Entrevista a José Ramón Benito
Presidente de AIFEC, Asociación Ibérica de Fabricantes de Etiquetas en Continuo
Revista Alimentaria.- ¿Cuándo nace AIFEC y cuáles son sus objetivos?
José Ramón Benito.- La Asociación Ibérica de Fabricantes de Etiquetas, AIFEC, fue fundada en el año 1992 como AFE y refundada en 1992 como ANFEC. En 2018, como resultado de un proceso de apertura a las empresas de etiquetas de Portugal, ANFEC cambió su nombre a AIFEC: Asociación Ibérica de Fabricantes de Etiquetas en Continuo y actualmente tiene 165 asociados.
AIFEC nació con el afán de convertirse en un referente en el sector y un apoyo fundamental para las empresas que trabajan en él. Nuestra misión es representar los intereses de la industria, promover nuestro sector y ser útiles para los miembros, siempre desde la transparencia y la participación.
AIFEC es una plataforma donde se coordinan esfuerzos, ya que estamos convencidos de que unidos somos más fuertes y de que trabajar en equipo es mejor que hacerlo de forma individual. Somos un vínculo de unión y defensa de nuestros intereses y el motor de cooperación, desarrollo y profesionalización de las empresas.
R. A.- ¿Qué tipo de empresas pueden asociarse y qué servicios les ofrecen?
J. R. B.- A la asociación pueden pertenecer los fabricantes de etiquetas en la forma de asociado de pleno derecho y también los proveedores del sector en la forma de socio colaborador.
Se ofrecen una diversidad de servicios de información, formación, networking y asesoramiento. Se realizan diversos estudios a lo largo del año, cursos técnicos sectoriales tanto presenciales como virtuales, el Congreso AIFEC, del que este año celebramos la XXIII edición, así como el encuentro con proveedores a final de año para fomentar las relaciones entre los asociados. A la vez, hay dos grupos de trabajo que desarrollan proyectos de profesionalización del sector, como es el grupo de Responsables de Calidad y el grupo de Próxima Generación.
En los últimos años se han creado dos importantes herramientas de mejora de la gestión de las empresas fabricantes de etiquetas, como son el sello de excelencia QAIFEC y la calculadora de la huella de carbono específica para las empresas de etiquetas.
R. A.- ¿Qué destacaría del XXII Congreso Anual de AIFEC celebrado en junio?
J. R. B.- Por un lado, la alta participación, con 225 asistentes, fue algo realmente alentador tras dos años sin vernos por motivo de la pandemia. Estuvimos especialmente emocionados de poder volver a reunirnos todos los profesionales del sector de etiquetas después de casi dos años y poder afrontar estos nuevos tiempos de una manera diferente y positiva. De hecho, este fue el otro gran éxito del evento, ya que el formato nos permitió reflexionar sobre las nuevas oportunidades que se nos abren de cara al futuro. También utilizamos nuevas herramientas de comunicación y escenificación durante el Congreso que lo hicieron más dinámico y vistoso, así como una app del evento que nos permitió estar más en contacto entre los asociados durante y después del evento.
R. A.- En cuanto a su sello Q AIFEC, ¿qué objetivos tienen por delante?
J. R. B.- Los objetivos de QAIFEC son promocionar y poner en práctica el respeto de los valores comunes de AIFEC; promover y promocionar asociados que deseen destacar su profesionalismo y saber hacer; y apoyar a los asociados en un proceso de mejora continua.
Y todo ello con una certificación independiente mediante una auditoría realizada por OCA Global. Nuestro principal objetivo es conseguir que se vayan certificando el máximo número de empresas. Esto permitirá, por un lado, elevar el nivel de calidad de las etiquetas y la profesionalización de las empresas del sector, dando una mejor respuesta a las necesidades de los clientes y el mercado; y por otro, dotar a la gestión del sello de más recursos para desarrollar un plan de comunicación del sector y las empresas del sello que permita informar al mercado, la administración y la opinión pública de manera adecuada sobre la importancia de las etiquetas en la Sociedad.
