CEPESCA: Una oportunidad perdida para adaptar la Política Pesquera Común a los desafíos del escenario actual
CEPESCA
23 de febrero, 2023
El paquete de medidas presentado el martes por la CE socava los principios de la PPC con políticas medioambientales desproporcionadas
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Los pescadores europeos, agrupados en Europêche, organización de la que forma parte la Confederación Española de Pesca (CEPESCA), consideran que la Política Pesquera Común (PPC), con una antigüedad de 40 años y reformada hace 10, no responde a las prioridades de la actividad pesquera europea y dispone de herramientas “obsoletas” para enfrentar los cambios rápidos y los retos globales actuales. A juicio de los pescadores, la PPC fue diseñada para un escenario anterior a la pandemia de Covid-19, la crisis energética, el Brexit o la recuperación de las poblaciones de peces de la Unión Europea (UE), que exigen “activar” maquinarias legislativas urgentemente, para lo que es necesario identificar las lagunas y carencias de las actuales herramientas políticas como paso necesario para tomar las decisiones correctas.
Así valora el sector el paquete de medidas de la Comisión Europea hecho público el martes, que consta de cuatro documentos principales: una evaluación de la PPC, una evaluación de la Organización Común de Mercados de los productos de la pesca y la acuicultura, un plan de acción para proteger y restaurar los ecosistemas marinos para una pesca sostenible y resiliente y una estrategia para la transición energética del sector pesquero de la UE.
Según Europêche, la PPC ha sido extremadamente eficaz en la recuperación de las poblaciones de peces (en 2018, se incrementó un 50% los niveles de abundancia respecto a los de 2010 y en 2020, la presión pesquera global en el Atlántico Nororiental tocó fondo en un mínimo histórico), pero no puede ser solo una herramienta para la protección de las poblaciones de peces. A juicio de los pescadores, debe ser más amplia para resolver los nuevos retos geopolíticos, climáticos y de gobernanza, y lamenta que no haga referencia a preocupaciones, tales como el "cambio climático", el "Brexit", el "Pacto Verde" o la crisis energética.
Igualmente, y según los pescadores, tampoco aborda las repercusiones del creciente número de áreas marinas protegidas, la expansión masiva de los emplazamientos de energías renovables en el mar, la seguridad alimentaria y la transición energética. Europêche alude además a la necesidad de reformar políticas mal concebidas como la obligación de desembarque o de abordar la dimensión social de la pesca.
Los pescadores europeos recuerdan que la UE depende cada vez más de los productos del mar importados de terceros países (70 % del consumo total), al tiempo que se reduce su capacidad pesquera (20.000 buques pesqueros menos que en 2008) y pierde acceso a caladeros de terceros países. A este respecto, y según Javier Garat, presidente de Europêche, “antes de ponerse en marcha planes de acción que reduzcan aún más la producción pesquera de la UE, debe haber una visión estratégica sobre la futura gobernanza y gestión de los océanos. Da la sensación –añade Garat–, de que la Comisión está poniendo el carro delante de los caballos".
Los pescadores europeos recuerdan al comisario de Pesca de la UE, Virginijus Sinkevičius, su compromiso de mantener el equilibrio entre los tres pilares de la sostenibilidad, no sólo la dimensión medioambiental, y de colmar las lagunas de la dimensión social de la PPC. En este sentido, los pescadores habrían esperado una acción enérgica para desarrollar políticas pesqueras en esa dirección, como la redefinición de la capacidad pesquera para permitir la mejora de las condiciones de trabajo, la seguridad y la eficiencia energética.
Europêche lamenta el hecho de que, al tiempo que no se muestra ninguna intención de reformar la PPC, la Comisión esté socavando esta legislación primaria al proponer legislación medioambiental secundaria (por ejemplo, la ley de restauración de la naturaleza) y planes de acción política que tienen un enorme impacto en la actividad regulada por la normativa básica de la PPC.
