Consorcio del Grupo Operativo
BIO4TRACE
En los años 60-70 del siglo XX el mundo se transforma a marchas forzadas: la población se va del campo a las ciudades, el trabajo físico disminuye en todos los ámbitos laborales y los gustos culinarios se modifican. También las necesidades alimentarias del mundo cambian: con respecto al porcino, la población empieza a demandar productos con más contenido en proteína y menor en grasa. Esto provoca que, en el marco de la intensificación de la producción porcina, se potencie la producción de cerdos blancos centroeuropeos y británicos, con grandes masas musculares y que habían sido mejoradas con estirpes chinas para tener mayor prolificidad. Como efecto colateral, prácticamente se extinguen las razas autóctonas en toda Europa que, en general, tienen menor prolificidad, menor crecimiento y mayor contenido en grasa. De hecho, se mantuvieron gracias al esfuerzo de unos pocos productores que se empeñaron en mantenerlas como un patrimonio valiosísimo y que no se podía perder de ninguna manera.
España tiene seis razas minoritarias autóctonas en peligro de extinción: Porco Celta, Gochu Astur, Euskal Txerriak, Negro Mallorquí, Chato Murciano y Cochino Negro Canario. Entre todas, apenas llegan a tener 2.500 reproductoras (en un país donde hay más de 2,5 millones de reproductoras), lo que significa que menos del 0,1 % de la cabaña porcina española es autóctona minoritaria. En general, estas razas son locales, las explotaciones son pequeñas con bajo número de reproductoras, y aunque se encuentran en diferentes estadios según la raza que tratemos, como elemento común se hallan en clara desventaja respecto a las razas blancas comerciales en cuanto a desarrollo, profesionalización, selección genética y nivel de comercialización, y no cuentan aún con herramientas genéticas como la biología molecular, soluciones digitales, y no tienen cuota de mercado.
En este contexto, el proyecto BIO4TRACE nace en 2022 y se materializa en 2024 con una intención clara de introducir tecnología y conocimiento en la cría de razas autóctonas españolas. Para ello se forma un Grupo Operativo (GO), con objetivos muy claros: dotar a las tres razas minoritarias que se han agrupado de tecnología genética; crear sistemas de trazabilidad extrema que aseguren que los productos que se comercializan con el nombre de estas razas pertenezcan realmente a ellas; generar programas de cría y selección incluyendo caracteres productivos y de calidad de carne, así como seleccionar animales con mayor capacidad de adaptación a condiciones ambientales extremas de frío y calor; crear bases de datos utilizando nuevas herramientas de Blockchain e IA, y hacer saber al gran público de la existencia de estas razas y sus productos.
El GO ha agrupado distintos elementos funcionales: las asociaciones de tres razas minoritarias, que son las verdaderas protagonistas (ASOPORCEL Asociación de Criadores de la Raza Porcina Celta; CACHAMUR, Criadores Asociados de Chato Murciano, y ASOCIACIÓN DE CRIADORES DE COCHINO NEGRO CANARIO); EYPASA, empresa de comunicación; la FUNDACIÓN TERREO, dando apoyo al Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM), y la empresa PYRAMIS, experta en la gestión de datos y datos en línea. Además de éstas que conforman el GO, se unen instituciones colaboradoras como son MEDRAR, consultoría de I+D+i que ha gestionado y vertebrado el proyecto; la UNIVERSIDAD DE MURCIA, que pondrá la parte técnica genética y productiva, y TRANSMEDIA, que será responsable de generar y gestionar contenidos digitales y audiovisuales.
Entrando en el proyecto en sí, BIO4TRACE pretende dotar a las tres razas minoritarias agrupadas en él de herramientas moleculares que llevan décadas usándose en el porcino de capa blanca, que ayuden a mejorar en distintos aspectos la producción de estas razas y además proporcionen una herramienta de trazabilidad que permita asegurar o incluso certificar la procedencia de productos frescos o elaborados etiquetados con el nombre de la raza minoritaria.
