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La inquietud de Aponiente, con el chef Ángel León al frente, por seguir observando e investigando nuevos ingredientes y productos de la gran despensa del mar le ha llevado a descubrir el “cereal marino”.
El “cereal marino” es la semilla de una planta acuática llamada Zostera marina. No es un alga, sino una fanerógama marina (en Europa tan solo existen cuatro tipos diferentes) que pertenece a un grupo de plantas considerada por científicos y biólogos como superiores (con semillas, flores, rizomas, etc.) que curiosamente nacen bajo el mar y se alimenta de agua. Además, desempeñan funciones biológicas y ecológicas clave, siendo “arquitectas” de ecosistemas.
“Desde hace más de una década todo el equipo de Aponiente seguimos trabajando con la responsabilidad de dar a conocer y aprovechar la gran despensa que es el mar, integrando nuevos productos y alimentos a la dieta humana que todavía siguen ocultos como grandes tesoros bajo el mar. Nuestro sueño es que el mar forme parte de la dieta de todas las personas y esperamos poder conseguirlo poco a poco”, asegura el chef Ángel León.
El objetivo, seguir aprovechando todos esos ingredientes que hagan de la alimentación de origen marino un recurso sostenible, innovando y aportando valor al sector de la gastronomía y a la sociedad.
El equipo de I+D de Aponiente lleva más de 3 años investigando junto a la Universidad de Cádiz y otras entidades científicas la Zostera marina y sus semillas, “el cereal marino”, logrando cultivarlo por primera vez en la historia en un entorno controlado, un proyecto gracias al cual han podido determinar su viabilidad para el consumo humano. Por ahora, un total de 3.000m2, en el Parque Natural Bahía de Cádiz. Un proyecto pionero en el mundo, que además podría cambiar el mapa global del planeta siendo posible el cultivo en zonas que solo tienen acceso a agua salada.
Además, se ha podido constatar que el “cereal marino” o “arroz marino” como lo llaman algunos, no solo se puede utilizar para consumo humano, sino que tiene unas propiedades nutritivas únicas, convirtiéndose en un nuevo superalimento.
La productividad de cultivar el futuro y su protección
El estudio llevado a cabo demuestra que el cultivo del “cereal marino” tiene menores necesidades y requerimientos técnicos y económicos para su cultivo que otros cereales comunes, siendo además muy productivo.
En relación a esto último, se obtienen hasta 5 espigas por planta, superando así en 30 veces el potencial de una extensión de selva tropical. La estimación de rendimiento en estado silvestre es de 5 a 7 toneladas por hectárea, similar a la producción de otro tipo de cereales.
Por otro lado, los costes de su cultivo son bajos debido a que el “cereal marino” es una planta perenne, por lo que no es necesario resembrar anualmente los cultivos. Además, no requiere pesticidas debido a que no hay plagas, no sufre de enfermedades conocidas ni requiere abonos. Por añadidura, el agua de mar circula constantemente y se puede utilizar y aprovechar el sobrante para otros usos que generan retorno.
El cultivo más sostenible del mundo. Un paso más en el compromiso de Aponiente con la naturaleza y el medio ambiente
La sostenibilidad ha sido y es parte imprescindible del ADN de Aponiente desde sus inicios. Los estudios realizados por el equipo de investigación de Aponiente avalan que el cultivo de zostera marina, y por tanto del cereal marino, es el más sostenible conocido hasta la fecha, generador además de gran biodiversidad marina.
Se ha demostrado que no necesita nutrientes adicionales si se recircula agua de mar y es generador de biodiversidad ya que produce oxígeno subacuático, lo que genera gran vida marina a su alrededor. Además, fija el sustrato y evita la erosión del fondo marino, reduce el impacto del oleaje y retiene sedimentos, es refugio y zona de reproducción marina para algunas especies (peces de interés comercial, caballitos de mar, crustáceos como camarón, etc.) y además reduce la acidificación (descenso del Ph) del océano.
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