El Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del CSIC ha realizado una investigación que muestra cómo el consumo regular de Aceite de Orujo de Oliva puede tener efectos positivos en salud cardiovascular y en patologías asociadas, como la diabetes y la obesidad.
Esta investigación, de cuatro años de duración y cuyos resultados se han publicado en las revistas European Journal of Nutrition, Nutrients y Foods, se ha llevado a cabo mediante dos ensayos clínicos de intervención nutricional aleatorizados, controlados, cruzados y ciegos, en 132 voluntarios sanos y en sujetos de riesgo (hipercolesterolémicos), comparando el efecto del Aceite de Orujo de Oliva con el aceite de girasol y el girasol alto oleico. ORIVA, la Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva, es la promotora de los dos estudios.
La doctora Laura Bravo Clemente, profesora de investigación del ICTAN-CSIC, señala que cuando comenzaron este proyecto “solo se habían llevado a cabo estudios in vitro o preclínicos en animales de experimentación con algunos componentes del Aceite de Orujo de Oliva. Sin embargo, no se conocía el efecto del consumo regular de este aceite en personas”.
Por su parte, la doctora Raquel Mateos Briz, científica titular del ICTAN-CSIC, explica: “Distribuimos aleatoriamente a los participantes en dos grupos para consumir o bien el Aceite de Orujo de Oliva o bien el aceite control durante cuatros semanas. Pasado este tiempo y tras una fase de lavado, se cruzaron los participantes para consumir el otro aceite durante el mismo tiempo, otras cuatro semanas. Los estudios eran ciegos, por lo que los voluntarios desconocían el aceite que nosotros le proporcionábamos en cada etapa y que consumían a razón de 45 gramos al día. Tenían restringido el consumo de otras fuentes dietéticas grasas”. Los aceites control utilizados han sido el aceite de girasol y el aceite de girasol alto oleico, de amplio uso en nuestro país.
Los resultados obtenidos han mostrado los efectos positivos de un consumo regular de Aceite de Orujo de Oliva frente a enfermedad cardiovascular, disminuyendo los niveles de colesterol total, colesterol LDL y la oxidación lipídica (efecto antioxidante). Además, se produjo una reducción del perímetro de cintura y mejoraron biomarcadores relacionados con la resistencia y sensibilidad a la insulina, de importancia dada la asociación de la obesidad y la diabetes tipo 2 con un mayor riesgo cardiometabólico.
En el caso del grupo de consumidores sanos, el beneficio de un consumo regular de Aceite de Orujo de Oliva también se ha trasladado al marcador de estrés oxidativo, considerado como una condición fisiopatológica asociada a un mayor riesgo cardiovascular. Respecto a la diabetes mellitus tipo 2, los resultados del estudio han evidenciado un descenso en los niveles de insulina y en el índice de resistencia a la insulina (HOMA-IR), asociados a un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad, mejorando en cambio la sensibilidad tisular a insulina, lo que podría implicar un menor riesgo de padecer diabetes.