Los huevos de gallina fecundados se pueden sexar “olfateando” las sustancias químicas volátiles emitidas a través de la cáscara, según un nuevo trabajo realizado por investigadores de la Universidad de California, Davis (UC Davis) y la startup Sensit Ventures Inc., y publicado en PLOS ONE.
El estudio muestra que es factible clasificar los huevos por sexo, al principio de la incubación, en función de las sustancias químicas orgánicas volátiles, según indica la profesora Cristina Davis, vicerrectora asociada de investigación interdisciplinaria e iniciativas estratégicas en la UC Davis y coautora del artículo.
Los criaderos de gallinas ponedoras clasifican los pollitos por sexo un día después de la eclosión, y los machos se sacrifican inmediatamente. Si los criaderos pudieran identificar el sexo de un huevo al principio de la incubación, miles de millones de huevos macho podrían desviarse a otros usos, reduciendo el desperdicio y el impacto ambiental. Algunos países europeos ya han prohibido el sacrificio de pollitos machos o planean eliminarlo gradualmente.
Las tecnologías que ya están en el mercado dependen de la toma de muestras del huevo a través de un pequeño orificio en la cáscara, o de la obtención de imágenes a través de la cáscara. La tecnología de imágenes es más precisa con huevos más viejos.
Por su parte, el enfoque desarrollado por la UC Davis y Sensit se basa en la detección de las sustancias químicas orgánicas volátiles emitidas por el embrión en desarrollo que se difunden a través de la cáscara.
El primer paso fue averiguar si existe una diferencia detectable de forma fiable entre las sustancias químicas que emiten los embriones masculinos y femeninos.
El laboratorio del Departamento de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial de la UC Davis ha desarrollado una tecnología de chip de detección que se puede usar para recolectar y analizar sustancias químicas orgánicas en el aire. Esta tecnología patentada ha sido licenciada por Sensit, que tiene como objetivo comercializarla para una variedad de aplicaciones, incluidas la agricultura y la medicina. Para conseguir “olfatear” el aire de los huevos sin abrirlos, los investigadores adaptaron ventosas utilizadas para la manipulación industrial de huevos. Las muestras de aire se analizaron con cromatografía de gases/espectrometría de masas, mientras que el sexo de los huevos fue confirmado por análisis de ADN en el laboratorio del profesor Huaijun Zhou en el Departamento de Ciencia Animal de la UC Davis.
“Descubrimos que hay sustancias químicas volátiles en el huevo, un olor que se puede capturar y clasificar estadísticamente”, señala Tom Turpen, presidente y CEO de Sensit Ventures y autor principal del artículo. Con este método, los investigadores pudieron identificar embriones masculinos y femeninos a los 8 días de incubación con un 80 % de precisión, en dos minutos de muestreo.
El muestreo rápido con ventosa se puede realizar en filas para analizar muchos huevos al mismo tiempo. “Creemos que la plataforma de hardware inventada en la UC Davis podría integrarse en los criaderos”, asegura Turpen.
Sensit se fundó en 2015 con el apoyo de la unidad Venture Catalyst de la Oficina de Investigación de la UC Davis. “Ha sido esencial para una pequeña empresa emergente como la nuestra poder acceder a los recursos en el campus”, afirma Turpen.
El trabajo fue apoyado en parte por una subvención de la Fundación para la Investigación Alimentaria y Agrícola (FFAR).
Referencia
Active sampling of volatile chemicals for non-invasive classification of chicken eggs by sex early in incubation. Eva Borras, Ying Wang, Priyanka Shah, Kevin Bellido, Katherine L. Hamera, Robert A. Arlen, Mitchell M. McCartney, Kristy Portillo, Huaijun Zhou, Cristina E. Davis, Thomas H.Turpen. May 22, 2023 https://doi.org/10.1371/journal.pone.0285726