Albert Lecube y María M. Malagón: "La fuerza de la unión: fomentar el asociacionismo en la lucha contra la obesidad"
Sociedad Española de Obesidad (SEEDO)
12 de enero, 2025
Es clave que las personas con obesidad se sientan respaldadas y animadas a unirse, para avanzar hacia una sociedad más justa, respetuosa e inclusiva
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Albert Lecube, editor de la revista BMI
María M. Malagón, presidenta SEEDO
En un contexto en el que la obesidad sigue siendo una de las enfermedades más prevalentes y menos entendidas, es más necesario que nunca dar voz a quienes la padecen. Porque más allá de las cifras, diagnósticos y tratamientos, la obesidad es también una lucha contra el estigma, la discriminación y la culpabilización injusta. Por ello, fomentar el asociacionismo de los pacientes con obesidad supone un paso clave para transformar esta realidad y conseguir una sociedad más justa, respetuosa e inclusiva.
La obesidad es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial que afecta al 19 % de la población adulta en España. A pesar de tener un impacto devastador en la salud y la calidad de vida, sigue siendo infradiagnosticada, infravalorada y demasiado a menudo interpretada como un “problema de voluntad”. Este enfoque simplista perpetúa estereotipos y dificulta que las personas con obesidad busquen ayuda médica y apoyo comunitario. Además, el hecho de que la obesidad no pase desapercibida, que sea visible, la convierte en un blanco fácil para el juicio social, haciendo aún más difícil que los pacientes se sientan empoderados para alzar la voz.
En este escenario, el papel de las asociaciones de pacientes es fundamental. Estas entidades no solo proporcionan apoyo emocional, sino que también se convierten en un altavoz para reclamar derechos, recursos y visibilidad. Sin embargo, en el caso de la obesidad, el tejido asociativo es sorprendentemente débil en comparación con otras enfermedades crónicas. Y el estigma asociado a la enfermedad es uno de los principales obstáculos pues muchas personas con obesidad se sienten juzgadas y culpabilizadas, incluso por los profesionales sanitarios, lo que genera reticencias a identificarse como pacientes y a unirse a grupos de apoyo. Esta realidad es una pérdida inmensa: sin una voz colectiva, se dificulta la influencia en las políticas públicas y la sensibilización social. Para cambiar esta dinámica, es imprescindible un cambio cultural que reconozca la obesidad como lo que realmente es: una enfermedad crónica que requiere comprensión, respeto y un abordaje integral.
La colaboración entre sociedades científicas, administraciones y pacientes es clave para fomentar este cambio. Iniciativas como el “Día de la Lucha contra la Obesidad”, impulsado cada año por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), contribuyen a visibilizar la enfermedad y a unir fuerzas para hacer frente a los desafíos que plantea. En esta línea, en la jornada celebrada en diciembre de 2024, se ha puesto énfasis en el asociacionismo bajo el lema “En la obesidad, juntos somos más fuertes”.
Este mensaje no puede ser más oportuno: es necesario que las personas con obesidad se sientan respaldadas y animadas a unirse, no solo para defender sus derechos, sino también para compartir experiencias y romper el aislamiento que a menudo acompaña a esta enfermedad.
El empoderamiento de los pacientes pasa por dotarlos de herramientas que les permitan participar activamente en la toma de decisiones que afectan a su salud. Esto incluye proporcionarles formación y recursos para entender su enfermedad, así como crear espacios donde puedan expresar sus necesidades y prioridades. Cuando las personas con obesidad se unan, no solo ganaran visibilidad, sino también legitimidad frente a las instituciones para reclamar medidas como la mejora de la coordinación entre atención primaria y hospitalaria, la financiación adecuada para el tratamiento de la obesidad o campañas de sensibilización que ayuden a desmontar prejuicios.
Este año 2025 se concederá por primera ocasión la “Beca Rey Sancho I de León”, destinada a fomentar la profesionalización de las asociaciones de pacientes con obesidad. Esta iniciativa, financiada conjuntamente por SEEDO y SEEN, no solo reconoce la importancia del tejido asociativo, sino que también busca motivar a los pacientes a tomar un papel activo en la defensa de sus derechos.
El camino es largo, pero no imposible. Las personas con obesidad necesitan saber que no están solas, que su voz importa y que tienen el derecho de vivir libres de estigma y discriminación. Los profesionales sanitarios, las instituciones y la sociedad en general tenemos el deber de acompañarlos en este proceso, rompiendo prejuicios y construyendo un entorno en el que la salud colectiva pueda prosperar.
La obesidad no define quiénes somos, pero el respeto y la igualdad sí deben definir la sociedad que queremos ser. Fortalezcamos el tejido asociativo, apoyemos a los pacientes y trabajemos juntos por un futuro más saludable, inclusivo y justo. Porque, al fin y al cabo, juntos somos más fuertes.
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