^{Alberto Herranz
Director de INTERPORC (Interprofesional del Porcino de Capa Blanca)}

Hace un año, cuando presentamos los resultados del porcino de capa blanca en 2022, desde INTERPORC ya indicamos que las cifras comenzaban a mostrar el inicio de un cambio de ciclo en nuestro sector.

Ahora, con los resultados de 2023 en la mano, esa indicación se ha mostrado acertada. Efectivamente, estamos ante un nuevo escenario definido por una característica de continuidad: el sector porcino sigue vendiendo mucho, y una característica diferenciadora, se vende mucho mejor, es decir, por más valor.

Tras varios años en los que el trabajo de nuestras empresas y profesionales han impulsado a este sector a vivir un gran crecimiento en producción y ventas, llevándolo a convertirse en un líder mundial, el porcino vive un proceso de reordenamiento de su estructura que tiene como objetivo una mejora en su eficiencia productiva.

El resultado es que nos mantenemos como un referente internacional al ser los segundos exportadores mundiales y primeros de la Unión Europea; y estar presentes en más de 130 países (111 mercados más los países de la UE), donde vendemos nuestros productos por un valor superior.

Esa confirmación de la apuesta por primar el valor frente al volumen, la calidad frente a la cantidad se sustenta en la comprobación de qué cifras han bajado o subido a lo largo de 2023.

En el primero de los casos, se ha reducido el censo ganadero un 1,9 %, hasta fijarse en 30,06 millones de animales; el número de granjas un 2,3 %, que ahora son 83.550; la carne producida un 2,9 %, al sumar 4,88 millones de toneladas; y el volumen exportado un 4,44 %, al vender en el exterior 2,80 millones de toneladas.

Por contra, se ha logrado una facturación histórica en el exterior al superarse por primera vez la frontera de los 9.000 millones de euros en el valor de las exportaciones (9.030) con una subida del 9,1%. Un resultado que ha llevado a otra cifra histórica, los 8.409,7 millones de saldo comercial positivo. Una cantidad que mantiene al porcino como el sector con el saldo comercial más importante del sistema agroalimentario español y lo refuerza en su condición de sector estratégico para la economía española.

Ese es el mejor ejemplo del crecimiento en valor que se genera con la apuesta de toda la cadena sectorial por la eficiencia productiva; la innovación; la economía circular; la creación de empleo; el bienestar animal; la bioseguridad; y la seguridad alimentaria.

El esfuerzo por crecer en volumen ha sido considerable durante muchos años, pero, una vez asentados con cimientos firmes en los mercados más importantes del mundo, el escenario ahora es otro, y las empresas porcinas lo han entendido a la perfección.

Trabajar mejor y generar más valor económico, social y medioambiental permite, además, adaptarse más ágilmente a condiciones externas como las exigencias regulatorias o las tensiones geopolíticas; y responder rápido y adecuadamente a las crecientes exigencias de los consumidores.

Por eso, desde INTERPORC valoramos muy positivamente esa estrategia por ser la más adecuada para mantener la deriva positiva que caracteriza al sector porcino de capa blanca en las últimas décadas.