid y de la elaboración del vino. Los olores, colores y procesos de la viña van asociados a mis vivencias desde siempre. Forma parte de mi experiencia vital, como tradición y legado de varias generaciones. Pero, además de mi vinculación al mundo del vino y cooperativo, soy profesora, y durante todos estos años he conseguido compaginar mis dos vocaciones”.
Para Dolores, los beneficios del modelo cooperativo son innegables, y los ha vivido en primera persona: “A finales de los ochenta mis padres cambiaron las viñas a la variedad de albariño y en ese momento comprendí que ya no se podía hacer vino en casa y que la mejor forma de sacarle productividad era entrar a formar parte de una cooperativa. En 1992 me hice socia de Condes de Albarei. En estos 32 años, la cooperativa ha crecido y evolucionado, tanto a nivel de servicios a los socios como de implicación social, actuando como dinamizador económico, social y cultural de la comarca”.
“Una cooperativa aporta y crea bienestar, fijando población” —asegura la presidenta de AMCAE—. “Además, ofrece apoyo técnico a socios y formación para que conozcan los últimos avances y puedan aplicarlos con la finalidad de obtener el mayor y mejor rendimiento de sus viñas. Pero también formación en otros aspectos como la igualdad, liderazgo y gestión, sin olvidar facetas más personales como autoestima, motivación… Destacaría también su gran implicación en el cuidado del medioambiente, la salud alimentaria, la calidad de los vinos y la sostenibilidad”.
Además de pertenecer a una cooperativa, Dolores lleva varios años dedicada al asociacionismo: “Fui la primera mujer que entró a formar parte del Consejo Rector de AGACA, la Asociación Galega de Cooperativas Agro-alimentarias (AGACA), desde 2017 a 2021, y mi compromiso con la igualdad me ha llevado a presidir la asociación ‘Nós, as Mulleres’, que se creó hace cinco años. Desde ella queremos promover un desarrollo integral de las mujeres, no solo como socias y trabajadoras, sino también como profesionales, empresarias y directivas, y, por supuesto, conseguir que haya más mujeres en los órganos de decisión de las cooperativas de Galicia”.
“’Nós, as Mulleres’ permite a las mujeres compartir sus experiencias y descubrir el potencial que tienen para poder hacer realidad sus proyectos. Al final, la asociación consigue proporcionarles seguridad en sí mismas. Y eso es muy gratificante y esperanzador”, destaca Dolores Calvo.
En cuanto a AMCAE, durante los diez años que lleva en funcionamiento, ha tratado de visibilizar e impulsar la participación de las mujeres en los órganos de decisión de las cooperativas, con el fin de aumentar su representación en los puestos de responsabilidad y decisión. Para ello, realiza actividades específicas para promover la transferencia de conocimientos,compartir buenas prácticas y experiencias, y fomentar el empoderamiento y liderazgo de las mujeres de cooperativas del sector agroalimentario.
“Representamos a unas 300.000 mujeres rurales cooperativistas ante la administración central y autonómica, colaboramos en el diseño de las políticas relacionadas con su actividad y participamos en todos los foros en los que se aborda el asociacionismo de la mujer y las medidas de apoyo para visualizar su papel en el medio rural”, detalla Dolores Calvo.
La responsable de AMCAE considera que las actividades que han realizado durante estos años “han sido muy importantes para visibilizar a las mujeres que estamos ya en las cooperativas y para atraer a otras muchas que, si bien forman parte de la cooperativa como socias, no habían dado el paso de participar más activamente en su funcionamiento”.
AMCAE colabora estrechamente con el Grupo de Trabajo de Igualdad de Cooperativas Agro-alimentarias de España, diseñando el plan de actuación de la organización en materia de Igualdad en el sector. También concurre a la subvención del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación destinada a la puesta en marcha de actuaciones de especial interés para las mujeres rurales, a través de las asociaciones de ámbito rural. En este sentido, en la pasada convocatoria ha ejecutado un total de 17 actuaciones en nueve comunidades autónomas y ha llegado a más de 450 mujeres del ámbito rural.
“Debemos tener en cuenta que las mujeres representan el 28 % de la base social de las cooperativas agroalimentarias en nuestro país y un 10 % de mujeres está en los Consejos Rectores, máximo órgano de gestión y gobernanza de este tipo de empresas” —explica Dolores Calvo—. “En los últimos años la tendencia ha ido poco a poco en aumento, lo que supone un giro muy positivo a nivel cualitativo. Sin embargo, solo el 4,8 % de las cooperativas tienen a una mujer como presidenta”.
Por tanto, recuerda que “nos queda camino por delante y nos queda involucrar a nuestros compañeros socios para que los consejos rectores mantengan una composición proporcional al número de mujeres de la masa social. Las cifras reflejan que las actuaciones e iniciativas que llevamos a cabo están contribuyendo a motivar y a generar cambios importantes”.
“Trabajamos bajo el convencimiento de que ‘Más mujeres, mejores empresas cooperativas’. Avanzar en materia de igualdad de oportunidades supone apostar por nuevas estrategias y oportunidades que favorezcan que las mujeres socias participen cada vez más en todos los órganos de representación y de toma de decisiones de las cooperativas a las que pertenecen. Nos gustaría llegar a una situación en la que los consejos rectores de nuestras cooperativas tuviesen un número de mujeres proporcional a la masa social. Esto requiere de mucha constancia, perseverancia, de seguir trabajando, desde un cooperativismo siempre integrador”, afirma Calvo.
Para alcanzar esta meta, Dolores cree que “el mayor impedimento es el tener que asumir muchas responsabilidades. Las mujeres realizan el trabajo en la explotación, el trabajo doméstico y luego se le suma el cuidado de dependientes, tanto mayores como niños. Esa función de cuidadoras resta tiempo para poder afrontar cargos en un ámbito más público. Hay que mentalizar a la población, no sólo a las mujeres, para evitar estas dificultades, echando mano de la corresponsabilidad”.
“Esta es una carrera de fondo” —defiende la presidenta de AMCAE—: “no se puede cambiar la cultura empresarial de un día para otro, y más aún en un sector tan masculinizado como el nuestro. Sin duda alguna, las políticas activas en materia de igualdad, tanto autonómicas como de ámbito nacional, han contribuido a fomentar la concienciación en nuestro sector y a impulsar cambios normativos importantes que han facilitado la incorporación de la mujer cooperativista a los órganos de gobierno de las cooperativas”.
“Vamos paso a paso, tratando de sensibilizar y comunicar que la presencia de más mujeresen cooperativas va a sumar, va a dar una visión complementaria. Las mujeres rurales estamos formadas, somos capaces de liderar proyectos y, por tanto, de empoderar y tener presencia en los órganos de representación y decisión de nuestras cooperativas”, concluye Dolores Calvo.