Los cerdos expresan sus emociones a través de diferentes tipos de vocalizaciones, como gruñidos, gritos y chillidos, cada uno de los cuales tiene muchas variaciones más o menos sutiles. Reconocer estos sonidos y las emociones que expresan proporcionaría la información necesaria para que los ganaderos adapten sus intervenciones y aseguren el bienestar de los cerdos durante toda su vida. Es por eso que INRAE, el Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH) y la Universidad de Copenhague han coordinado el desarrollo de un sistema para reconocer las vocalizaciones de los cerdos como parte del proyecto europeo SOUNDWEL. Sus resultados, publicados en Scientific Reports, apuntan a la posibilidad de una herramienta de reconocimiento automático de vocalizaciones para monitorear y mejorar el bienestar de los cerdos en la granja.
Para construir esta herramienta, los investigadores comenzaron recopilando miles de vocalizaciones. Al final, se pudieron analizar más de 7.400 vocalizaciones de buena calidad de 411 cerdos en diferentes laboratorios europeos. Estos sonidos se registraron en 19 contextos diferentes: desde el nacimiento de los cerdos y a lo largo de su vida, en diferentes tipos de crianza en interiores (por ejemplo, en suelos emparrillados o sobre paja) y en mataderos. Estos contextos pueden ser fuentes de emociones positivas (lactancia, reencuentro con otros cerdos...) o negativas (peleas, aislamiento...). Combinando la experiencia de etólogos, bioacústicos para el análisis detallado de la estructura acústica de las vocalizaciones grabadas (frecuencia más o menos alta, pureza del sonido...) y métodos computacionales de inteligencia artificial, los investigadores trabajaron en la clasificación automática de las vocalizaciones según la valencia emocional (emoción negativa o positiva) y la situación en la que se emiten, de cara a la posible actuación del ganadero.
Los resultados muestran que la inteligencia artificial es muy eficaz para reconocer no solo la valencia emocional de las vocalizaciones (91,5% de precisión), sino también la situación en la que se emitieron (82% de precisión).
Al recibir un nuevo sonido, el sistema lo comparará automáticamente con sonidos previamente clasificados para calificarlo. Este sistema podría ser de gran ayuda para los ganaderos ya que podría alertarles en tiempo real si alguna situación requiere su intervención inmediata, como por ejemplo el aplastamiento de un lechón por la madre o peleas repetidas o prolongadas dentro de un grupo, que son una indicación de un problema. También permitiría a los ganaderos reforzar situaciones positivas para los cerdos, ayudándoles a evaluar, por ejemplo, la provisión de nuevos juguetes o infraestructura para mejorar el bienestar de sus animales.
Referencia
Elodie F. Briefer, Ciara C.-R. Sypherd, Pavel Linhart, Lisette M.C. Leliveld, Monica Padilla de la Torre, Eva R. Read, Carole Guérin, Véronique Deiss, Chloé Monestier, Jeppe H. Rasmussen, Marek Špinka, Sandra Düpjan, Alain Boissy, Andrew M. Janczak, Edna Hillmann, Céline Tallet, Classification of pig calls produced from birth to slaughter according to their emotional valence and context of production, Scientific Reports, DOI : 10.1038/s41598-022-07174-8