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Desde Bruselas: recomendaciones sobre cómo mitigar los riesgos y vulnerabilidades de la cadena alimentaria de la UE

Comisión Europea

24 de julio, 2024

Generar confianza, fomentar un enfoque colaborativo y seguir supervisando el suministro de alimentos son los principios de estas recomendaciones



Generar confianza, fomentar un enfoque colaborativo y seguir supervisando el suministro de alimentos: estos principios se encuentran entre el último conjunto de recomendaciones publicadas por el grupo de expertos sobre el Mecanismo Europeo de Preparación y Respuesta ante las Crisis de Seguridad Alimentaria (EFSCM) para mitigar los riesgos y vulnerabilidades que ponen en riesgo las cadenas de suministro alimentario. La publicación establece un marco general de medidas y acciones preventivas que deben adoptarse, común a todos los miembros y observadores. Dado que la seguridad alimentaria es una piedra angular de la soberanía alimentaria, la autonomía estratégica abierta y la resiliencia económica, estas recomendaciones contribuyen directamente al próximo informe sobre la preparación y preparación civil y de defensa de Europa elaborado por el expresidente finlandés Sauli Niinistö.

La cadena de suministro alimentario de la UE ha demostrado su resiliencia y eficiencia en las primeras semanas de la COVID-19 en 2020 y en las perturbaciones comerciales que siguieron a la agresión de Rusia a Ucrania a principios de 2022. Los ciudadanos de la UE pueden tener acceso en todo momento a un suministro suficiente y variado de alimentos seguros, nutritivos, asequibles y sostenibles. Sin embargo, esta situación y el trabajo de todos los actores a lo largo de la cadena no pueden darse por sentados. Varios riesgos y vulnerabilidades podrían amenazar la estabilidad de la que nos estamos beneficiando ahora.

Un informe publicado por el Centro Común de Investigación (JRC) en noviembre de 2023 identificó veintiocho categorías de riesgo (biofísico y medioambiental, económico y de mercado, sociocultural y demográfico, geopolítico e institucional, rendimiento de la cadena de suministro, información y tecnología) y nueve factores principales de vulnerabilidad. Un subgrupo del EFSCM trabajó desde finales de 2023 hasta ahora para elaborar proyectos de recomendaciones para mitigar los riesgos sobre la base de las conclusiones presentadas por el CCI.

El objetivo era acordar un conjunto general de recomendaciones que pudieran adaptarse a todos los actores de la cadena, sentando las bases para posibles análisis futuros, detallados e individuales específicos del riesgo. Se espera que todas las autoridades nacionales y las partes interesadas utilicen el asesoramiento prestado para su propia planificación estratégica, preparación y gestión de crisis.

El informe presenta dos principios generales para mitigar los riesgos, diez medidas estructurales para reforzar la resiliencia a largo plazo de la cadena alimentaria y seis consejos para reforzar la preparación frente a las crisis.

Existe una gran interrelación entre el sector alimentario y todos los demás sectores de la economía para garantizar la seguridad alimentaria europea. Ser capaz de colaborar y adaptarse es clave para abordar los riesgos de manera integral. Hacer pleno uso de las plataformas existentes para compartir información crítica relacionada con los riesgos y las amenazas emergentes, como, por ejemplo, el grupo de expertos en el EFSCM, el panel de control sobre el suministro de alimentos y la seguridad alimentaria y el Sistema de Información del Mercado Agrícola (AMIS) permitirá dar una respuesta colectiva a los retos.

El informe reconoce que el marco jurídico de la UE, incluida la Política Pesquera Común y el conjunto de instrumentos de la Política Agrícola Común, sigue siendo clave para aumentar la estabilidad y la continuidad de la disponibilidad de alimentos. El Grupo también hace hincapié en la necesidad de adoptar medidas sólidas de política industrial, como la Estrategia Industrial de la UE, para reforzar la capacidad de fabricación de insumos y tecnologías esenciales en Europa y en los países socios. Deben evitarse las restricciones y obstáculos injustificados para garantizar el buen funcionamiento del mercado único.

Todas las partes pertinentes deben identificar continuamente los riesgos y seguir desarrollando estrategias para una preparación, mitigación y gestión eficaces de las crisis. El grupo de expertos sobre el Mecanismo Europeo de Preparación y Respuesta ante las Crisis de Seguridad Alimentaria seguirá reuniéndose periódicamente y siempre que sea necesario en caso de emergencia.

 

Antecedentes

En respuesta a la creciente incertidumbre y a los retos que amenazan los sistemas alimentarios de la UE, la Comisión Europea adoptó en noviembre de 2021 un plan de contingencia para garantizar el suministro de alimentos y la seguridad alimentaria en tiempos de crisis. Destacó los ámbitos de mejora identificados durante la pandemia de COVID-19, los principios que deben respetarse en tiempos de crisis y la creación de un Mecanismo Europeo de Preparación y Respuesta ante las Crisis de Seguridad Alimentaria.

El grupo de expertos del EFSCM está compuesto por autoridades nacionales de los 27 Estados miembros de la Unión Europea, activas en los ámbitos de la agricultura, la pesca, la acuicultura, la política sanitaria o la seguridad alimentaria. Incluye 14 autoridades nacionales adicionales de países no pertenecientes a la UE (AELC, Balcanes Occidentales, microestados) cuyas cadenas de suministro alimentario están muy integradas en las de la UE. 30 organizaciones de partes interesadas participan como miembros y 16 como observadores. Estos representantes proporcionan la perspectiva de todas las etapas de la cadena de suministro alimentario, incluida la de los proveedores de insumos, los operadores de envasado y transporte.

La Comisión convoca al grupo de expertos dos veces al año para mejorar los niveles de preparación. También se convocan reuniones en caso de acontecimientos o riesgos excepcionales, impredecibles y a gran escala que puedan amenazar el suministro o la seguridad alimentaria de la UE. Este fue el caso, por ejemplo, en marzo y mayo de 2022 para evaluar el impacto de la agresión de Rusia a Ucrania en la seguridad alimentaria y el suministro de alimentos en la Unión; en septiembre de 2022, para hacer frente al aumento de los precios de la energía y la inflación; y en febrero de 2024 para debatir el posible impacto en la cadena de suministro de los ataques de los rebeldes hutíes en el Mar Rojo.

Desde su creación, el EFSCM ha puesto en marcha el cuadro de indicadores sobre el suministro de alimentos y la seguridad alimentaria, ha publicado dos informes sobre el estado de la seguridad alimentaria en la UE, ha llevado a cabo un estudio sobre los riesgos y vulnerabilidades en la cadena de suministro alimentario de la UE y ha publicado dos series anteriores de recomendaciones sobre formas de reforzar la diversidad de las fuentes de suministro y sobre la comunicación de crisis.

 


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