Según acaba diciendo Garat, “en la pesca hemos llegado a un punto en el que protección es sinónimo de exclusión e intentar convertir nuestros mares en santuarios marinos impactaría de forma notable en la deforestación y pérdida de biodiversidad en tierra. Los productos pesqueros –termina diciendo Garat–, son la fuente de proteínas más sana y respetuosa con el medio ambiente del planeta y por ello, suscribimos plenamente las críticas formuladas por la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA) en relación con el objetivo de eliminar progresivamente las artes de contacto de fondo, en el marco del plan de acción".
La pesca de fondo en la picota
Por otra parte, el plan de la Comisión Europea para eliminar gradualmente los artes móviles de fondo en el 30 % de las aguas de la UE supone el cumplimiento de los peores temores del sector pesquero europeo. A su juicio, este plan pone en riesgo el 25 % de la producción pesquera de la UE y la supervivencia de 7.000 buques que, además de aportar el 25 % de los desembarques europeos, generan el 38 % de los ingresos totales de la flota de la UE. “Esta política devastará comunidades pesqueras enteras de la Unión. Pero habrá un claro beneficiario: los arrastreros de fondo no pertenecientes a la UE. Estos buques aumentarán la exportación de productos del mar a la UE para llenar el vacío dejado por la flota de los países miembros y sin enfrentar ninguna de estas prohibiciones”, apunta Iván López Van der Veen, presidente de la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA) y miembro de la Junta Directiva de Cepesca.
El Plan de Acción de la CE forma parte de la Estrategia de Biodiversidad de la UE que establece el objetivo de proteger el 30 % de las aguas de la UE para 2030. En el documento, la CE instruye a los Estados miembros para que eliminen gradualmente los artes móviles de fondo en estas áreas marinas protegidas (AMP), manteniendo un papel de facilitador y seguidor del proceso.
Para justificar la prohibición, la CE explica que la compensación provendrá de la recuperación de las poblaciones de peces y del movimiento de especies comercialmente explotables de las AMP a otras zonas de pesca. Para la EBFA, “el único efecto que conocemos con certeza, también reconocido por la Comisión, es el desplazamiento del esfuerzo pesquero a otras zonas de pesca, lo que aumentará el consumo de combustible, la inaccesibilidad a las especies objetivo y las consecuencias no deseadas en la gestión de las pesquerías y zonas afectadas”, advierte López.
La CE también reconoce que la prohibición de los artes móviles de fondo en las AMP actuales (10 %) puede tener un impacto económico global de alrededor de 870 millones de euros al año. A juicio del sector, estos números deberían multiplicarse al menos por tres, ya que el área total cubierta por AMP en aguas de la UE aumentará del 10 % actual al 30 % para 2030. Estas cifras no incluyen el coste del desplazamiento ni el de sustituir la pérdida de proteínas marinas por otras fuentes.
EBFA se pregunta, además, cómo pretende utilizar la CE los fondos públicos para apoyar este proceso. ¿Será con planes de desmantelamiento de buques o para la transformación de embarcaciones? A juicio del sector, los costos y los impedimentos técnicos de cambiar de un arte a otro hacen que este enfoque sea inalcanzable. Por no hablar del derroche de dinero público en ciencia, gestión y selectividad si se prohíbe la pesca de arrastre de fondo.
Así mismo, la EBFA advierte de que la UE ya depende en gran medida de las importaciones de pescado blanco capturado por arrastreros de fondo de terceros países. Como recuerda López: “el 70 % de los productos del mar que se consumen en Europa son importados. El Plan de Acción solo aumentará la brecha de seguridad alimentaria (del mar) a favor de países como Rusia, cuya invasión despiadada de Ucrania se menciona explícitamente en el texto. No obstante, la UE aún permite la importación de productos pesqueros de este país sin restricciones, a diferencia de otros países occidentales, mientras adopta políticas, como el Plan de Acción, que solo aumentará nuestra dependencia de las importaciones de pescado de este país”.
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