Etiquetas de vino

Cientos de millones de etiquetas podrían ser destruidas tras un cambio de último minuto en las normas de etiquetado de vinos

CEEV

28 de noviembre, 2023

La Comisión ha publicado unas nuevas Directrices que introducen varios cambios, como por ejemplo la presentación de los códigos QR



Las Directrices de la Comisión Europea sobre las nuevas normas de etiquetado de vinos, publicadas el pasado viernes 24, incluyen, a solo dos semanas antes de la aplicación de las nuevas reglas, una nueva interpretación de la legislación de la Unión Europea que afecta a la apariencia de las etiquetas. El Comité Europeo de Empresas de Vinos (Comité Vins - CEEV) hace un llamado a una modificación urgente de las Directrices para evitar la destrucción de cientos de millones de etiquetas de vino que ya han sido impresas o que se encuentran en los estantes.

El Reglamento (UE) 2021/2117, publicado el 6 de diciembre de 2021, requiere que a partir del 8 de diciembre de 2023, se etiqueten obligatoriamente la lista de ingredientes y la declaración nutricional de los vinos y productos de vino aromatizado. Sin embargo, la legislación permite a los productores ofrecer la declaración nutricional completa y la lista de ingredientes de manera electrónica (etiquetas electrónicas).

Las empresas acogieron con satisfacción esta nueva regulación que proporcionaba una forma adaptada de informar a los consumidores y se comprometieron firmemente a implementarla rápidamente. "Dado el tiempo necesario para preparar la información, modificar el diseño de las etiquetas y imprimirlas, las empresas de vinos de la UE comenzaron a prepararse hace muchos meses para cumplir con el plazo. Estimamos que hoy se han impreso varios cientos de millones de etiquetas, muchas de las cuales ya están en los estantes", explicó Mauricio González Gordon, Presidente de CEEV.

De buena fe y en cumplimiento del Reglamento (UE) 2021/2117 y de toda la información oficial disponible, la gran mayoría de los operadores de vinos decidieron identificar los códigos QR con el símbolo ISO 2760 registrado, que es universalmente conocido para identificar un lugar donde se puede encontrar información. Pero el pasado 24 de noviembre la Comisión publicó sus Directrices, que contienen una nueva interpretación de la regulación CMO del vino que establece que la presentación de un código QR debe ser clara para los consumidores en cuanto a su contenido, que el código QR debe identificarse en la etiqueta con el término "ingredientes" y añade incertidumbre sobre el régimen lingüístico a aplicar.

Al hacerlo, la nueva interpretación de la Comisión socava drásticamente el principio de seguridad jurídica y de expectativa legítima para los operadores económicos, e ignora la voluntad política expresada por los co-legisladores en la adopción del Reglamento (UE) 2021/2117. La publicación de las Directrices a solo dos semanas antes de la entrada en vigor hace imposible que los operadores económicos se adapten, y también ignora el principio de proporcionalidad entre la libre circulación de mercancías, la competitividad y la información al consumidor.

"No podemos aceptar una nueva interpretación, publicada 14 días antes de la fecha de aplicación, que implicará, por un lado, la destrucción de cientos de millones de etiquetas que ya han sido impresas y, por otro lado, nuestra incapacidad para imprimir nuevas etiquetas a tiempo para cumplir con la nueva fecha límite de regulación. Por lo tanto, solicitamos a la Comisión que modifique urgentemente las Directrices", agregó el Presidente de CEEV.

Además de la inverosímil rapidez para publicar una interpretación que afecta a las prácticas de etiquetado, CEEV también está en fuerte desacuerdo con la interpretación de la Comisión en sí. En la misma línea, la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo y varios Estados miembros (entre ellos España, Italia, Francia y Portugal) han comunicado oficialmente sus preocupaciones a la Comisión Europea y su apoyo a la interpretación de CEEV.

"La interpretación de la Comisión genera más incertidumbre que cualquier otra cosa y deja a las empresas de vinos en la oscuridad sobre qué hacer ahora", dijo Ignacio Sánchez Recarte, Secretario General de CEEV.

"La interpretación es pura burocracia. Va en contra del espíritu del Reglamento, pone en peligro el mercado único de los vinos e interpreta de manera desproporcionada las Regulaciones CMO e Información Al Consumidor. La interpretación elimina la principal ventaja del sistema de etiquetado electrónico. Estamos evaluando todas las posibles vías para salvaguardar el mercado único y los intereses de las empresas de vinos al tiempo que proporcionamos información adecuada a los consumidores", añadió.


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