Se pretende usar los análisis de ADN de media (microsatélites), alta (análisis de mutaciones puntuales; SNPs) y ultralta densidad (genotipado completo) para poder seleccionar aquellos reproductores con mayor capacidad de mejora de caracteres productivos numéricos (más animales), de capacidad de crecimiento (más eficiencia productiva), con mejor capacidad de deposición de grasa intramuscular y con mejores perfiles de ácidos grasos (más calidad en el producto). Y que, además de todo esto, nos permita certificar de forma inequívoca y exhaustiva el origen de los productos frescos o procesados y que aumente la confianza de los consumidores (trazabilidad).
Además, en línea con algo que preocupa a productores y consumidores, se pretende seleccionar animales con mayor adaptación al frío y al calor, aumentando así el bienestar de los animales durante el proceso productivo, mejorando los rendimientos de estos animales en condiciones climáticas como las que puede haber en Galicia o en Murcia y Canarias (resiliencia). Todo esto permitirá a las razas minoritarias poder progresar genética y fenotípicamente en base a conocimiento, algo que estaba reservado para las razas mejorantes comerciales, de capa blanca e ibéricos.
Otra parte del proyecto será implementar un sistema de trazabilidad certificada con tecnología blockchain y una capa de Inteligencia Artificial, para garantizar la autenticidad de estos productos, se desarrollará una plataforma de datos pionera en la nube, impulsada por blockchain y enriquecida con IA. Se diseña un modelo colaborativo, interactivo y que permite el flujo del conocimiento y que se pueda fraguar como un ente que una a estas tres razas y las restantes (Porc Negre Mallorquí, Gochu Asturcelta y Cerdo Vasco) en un futuro inmediato. Y dotar a todas estas razas de modelos de predicción basado en los datos.
Y, finalmente, se pretende afrontar el reto de llegada al consumidor para conseguir visibilizar las ventajas y garantías del consumo de la carne producida por estas razas. El GO es consciente de que solo llegando al mercado y a los consumidores las razas pueden sobrevivir, puesto que los ganaderos solo apostarán por el rural si ven futuro, con ingresos justos por su trabajo y sobre todo que la sociedad sepa valorar no solo sus productos de calidad sino todo el trabajo a favor del cuidado del medioambiente y la conservación del paisaje y la biodiversidad. Una proporción muy importante de los consumidores españoles no sabe de la existencia de estas razas, ni de la calidad de sus productos, ni que son claves para el mantenimiento del mundo rural, ni que los tienen a su alcance como productos de Km 0.
Sin duda, este proyecto llega en un momento en el que se hace necesario profesionalizar (que no intensificar) las producciones de razas minoritarias, acercándolas a la tecnología del ADN, desarrollando programas de selección que permitan: mejorar ejemplares, producciones y productos; crear una red colaborativa entre las asociaciones de productores; mejorar el conocimiento y confianza del consumidor en los productos de razas minoritarias; gestionar datos basados en las tecnologías actuales.
Este proyecto debería servir para aumentar la rentabilidad de estas producciones, algo que impulsaría el acceso a jóvenes a su producción, contribuiría a mejorar la economía rural, fijaría población en zonas despobladas y desfavorecidas y contribuiría a mantener el acervo cultural y gastronómico de nuestro país.
Porque nuestras razas autóctonas de cerdo se lo merecen. Porque los ganaderos que se han dejado la ilusión y el esfuerzo en mantenerlas se lo merecen y lo necesitan, permitiendo una renovación generacional. Y porque la diversidad supone salud y fortaleza. Y porque si no nos comemos estos animales se terminarán extinguiendo, así que hay que hacerle saber al consumidor la maravilla de productos que tiene en la puerta de su casa.
Y, quién sabe, quizás sea el embrión de una federación de razas minoritarias españolas, con los ojos puestos en Europa, donde hay muchas más razas minoritarias en peligro de extinguirse. Porque gracias a este proyecto las razas minoritarias españolas empiezan a soñar a lo grande. Y a hacer realidad sus sueños.