Pink Albatross ofrece helados 100% plant-based y aptos para veganos, elaborados con ingredientes reconocibles, es decir, “que puedes dibujar”, como reza su lema. No contienen gluten, soja, huevos ni lácteos, y logran su cremosidad gracias a una mezcla de leche de coco y pasta de anacardos. Tampoco utilizan ingredientes artificiales, ni potenciadores de sabor, colorantes... Todos los ingredientes se obtienen mediante presión, calor, fermentación o destilación. ¿Un ejemplo? Su helado de menta, que incluye aceite esencial de menta piperita obtenido mediante un proceso de destilación antiguo y 100% natural. Este aceite esencial es blanco y no verde, y esto hace que los helados de menta de Pink Albatross sean de color blanco, en vez de verde como estamos habituados por el uso de colorantes.
La empresa nació en 2018 con la unión de dos personas que, a pesar de haber logrado el éxito laboral en el mundo de las finanzas en Europa y EEUU, buscaban un propósito. Luke Saldanha, uno de los fundadores, es vegano y echaba mucho de menos disfrutar de un helado de calidad. Encontraba alternativas en el mercado, pero ninguna que le satisficiera a nivel de sabor o textura. Por otra parte, Pepe Biaggio, el otro socio, tiene una hija que sufre alergias alimentarias (a la proteína de la leche y del huevo) y a él también le costaba encontrar alternativas que fueran aptas para su hija y a la vez ricas. Sobre todo hablando de postres.
A través de un amigo en común se conocieron y tras un año valorando diferentes opciones y mercados, decidieron fundar Rethink Foods, una compañía con el objetivo de redefinir nuestra relación con la comida haciendo hueco a alimentos más sabrosos, sostenibles y plant- based. O al menos y de momento, a postres. “Nuestro objetivo es unir en torno a un delicioso postre a todas las personas, sea cual sea su dieta y tengan o no intolerancias alimenticias”, aseguran.
En cuanto al proceso de desarrollo del producto, durante más de un año Luke se dedicó a probar recetas con una pequeña heladera en su casa de Nueva York. “Una vez comprobada la viabilidad y calidad del producto, contactamos con un pequeño fabricante y varios proveedores en España que nos ayudaron a escalar el proceso. Poco a poco el proyecto fue creciendo y ahora trabajamos con varios colaboradores: un fabricante, una universidad especializada en food, varios coach… Nuestros copackers en producción son también esenciales a la hora de realizar las pruebas. Pero a pesar del crecimiento, el proceso de nuevos sabores o reformulaciones siempre empieza ‘en casa’. Es nuestro equipo de I+D el que hace las primeras pruebas”, nos explican.
Tal y como señalan, lo complicado no fue hacer un helado vegano, sino hacer un helado vegano de calidad, con un sabor y una textura que mejore al helado tradicional y con ingredientes naturales: ni aromas, ni colorantes, ni ‘E-s’, ni aditivos… Un helado 100% plant-based y clean label. “Hubo que crear formulaciones ad hoc y adaptar la maquinaria específicamente para la producción de nuestro helado”, añaden.
Tras este proceso inicial, la marca se lanzó al mercado en 2019, tras dar con el nombre adecuado. Y es que detrás de Pink Albatross se encuentra la propia historia de los fundadores, acostumbrados a viajar por medio planeta. Así, se vieron reflejados en el albatros, un ave marina que casi siempre se encuentra fuera de su hábitat debido a las enormes distancias que recorre (hasta 1.000 kilómetros al día). Este nombre vincula tres conceptos clave para ellos: naturaleza, descubrimiento y aventura, y además con la palabra ‘pink’ hace un guiño a la expresión inglesa ‘as in pink cheeks’, para referirse a alguien con aspecto alegre y saludable. “Un nombre largo, memorable e icónico dispuesto a cambiar las reglas del helado”, aseguran.
En cuanto a la identidad gráfica, Luke y Pepe explican que con la pandemia y el confinamiento de 2020 la estrategia de la compañía cambió y vieron la necesidad de alinear la estrategia de marca con la de la compañía. “Así, a finales de 2020 realizamos una consultoría estratégica de marca que fue el punto de partida para nuestro rebranding, que se hizo público en marzo de 2021. En ese momento cambiamos nuestra imagen de marca, nuestro packaging y nuestro tono de voz conforme a una estrategia de marca y posicionamiento que nos ha permitido impulsar la expansión comercial de la compañía, el engagement con los consumidores y que refleja de forma fiel los valores, el espíritu y la cultura de Pink Albatross. Para nosotros fue clave encontrar una agencia de diseño que supiera entender nuestro concepto, pero no solo a nivel de diseño, sino de filosofía: el primero debe partir de la segunda”.
“Nuestra identidad nos permite destacar no solo en el lineal, sino que rompemos con algunos estándares de la categoría, lo cual muestra una vez más nuestros valores e inconformismo. En Pink Albatross tenemos una máxima clara: tener un producto excelente y una distribución adecuada son claves para triunfar, pero es igualmente importante activar y desarrollar la marca para conectar con los consumidores. La creación de contenido relevante, el cuidado de la marca y los detalles, las colaboraciones con influencers y otras compañías afines, los eventos, etc. nos han permitido crear una conciencia de marca, construir una comunidad e interactuar con ella. Y nada de esto hubiese sido posible sin ese storytelling y personalidad que son el reflejo de un propósito y una misión clara y definida”.
Tal y como relatan sus responsables, el rebranding fue muy bien recibido por la comunidad de compradores y consumidores. Solo ese año se logró incrementar por cuatro la comunidad en redes y por nueve las interacciones. Y esto se tradujo en ventas: la facturación y los puntos de venta se multiplicaron por cuatro.
“Actualmente seguimos creciendo. En 2022 nuestras ventas y puntos de venta se multiplicaron por tres, ya estamos en Alemania, Portugal, Grecia, Filipinas, etc. y nuestra comunidad de ‘pinkers’ o ‘food fighters’ sigue creciendo. La verdad es que nos sentimos muy optimistas, es una categoría que crece por encima de la media y las alternativas vegetales y naturales empiezan a hacerse un hueco en el mercado. Nuestra prioridad es lograr nuevos puntos de ventas en España en diferentes canales: retail, horeca, specialty… y también estamos trabajando en nuevos mercados internacionales.
Además, de cara a próximas temporadas estamos trabajando en dos posibles nuevos sabores que ampliarían nuestra actual gama de nueve (que ya incluye chocolate, avellana, mango, fruta de la pasión, pistacho, choco-café…). Y ya está en marcha la investigación de nuevos formatos que nos permitan ocupar un mayor hueco de mercado en la categoría”.