Irene Peñaranda1*, María Dolores Garrido1
*Autor de referencia: irene.penaranda@um.es
1Departamento de Tecnología de los Alimentos, Nutrición y Bromatología, Facultad de Veterinaria, Universidad de Murcia, Espinado, 30100 Murcia, España
El grupo de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Murcia está desarrollando envases sostenibles (bioplásticos) a partir de los residuos de macroalgas del Mar Menor, teniendo en cuenta la percepción y la rentabilidad de los agentes del sector agroalimentario y los consumidores, para fomentar la transición hacia un modelo económico sostenible. Esta investigación, enmarcada dentro del programa Agroalnext, busca generar nuevos sistemas de envasado que fomenten la sostenibilidad y la biodegradabilidad de los productos, al tiempo que promueve la revalorización de biomasa.
Tags: envase sostenible, biodegradable, algas marinas, hidrocoloides, películas comestibles, recubrimiento, industria agroalimentaria, vida útil, Mar Menor, Universidad de Murcia
HACIA UN FUTURO SIN PLÁSTICOS DERIVADOS DEL PETRÓLEO
Garantizar el suministro de alimentos adecuados, seguros, sostenibles y accesibles es un desafío clave para la industria agroalimentaria y la sociedad, lo que implica introducir cambios significativos en los sistemas de producción y consumo. A medida que crece la preocupación por el impacto ambiental de los plásticos convencionales, surge la necesidad de encontrar alternativas innovadoras y ecológicas. Los envases plásticos, ampliamente utilizados por su bajo costo y comodidad, representan un problema ambiental significativo una vez finalizada su vida útil, contribuyendo al cambio climático. Por ello, es necesario desarrollar y aplicar nuevos materiales de envasado sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
Entre estos envases cabe destacar las películas de recubrimiento comestibles por ser una alternativa sostenible a los envases de plástico tradicionales, ya que se producen a partir de materiales renovables y biodegradables tales como polisacáridos, proteínas y lípidos. Estas películas se utilizan principalmente como material para envolver alimentos y protegerlos de la contaminación, pero también pueden prolongar la vida útil de los alimentos frescos.
APROVECHANDO LOS RECURSOS NATURALES: EL PAPEL DE LAS ALGAS MARINAS
Entre los materiales con propiedades gelificantes utilizados para la elaboración de películas comestibles, los hidrocoloides extraídos de algas pardas y rojas, destacan por sus propiedades tecnofuncionales. Sin embargo, las macroalgas verdes han sido poco exploradas en este ámbito, a pesar de su potencial como recurso sostenible, debido a su composición química y estructura más compleja.
En la albufera del Mar Menor se observa una notable acumulación de biomasa de macroalgas verdes, especialmente Caulerpa prolifera y Ulva intestinalis, por su carácter invasor y oportunista. Por tanto, estas especies de macroalgas verdes han sido seleccionadas como materia primara para la producción de bioplásticos, que puedan servir como envases para productos agroalimentarios.
El proceso comienza con la recolección y pretratamiento de las macroalgas (se lavan, secan, trituran y despigmentan), seguido de la extracción de hidrocoloides. Para ello, se han probado diversos métodos de extracción con el objetivo de dar con el que ofrezca el mayor rendimiento y el menor impacto ambiental, así como en el etiquetado (Figura 1), demostrando como los métodos de extracción alcalina con agua y extracción ácida con ácido cítrico, optimizan el rendimiento y la calidad de los hidrocoloides obtenidos, asegurando su viabilidad para aplicaciones comerciales.
DESARROLLO Y BENEFICIOS DE LOS ENVASES BIOPLÁSTICOS
El siguiente paso ha sido la formulación de películas comestibles a partir de los hidrocoloides extraídos. Estas películas se combinan con plastificantes naturales, como el sorbitol, para mejorar sus propiedades mecánicas y de barrera. Las pruebas de laboratorio muestran que estos bioplásticos son una alternativa viable a los plásticos convencionales, permitiendo prolongar la vida útil de los alimentos almacenados.
Entre las ventajas clave de estos envases destacan:
• Reducción del impacto ambiental: la reutilización de algas marinas en descomposición, contribuye a la economía circular y a mitigar la acumulación de biomasa en el Mar Menor.
• Biodegradabilidad: a diferencia de los plásticos derivados del petróleo, estos envases se degradan de forma natural. Estas películas son termorreversibles, por tanto, en alimentos que necesitan ser cocinados la película se funde sin necesidad de ser retirada.
• Buenas propiedades de barrera: con baja permeabilidad al vapor y sinéresis.
• Alto grado de trasparencia: no interfiere en el color del alimento.
PRÓXIMOS PASOS EN LA INVESTIGACIÓN
Hasta el momento, estas películas comestibles se han aplicado en alimentos frescos, como carnes, para evaluar su capacidad de protección contra la contaminación y su efecto en la prolongación de la vida útil. Los resultados han sido prometedores, ya que su aplicación ha logrado extender los días de almacenamiento de estos productos. No obstante, aún queda trabajo por hacer.
En los próximos meses, se realizarán pruebas de almacenamiento en otros productos agroalimentarios, como pescado y queso. Además, se llevará a cabo un estudio de mercado con consumidores y empresas para analizar la viabilidad comercial de estos bioplásticos. Con ello, se busca consolidar esta tecnología como alternativa real al envasado convencional y promover su adopción en el sector agroalimentario.
CONCLUSIÓN
El desarrollo de bioplásticos a partir de residuos de algas marinas representa una solución innovadora y sostenible para el sector agroalimentario. Este proyecto no solo aborda el problema de los residuos plásticos, sino que también aprovecha un recurso natural subutilizado, cerrando el ciclo de sostenibilidad en la producción de envases.
Agradecimientos:
Este estudio forma parte del programa Agroalnext y ha sido financiado por el MCIU con fondos de la Unión Europea NextGenerationEU (PRTR‐C17.I1) y por la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia ‐ Fundación Séneca.