El Fórum Evolución de Burgos acogió el III Congreso de la Industria Alimentaria de Castilla y León los pasados días 23 y 24 de mayo. El encuentro estuvo organizado por Vitartis, la asociación que representa a la industria agroalimentaria de Castilla y León, que cuenta con 145 socios (empresas, centros tecnológicos y universidades) y agrupa a más del 40 % de la facturación y del empleo del sector en la región.
El Congreso, que este año tiene como lema “Crecer haciendo crecer”, reunió a unas 300 personas y contó con un amplio programa en el que 30 empresarios y expertos analizaron las distintas vías de crecimiento para el sector. Contó con el apoyo institucional de la Diputación de Burgos, el Ayuntamiento de la capital, la Junta de Castilla y León, Santander Agro y Marsh.
La inauguración oficial estuvo a cargo del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, acompañado por el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas. Por su parte, Santiago Miguel Casado, presidente de Vitartis, aseguró durante la apertura que “la industria alimentaria de Castilla y León goza de buena salud. Nuestra Comunidad cuenta con un sector agroalimentario muy dinámico y competitivo, generador de empleo y bienestar, que aporta el 30 % de la cifra de negocio industrial como primera rama de actividad de la industria”.
El presidente de Vitartis hizo hincapié en que “fortalecer el sector agroalimentario es apostar decididamente por el desarrollo de la Comunidad y particularmente del medio rural, debido a la estructura capilar del propio sector y a su asentamiento en los medianos y pequeños municipios”.
CRECIENDO CON LAS PERSONAS
La primera jornada del Congreso arrancó con la ponencia de Inma Puig, psicóloga experta en formación y desarrollo de equipos, que en su ponencia ‘Creciendo en Comunicación’ abordó cuestiones como la importancia de la gestión de las personas dentro de las organizaciones, cómo retener el talento o el trabajo en equipo.
A continuación, tuvo lugar la ponencia «Creciendo con eficiencia financiero-fiscal», de Cristina Mora-Gil, Directora de Private Wealth y planificación patrimonial del Santander.
Siguió la mesa redonda ‘Creciendo con las personas’, moderada por Roberto Rodríguez, CEO de Dathum, y con la participación de Javier Dueñas, CEO de Campofrío España; Pilar Damborenea, CEO de General Mills; y Fernando Renta, director general de Chocolates Lacasa.
Los ponentes coincidieron en destacar la importancia de trabajar para que el sector sea atractivo y mantener el orgullo de pertenencia que se tuvo durante la pandemia. Para ello, dijeron, “es preciso llegar a los jóvenes, entender sus necesidades y evolucionar en la forma de trabajar”. También pusieron de relieve que “la IA va a sustituir a ciertos trabajos realizados con la cabeza, pero no tanto a los que hacemos con las manos”.
Y Pilar Damborenea abogó por poner el foco en la creación de valor: “Cuanto más valor creemos, y si la gente está dispuesta a pagar más por nuestros productos, mejores puestos de trabajo podremos crear y más atractivo será el sector”.
Seguidamente, Juanma López Iturriaga, exjugador de baloncesto y experto en liderazgo, habló sobre ‘Dirigir o liderar’, haciendo hincapié en la importancia que tiene “estimular a un equipo ganador, en un ambiente positivo y adaptable”.
CRECIENDO EN INNOVACIÓN Y EN SOSTENIBILIDAD
Por otra parte, en la mesa ‘Creciendo en innovación y tecnología’, intervinieron María Carmona, fundadora de Amaritta, Grupo Bimbo; Henrik Stamm Kristensen, founder and CEO de Blendhub; y Ana Cano, CEO de Eurosemillas. La mesa tuvo como moderador a Pedro Prieto, director general de Be Food Lab. Todos ellos pusieron de manifiesto cómo la innovación está redefiniendo la producción y la distribución de una nueva industria alimentaria más sostenible, eficiente y de productos más saludables. Y han explicado desde un punto de vista práctico cómo han integrado las nuevas tecnologías (inteligencia artificial, blockchain, learning machine…) y cómo abordan el futuro de la digitalización.
Por otro lado, los ponentes subrayaron cómo la innovación abierta, la colaboración de las empresas con las universidades y centros tecnológicos, es parte de la solución de retos específicos de la industria.
En el caso de Ana Cano, recordó que una de las principales innovaciones desarrolladas por Eurosemillas en los últimos años, de forma conjunta con la Universidad de California, fue la obtención de una mandarina sin semillas, una innovación que ha revolucionado el mundo del cítrico porque protege al medio ambiente y a las abejas.
“En el caso de la obtención de variedades, destacan las nuevas técnicas de mejora genética, que vienen a sustituir al mundo de los transgénicos y van a suponer un cambio radical en cómo vamos a producir los alimentos” —aseguró—. “Está demostrado que los productos obtenidos mediante estas técnicas no dañan la salud, y están a punto de terminar de aprobarse en Europa. Si el proceso de aprobación es lento, nos va a hacer menos competitivos respecto a otros países más ágiles”.
