Del 31 de octubre al 12 de noviembre se celebrará en Glasgow la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP26, y el pasado jueves, el pleno del Parlamento Europeo adoptó una posición ante ella.

Con 527 votos a favor, 134 en contra y 35 abstenciones, los eurodiputados aprobaron una resolución en la que expresan su preocupación por que los objetivos fijados en París en 2015 no eviten un calentamiento global superior a los 3 grados esperados para 2100 con respecto a la era preindustrial. También han recalcado que la Unión debe mantener su liderazgo en la lucha contra el cambio climático y se han comprometido a trabajar para que el paquete “Objetivo 55 para 2030” esté en consonancia con el Acuerdo de París.

Con el objetivo de acelerar la lucha contra el cambio climático, el PE insta a la UE a sustituir el plan decenal vigente por una estrategia a cinco años. Durante este período, todos los subsidios a los combustibles fósiles deberían ser eliminados de forma gradual en la Unión. Los eurodiputados animan a otros países a hacer lo mismo.

Un camino liderado por el G20

Según el Parlamento Europeo, el nuevo camino ha de ser liderado por los países del G20. El pleno ha insistido a la Comisión a crear un club climático internacional con otros emisores de gases de efecto invernadero para establecer estándares comunes y elevar los objetivos medioambientales globales, incluso a través de un mecanismo de ajuste en frontera por emisiones de carbono a través de la tasación de algunas importaciones procedentes de países menos exigentes en esta materia.

Por una parte, en Europa se celebra el regreso de EE.UU. al Acuerdo de París y el compromiso de Joe Biden de reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. También reconocen la voluntad de China de convertirse en un socio constructivo en las negociaciones climáticas a nivel mundial, pero se muestran preocupados por la dependencia que el gigante asiático mantiene del carbón. Por ello, insisten en que China debería elevar sus objetivos medioambientales, lo que incluye la reducción de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, y no solo las de dióxido de carbono.

Dinero para países en desarrollo

El PE recuerda la promesa de los países desarrollados de recaudar al menos 100.000 millones de dólares anuales para financiar la acción climática en países en desarrollo. Esta cantidad debe incrementarse a partir de 2025, cuando las economías emergentes empiecen a contribuir. Se deberá acordar una hoja de ruta que detalle la contribución justa de cada país desarrollado a este plan de financiación. Además, los eurodiputados quieren asegurarse de que todos los países en desarrollo puedan participar en la COP26, pese a las restricciones por el COVID-19.

Contexto

El Parlamento Europeo presiona desde hace tiempo para conseguir una legislación comunitaria más ambiciosa sobre el clima y la biodiversidad. El 28 de noviembre de 2019, los europarlamentarios declararon la emergencia climática, y en junio de este año adoptaron la Ley del Clima, que transforma el compromiso político del Pacto Verde de alcanzar la neutralidad climática en 2050 en una obligación vinculante para la UE y los Estados miembros. La nueva normativa eleva, además, el objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 del 40% hasta al menos el 55% con respecto a 1990.

En julio de 2021, la Comisión presentó el paquete de medidas “Objetivo 55 para 2030” para ayudar a la UE a alcanzar los objetivos más ambiciosos para 2030.