Los europeos abusan de las grasas saturadas, el sodio, los azúcares libres y los productos energéticos. Reducirlos contribuiría a combatir enfermedades crónicas derivadas de dietas poco saludables; a cambio, el consumo de fibra y potasio debería ser más alto en la mayoría de las poblaciones adultas.

Estas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el asesoramiento científico de la EFSA -Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria- relacionado con la creación de perfiles nutricionales, recientemente publicado. En el estudio, expertos nutricionistas han identificado los nutrientes y los componentes alimentarios no nutricionales que tienen importancia para la salud pública de los europeos, los grupos de alimentos que desempeñan una función importante en las dietas europeas y los criterios científicos para orientar la elección de nutrientes para la creación de perfiles nutricionales.

La Comisión Europea había solicitado en su día el asesoramiento científico de la EFSA para fundamentar el desarrollo de un sistema comunitario para el etiquetado nutricional en la parte delantera de los envases, así como las condiciones para limitar las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos. Es importante señalar que la EFSA no evaluó ni propuso un modelo concreto de creación de perfiles nutricionales para ninguno de estos fines.

¿Qué criterios científicos se deberían utilizar para orientar la elección de nutrientes en la creación de perfiles nutricionales?

La elección de los nutrientes estará basada en su importancia para la salud pública, cuando un consumo excesivo o deficitario se asocia a efectos adversos para la salud. Pueden incluirse también en tanto que marcadores de otros nutrientes de importancia para la salud pública o para priorizar el consumo de determinados alimentos dentro de la misma categoría alimentaria.

¿Qué nutrientes se podrían tener en cuenta en los modelos de perfiles nutricionales?

El consumo de grasas saturadas, sodio y azúcares libres y añadidos superan las recomendaciones dietéticas en la mayor parte de la población europea; este consumo excesivo se asocia a consecuencias perjudiciales para la salud. Además, la elevada tasa de sobrepeso y obesidad en Europa indica que una disminución del aporte energético también sería recomendable.

Por otra parte, el consumo de potasio y fibra es insuficiente, lo que se asocia a efectos perjudiciales para la salud. También es insuficiente el consumo de hierro, calcio, vitamina D, folato y yodo, cuyo aporte debe proceder de ciertos alimentos, si bien esto no suele ser suficiente.

¿Cuáles son los principales grupos de alimentos que contribuyen a las dietas europeas?

Podemos citar alimentos ricos en almidón (sobre todo cereales y patatas), frutas y verduras, legumbres, leche y productos lácteos, carne y productos cárnicos, pescado y marisco, frutos secos y semillas, y bebidas no alcohólicas. No obstante, las funciones dietéticas y las contribuciones de los diferentes grupos alimentarios varían entre los diferentes países.

¿Qué grupos de alimentos se recomiendan a escala nacional?

Las diferentes normativas de los países europeos promueven el consumo de cereales integrales, frutas y verduras, frutos secos y semillas, leche y productos lácteos desnatados, pescado y agua. Se desaconseja el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares o sodio sometidos a transformación alimentaria.

También aconsejan el consumo regular de legumbres en sustitución parcial de la carne, especialmente roja y procesada, y el consumo de aceites vegetales ricos en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas (aceite de oliva, girasol, maíz y colza), frente a las grasas ricas en saturados (aceites de palma y coco, mantequilla y otras grasas animales).

¿Se pidió a la EFSA que creara perfiles nutricionales para el etiquetado en la parte delantera de los envases y que limitara las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos? ¿Por qué la EFSA no ofrece asesoramiento completo sobre cómo deben crearse los perfiles nutricionales?

La Comisión Europea propondrá el modelo de creación de perfiles nutricionales que se utilizará para estos dos fines diferentes.

El ejecutivo comunitario solicitó asesoramiento científico únicamente sobre algunos aspectos específicos: identificación de los nutrientes y componentes no nutricionales, como energía o fibra alimentaria, que tienen importancia para la salud pública de las poblaciones europeas; los grupos de alimentos que desempeñan una función importante en las dietas europeas, y los criterios que pudieran orientar la elección de nutrientes y componentes alimentarios no nutricionales para los modelos de perfiles nutricionales.

Sin embargo, no se preguntó a la EFSA si deberían establecerse perfiles nutricionales para los alimentos o para las categorías de alimentos; acerca de un método para calcular perfiles; acerca de la elección de la cantidad de referencia o la base para los perfiles nutricionales, o acerca de la viabilidad y la evaluación de modelos de perfiles nutricionales.

La EFSA abordó estos aspectos en 2008 en relación con el establecimiento de perfiles nutricionales para alimentos que incorporaban declaraciones nutricionales y de propiedades saludables, pero quedaron fuera del ámbito de aplicación en 2022.

Contexto

Entre noviembre de 2021 y enero de 2022, la EFSA celebró una consulta pública sobre el proyecto de dictamen, lo que generó 529 comentarios de 83 organizaciones y personas de 21 países.

Como parte de la estrategia “De la granja a la mesa”, la Comisión Europea pretende proponer una revisión de la legislación existente sobre el suministro de información alimentaria a los consumidores a finales de este año. La aportación científica de la EFSA, así como las pruebas recogidas por la Comisión, fundamentará la propuesta del ejecutivo comunitario.