Henrik Stamm Kristensen ofreció ejemplos de diversos proyectos de nutrición personalizada desarrollados por Blendhub, tanto con empresas de la industria como Siemens, o del retail, como con gobiernos (por ejemplo, con el Word Food Programme y el gobierno de Colombia). Además, defendió la importancia de la trazabilidad y la transparencia, para que los consumidores sepan exactamente qué ingredientes contienen los alimentos que se llevan a la boca.
Por su parte, María Carmona explicó que desarrollaron un producto innovador para responder a una necesidad de los consumidores: “Un pan de molde que no tiene alérgenos, sin gluten, sin lactosa y sin huevo, que además es alto en fibra, sin azúcares añadidos, tierno y con una vida útil similar a la del resto de panes de molde. Lograrlo requirió innovación no solo respecto a su formulación, sino para adaptarlo a una producción industrializada”.
La siguiente mesa, dedicada a la sostenibilidad, puso de manifiesto el compromiso de las industrias agroalimentarias con esta cuestión y la necesidad de implementar ciertas prácticas más allá del cumplimiento de lo establecido por la ley. Moderada por Andrés Ferrer, CEO de Omawa, participaron como ponentes Rosa Vañó, CEO de Castillo de Canena; Albert Morera, director general de la división porcino de Vall Companys; y Félix Eguía, presidente del Grupo Eguía Los ponentes destacaron la importancia de los retos que supone para las empresas este compromiso con la sostenibilidad y cómo lo valora el cliente, ya que a veces no está en sintonía el valor que percibe con el esfuerzo realizado.
La última mesa del primer día estuvo dedicada a las marcas de calidad e intervinieron Luis Castro, Presidente de la IGP Cecina de León; Miguel Udina, Presidente de la DOP Sierra de Salamanca, y Samuel Moreno, Presidente de la marca de garantía Torreznos de Soria. Moderó Silvia García, periodista de El Norte de Castilla.
CRECIENDO EN DIMENSIÓN
La segunda jornada comenzó con la ponencia “Creciendo en creatividad”, de Andoni Aduriz, Chef de Mugaritz.
A continuación, la mesa de análisis ‘Creciendo en dimensión’ contó con Ignacio Silva, CEO de Deoleo y presidente de la Federación de la Industria Alimentaria y Bebidas (FIAB); Alberto Rodríguez-Toquero (Mahou-San Miguel), y Rocío Hervella (Prosol), que ha moderado el periodista José Luis Martín (RtvCyL).
Silva reclamó que “las políticas europeas de la nueva legislatura protejan la unidad interna de los mercados nacionales”. En su opinión, “la imposición de impuestos sectoriales y las normativas regionales afecta la cohesión del mercado, por lo que los legisladores deben asegurar coherencia en la aplicación de nuevas normas en todos los Estados miembros”.
El presidente de FIAB afirmó, además, que las políticas europeas deben “necesariamente estimular la inversión, la innovación, así como avanzar en acuerdos de libre comercio con terceros países que favorezcan los intereses de las empresas europeas y españolas”.
En cuanto a Alberto Rodríguez-Toquero, recordó que “las industrias alimentarias estamos muy cerca del mundo rural, nuestra producción es local. En nuestro caso concreto, compramos en España el 94 % de nuestras materias primas y cuando hemos integrado nuevas empresas en el grupo hemos mantenido sus centros de producción y hemos invertido en ellos. Consideramos que esta proximidad, esta capacidad de estar más cerca de nuestros consumidores y clientes, de generar prosperidad de una manera más capilar, es algo objetivamente bueno”.
También destacó que su planta de Burgos ha sido pionera en un proyecto de eficiencia energética en colaboración con su vecino, Verallia: “Aprovechamos el calor residual de sus hornos de fundición de vidrio para cuando nosotros necesitamos calor y con ello logramos reducir el consumo de gas y las emisiones”.
Por su parte, Rocío Hervella reclamó el reconocimiento oficial del “segmento de las medianas empresas, las que facturan entre 50 y 500 millones, siguiendo el ejemplo de otros países como Alemania y Francia, que han conseguido mejorar la productividad y el crecimiento económico”.
“Se trata de un colectivo —añadió— que concentra a 1.800 empresas en España, que suponen el 18% del PIB y que, en muchos casos, necesitan ese apoyo para dar el salto y poder competir con las grandes compañías”. Hervella recordó que Castilla y León apenas cuenta con 140 grandes empresas.
CRECIENDO EN LAS ZONAS RURALES
El siguiente debate, “Creciendo en las zonas rurales”, contó con Carmen Lence, CEO de Grupo Leche Río, y Óscar Caso, veterinario, ganadero y escritor, y estuvo moderada por Máximo Gómez, CEO de Grupo Campo Comunicación. Los ponentes reivindicaron la importancia de luchar contra la desconexión entre el mundo urbano y el mundo rural. En este sentido, Carmen Lence defendió que hay que ser perseverantes en educar sobre lo que significa el mundo rural y luchar contra los mitos: “Granito a granito vamos haciendo la diferencia”, afirmó. También recordó que el sector rural y la producción láctea se enfrentan a amenazas como la edad media de ganaderos y agricultores, establecida en los 55 años, o la dificultad para atraer la mano de obra y retener el talento: “Hoy en día hay un 16 % de la población en el mundo rural, pero se supone que para el año 2050 solo habrá un 3%”.