Miguel Flavián
Fundador de GM&Co y presidente del grupo de trabajo sobre el Canal Retail de Food for Life-Spain
El Reino Unido es una sociedad con una gran desigualdad social, y el 18 % de los habitantes viven por debajo del umbral de pobreza. Este segmento, lamentablemente, ha ido creciendo y, desde la pandemia, de forma más acelerada, por la disparidad entre el crecimiento de los ingresos de estos hogares y la velocidad a la que han venido subiendo los precios en estos dos últimos años. Por ello, las demandas a los bancos de alimentos han ido creciendo. Según The Russell Group, una ONG que centraliza servicios para los bancos de alimentos, en el año hasta abril de 2023 se repartieron casi un 40 % más de cajas de emergencia con comida para familias necesitadas comparado con el año anterior.
Esta necesidad que tiene la sociedad ha coincidido con el aumento de la importancia de las políticas de responsabilidad con la sociedad y con el medioambiente en los negocios en general, y en los de la cadena alimentaria en particular. Por ello, en los últimos años hemos visto cómo han ido aumentando las iniciativas para colaborar desde las empresas alimentarias con los más desfavorecidos.
Llega el fin de año, y junto con el deseo de celebrar bien las Navidades, aumentan también las iniciativas solidarias, y los supermercados responden a esta sensibilidad de los clientes demostrando empatía con los que menos tienen y, en ocasiones, ayudando a los clientes a ser solidarios. En las siguientes líneas voy a repasar algunas de las iniciativas que más me han llamado la atención.
Me ha sorprendido gratamente ver que ha vuelto a las tiendas una de las iniciativas de Lidl que más me gusta: los puntos de donación de juguetes nuevos.Son unas cajas rojas, bastante grandes, que se ponen tras la zona de cajas de las tiendas, donde los clientes pueden dejar juguetes nuevos, con su embalaje original. El año pasado recogieron 80.000 juguetes que donaron. Y este año, además de las donaciones de los clientes, van a destinar los beneficios de las ventas de dos peluches de animales que aparecen en su spot televisivo a ONGs que trabajan en este ámbito.
Asda, la tercera cadena del país, también reactiva su iniciativa “winter warmer” destinada a gente mayor, y llevándola a cabo igual que el año pasado: durante los meses de noviembre y de diciembre, las personas mayores de 60 años pueden comprar un menú ligero por £1 (una sopa con un trozo de pan, por ejemplo), con café o té ilimitados. Y también pueden pasar todo el tiempo que quieran en la cafetería del restaurante, que es fundamental para ellos primero por una cuestión de salud, dado que pasan un buen rato en compañía, pero además no tienen que tener caliente la casa todo el día, por lo que ahorran en calefacción. Según el análisis del propio Asda, la crisis del coste de la vida está afectando de forma más severa a los pensionistas, y en agosto la diferencia entre sus ingresos y los costes se había reducido en £163 respecto a la diferencia el año pasado.
Y, finalmente, Aldi, el otro discounter alemán del país junto con Lidl, que ha iniciado un programa de colaboración con la ONG Community Shop, mediante el cual distribuirán 2.000 almuerzos de Navidad entre personas necesitadas. La cadena lleva ya un tiempo colaborando con la ONG, donando alimentos que no pueden vender en las tiendas para que sean distribuidos entre bancos de alimentos, y ahora quieren hacer un gesto especial de cara a las Navidades. Aldi empezó a sistematizar las donaciones desde las tiendas en el 2012, y en el 2019 empezaron a colaborar con otra ONG llamada Neighbourly, donando la víspera de Navidad del 2019 unas 44.000 raciones de comida a más de 500 bancos de alimentos.
Y aún tenemos otra iniciativa más este año, donde los fabricantes tienen más protagonismo que en las anteriores. El Rey Carlos ha lanzado “The Coronation Food Project”, que tiene como objetivo recoger donaciones de comida para alimentar a 13 millones de personas estas Navidades. Colaboran grandes fabricantes como 2 Sisters, Bakkavor, Cranswick, Nestlé, y muchos más, y supermercados como Tesco, Sainsbury’s, Waitrose, etc. El proyecto también trata de lanzar la plataforma Fareshare Alliance Manufacturing, que trata de convertirse en un centro de recursos para los bancos de alimentos: las empresas pueden donar alimentos y materiales de envase que se puedan utilizar, pero también pueden poner a disposición de los bancos de alimentos horas de sus trabajadores, que podrán ejercer de voluntarios en los mismos, capacidad de sus instalaciones y equipos, por ejemplo, para distribuir alimentos, y otras actividades más.
Como vemos, hay muchas iniciativas, y la colaboración del sector es amplia. No solamente casi todos los supermercados tienen puntos para recoger donaciones y entregan comida a los bancos de alimentos, sino que también las empresas del sector realizan aportaciones económicas.
En el Reino Unido hay unos 2.000 bancos de alimentos que, lamentablemente, utilizan cada vez más personas.