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Las bodegas europeas integradas en el Comité Europeo de Empresas Vitivinícolas (CEEV), al que también pertenece la Federación Española del Vino (FEV), han exigido que se mantenga al vino fuera del actual conflicto comercial entre la UE y EE.UU., motivado principalmente por los aranceles al acero y al aluminio.
De esta forma, el sector se opone firmemente a la inclusión de los vinos estadounidenses y otras bebidas alcohólicas en el listado de contramedidas de la Unión Europea para aplicar aranceles a productos norteamericanos, destacando que, una vez más, el vino, junto con otros productos agroalimentarios, se convierte en rehén de una disputa comercial ajena a su sector.
Desde la patronal europea se señala que el comercio de vino entre la UE y EE.UU. es fundamental para la sostenibilidad del sector vitivinícola en ambos lados del Atlántico y debe ser protegido y promovido. “Las represalias arancelarias generan incertidumbre económica, provocan despidos, retrasan inversiones y aumentan los precios a lo largo de toda la cadena de suministro y, al final, son las empresas y los consumidores tanto de la UE como de EE.UU. quienes asumirán estos costes”, han apuntado desde el CEEV.
Desde la Federación Española del Vino, su director general, José Luis Benítez, ha reaccionado también al anuncio del presidente Donald Trump de imponer un arancel del 200 % a vinos y otras bebidas alcohólicas procedentes de la UE. “Una medida así sacaría a los vinos españoles y europeos de todo el mercado de EE.UU y es algo que no nos podemos permitir”, ha señalado Benítez, que ha urgido al gobierno de España y a la UE a ponerse a negociar cuanto antes y resolver las disputas comerciales que ya existen con otros productos como el acero y el aluminio.
Igualmente, ha pedido a la Comisión Europea que proteja la vitalidad económica y la diversidad del sector vitivinícola eliminando el vino de la lista final de represalias para que no sea utilizado como palanca en disputas comerciales no relacionadas: “El vino no puede ser moneda de cambio”. En 2024, Estados Unidos fue el segundo mercado para los vinos tranquilos españoles envasados y el primero para los vinos espumosos. En total, a lo largo del pasado año se exportaron vinos desde España a EE.UU. por un valor total de 390 millones de euros.
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