La comunidad agrícola europea esperaba con impaciencia el inicio político del segundo semestre del año. El consejo informal de ministros de Agricultura, celebrado en Coblenza (Alemania) hace unos días, trató temas esenciales para el sector en un contexto muy incierto por la evolución de la pandemia de Covid.

Los presidentes de Copa Cogeca, Joachim Rukwied y Ramón Armengol, tomaron la palabra para pedir a los ministros presentes que tengan en cuenta las lecciones aprendidas de la primera ola de la crisis, especialmente ahora, que se van a debatir la PAC y el Pacto Verde Europeo.

“El estallido de la pandemia de coronavirus sigue causando un impacto dramático en las zonas rurales de la UE, con consecuencias inmediatas y a medio y largo plazo en muchos sectores, como reconoce la Comisión”, dijo el presidente de Copa, Joachim Rukwied, antes de añadir que “la respuesta de la UE debe basarse en un programa de recuperación económica sólido y robusto que tome en consideración una mayor sostenibilidad, una respuesta al cambio climático y una mejor protección de la biodiversidad”. En este sentido, Rukwied aseguró que “la Unión Europea debería seguir esforzándose por mejorar el mercado único y el funcionamiento de la cadena de suministro de la industria alimentaria”.

El presidente del sindicato de agricultores señaló que, a pesar de la reapertura parcial de determinadas actividades económicas en la UE, la situación del mercado en la mayoría de los sectores no se ha recuperado, por lo que se necesitan más medidas de gestión del mercado para ayudar a estos sectores y a los agricultores. Rukwied también subrayó los tres puntos clave que han de tenerse en cuenta para abordar el Fondo de Recuperación y la planificación de la futura PAC: se trata de la seguridad de la alimentación de la UE, la competitividad agrícola y los ingresos dignos para los agricultores.

Por su parte, el presidente de Cogeca, Ramón Armengol, se centró en aspectos concretos del bienestar animal, una cuestión importante en la agenda ministerial alemana. Abordando las posibles propuestas de la UE sobre el bienestar animal, Armengol señaló que “aunque es posible que los consumidores paguen más por productos favorables al bienestar animal, no hay evidencia de que tal prima se transferiría a los agricultores que realicen la inversión y, por tanto, se pedirán estudios al respecto”.

El presidente de Cogeca también remarcó que se han hecho acusaciones falsas al sector ganadero y que son muy necesarias nuevas campañas de comunicación como MeatTheFacts, donde se congregan varias partes interesadas para garantizar una comunicación equilibrada y una mejor comprensión del sector y de los estándares de producción ganadera de la UE.

Sobre el tema del transporte de animales, Ramón Armengol destacó que “cuando la legislación de la UE es aplicada correctamente, tiene un impacto positivo en el bienestar de los animales”. Por ello, abogan “por una aplicación plena y armonizada de esta legislación en todos los Estados miembros, teniendo en cuenta que algunos casos de incumplimiento dentro de los Estados pueden estar relacionados con áreas geográficas específicas, o condiciones políticas o climáticas”.

Durante su reunión con la presidencia alemana y los ministros de agricultura de la UE, los dos presidentes también abordaron cuestiones clave, como el fomento de la resiliencia climática, las prácticas comerciales desleales y el etiquetado de origen.

Luis Planas: “La seguridad alimentaria se basa en cadenas de suministro estables y sostenibles”

Durante la reunión en Coblenza, el ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha destacado que el mantenimiento de los flujos comerciales dentro y fuera de la UE ha sido clave para garantizar la seguridad alimentaria de la población durante la crisis.

El ministro ha remarcado que, de cara al futuro, las cadenas de suministro, además de estables, tienen que ser cada vez más sostenibles, en sintonía con el cumplimiento de los objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y de lucha contra el cambio climático.

Para Planas, otro de los desafíos de la pandemia ha sido el flujo de trabajadores migrantes: España considera importante una reflexión que garantice aunar la salud de las personas con la demanda de mano de obra para recoger las cosechas. También ha apuntado que, aunque es necesario mantener cierto nivel de autoabastecimiento en los principales suministros, no se deben aplicar fórmulas aislacionistas que dificulten la llegada de productos necesarios de la UE o que puedan suponer trabas al comercio internacional comunitario, primer exportador mundial de alimentos.