^{Julián Corriá, presidente de la Asociación de Explotaciones Frigoríficas, Logística y Distribución de España (ALDEFE)}

Llevamos años soportando un coste desmedido de la electricidad porque la administración pública no nos considera “industria”, cuando reunimos todas las condiciones para serlo porque somos un sector estratégico para la conservación y exportación de alimentos, con siete millones de m³ de almacenes, con túneles de congelación que alcanzan unas 1.200 Tm/24 horas y la producción de hielo, tanto tradicional como en cubitos o escamas se cifra en torno a las 1.500 toneladas al día y mantenemos miles de puestos de trabajo. Me pregunto qué más se puede hacer para que se nos considere “industria”.

El coste de la energía eléctrica es vital para nuestra subsistencia. La factura eléctrica de una empresa dedicada al almacenamiento frigorífico representa en torno al 40% de su cuenta de explotación y, además, la fiscalidad ligada a la energía es altísima y estamos excluidos por CNAE de las ayudas en bonificación del Impuesto Eléctrico. Además, no conseguimos ayudas a la eficiencia energética de forma directa porque la Administración, insisto, no nos considera “industria”, cuando transportamos y almacenamos cada día miles de toneladas de alimentos y otros productos perecederos, que son prioritarios para el bienestar ciudadano.

En el transcurso de este año 2021 se ha incrementado el 35% en el importe total de la factura y a partir de junio 2021 los precios de los comúnmente llamados peajes han subido un 7% más en el importe final de la factura, respecto a la media de años anteriores.

Nuestras empresas asumen el 1 de junio un incremento de precios en las tarifas de los peajes que estaba previsto y ahora el mercado nos sorprende con nuevos incrementos que no estaban anunciados ni en el mercado energético ni en nuestra gestión empresarial y lo que es peor, es que no sabemos es hasta cuándo van a continuar.

El problema es muy grave para las empresas ya que se han cerrado contratos con clientes a un precio determinado y ahora los costes se incrementan sin que podamos repercutirlos en terceros, lo cual nos aboca a unas pérdidas que ponen en peligro las empresas y el empleo.

Por otra parte, la anunciada bajada temporal del IVA de la electricidad del 21% al 10%, es una medida populista que no beneficia en nada a las empresas mientras no baje de 45€ el Kw.

Reunión con la subdirección de energía eléctrica

En la reunión que mantuvimos recientemente en la subdirección general de energía eléctrica se nos indicó que los cambios normativos recientes buscaban que el impacto fuera neutro en la facturación, algo que, evidentemente, en nuestro caso no ha sido así. Explicamos las dificultades para ajustar la actividad frigorífica a la nueva realidad tarifaria y de periodos, dada la peculiaridad de nuestro sector 24/7 en 365 días anuales.

Expusimos que el perjuicio implicaba necesariamente un problema de competitividad empresarial muy importante y se solicitó que se contemplara algún tipo de bonificación en el coste energético (como lo que ya existe para algunos CNAEs sobre el impuesto eléctrico). La presencia de nuestro sector en las ayudas a la eficiencia energética supondría un incremento altísimo de la eficacia del sistema energético y de la descarbonización a nivel de toda España. También destacamos las dificultades que algunas empresas asociadas están teniendo en el proceso de cambio de potencias por parte de las distribuidoras y se nos ha asegurado que se está haciendo un seguimiento para facilitar estos trámites. Tengo que concluir que encontramos receptividad para solucionar este problema que nos acucia: a nosotros empresarios, a los trabajadores y a toda la sociedad en general que se beneficia del valor de este sector estratégico para el bienestar de los ciudadanos