R. A.- ¿En qué asociaciones europeas y/o mundiales están integrada AIFEC?
J. R. B.- Tanto de manera institucional como de manera individual de empresa, nuestra referencia europea es FINAT. También es importante señalar que desde el año pasado AIFEC pertenece al Foro del Papel, que reúne a toda la cadena del papel y cartón a nivel de nuestro país y que nos permite estar más cerca de las administraciones de Madrid y Bruselas.
R. A.- ¿En qué cifras de fabricación nos encontramos actualmente?
J. R. B.- El sector facturó en 2021 cerca de 715 millones de euros, un 10% más respecto al año de la pandemia, cuando apenas cayó un 2%. En lo que llevamos de 2022, en el primer cuatrimestre el sector está creciendo cerca de un 6% en ventas y un 5% en metros cuadrados respecto al mismo cuatrimestre del año pasado.
R. A.- ¿Qué porcentaje de dicha producción se destina a productos de alimentación y bebidas?
J. R. B.- Estimamos que el 60% de nuestra producción va hacia ese sector.
R. A.- A nivel mundial, ¿cuál es la posición de España como fabricante de etiquetas?
J. R. B.- No tenemos un ranking internacional del sector, pero estimamos que España está entre los principales países europeos.
R. A.- ¿Cómo están impactando en el sector las subidas de precios de las materias primas, la energía, etc.?
J. R. B.- El buen comportamiento de la economía, y en consecuencia la demanda relativamente fuerte de etiquetas adhesivas a finales del año pasado se ha visto alterada durante este año por numerosos problemas: escasez de papel, paradas de líneas en plantas de fabricación de glassine, dificultades en el transporte marítimo de contenedores, larga huelga de trabajadores en el principal suministrador europeo de papel autoadhesivo... A esto se han unido las consecuencias de la guerra en Ucrania, que han supuesto que se haya disparado el precio de la energía.
De momento el sector está aguantando, como muestran los datos del primer cuatrimestre, y se espera que pueda seguir manteniéndose, siempre y cuando las medidas que se están tomando a nivel europeo y de nuestro país para contener la inflación y los precios y suministro de la energía permitan mantener la demanda de bienes de consumo.
R. A.- ¿Qué desafíos supone para los fabricantes de etiquetas trabajar para un sector como el agroalimentario?
J. R. B.- Trabajar con el sector agroalimentario supone invertir en modelos de gestión innovadores, basados en la máxima productividad y eficiencia, imponiendo el modelo de industria 4.0 con la automatización de procesos para dar el máximo de calidad y fiabilidad a un sector tan importante para el consumidor, ya que toda la información nutricional del producto alimentario reside en la etiqueta.
R. A.- ¿Cuáles son las ventajas que ofrecen las etiquetas en continuo para los envases alimentarios?
J. R. B.- Para los fabricantes de etiquetas es de vital importancia estar al día de las necesidades de la industria de alimentación, ya que se trata del medio de comunicación principal entre productor- consumidor.
Las etiquetas facilitan información sobre la composición, cantidad, procedencia, características o condiciones de conservación de los productos. Pero no solo eso: también son una herramienta de marketing para vender los productos en los lineales de las tiendas, y además son vitales para la trazabilidad de los alimentos. La trazabilidad permite realizar un seguimiento de los productos a lo largo de toda la cadena alimentaria, por lo que permite detectar y corregir posibles fallos desde la recepción de materias primas hasta la distribución a cliente final.
R. A.- ¿Qué cifras de reciclado se manejan para estas etiquetas?
J. R. B.- No tenemos una cifra oficial al respecto, pero sí podemos indicar que el sector está caminando de manera muy rápida hacia conseguir una circularidad de la fabricación de etiquetas, junto con los proveedores, que son claves en la fabricación de materiales más ecológicos. Algunos de estos tienen que ver con adhesivos sin siliconado, tintas con base agua y etiquetas linerless.
R. A.- ¿Cómo está trabajando el sector para reducir la cantidad de material en cada etiqueta?
J. R. B.- Más que reducción de material, como he comentado antes, el camino es ir hacia la ecoinnovación, con materiales cada vez con menos derivados del plástico.
R. A.- ¿AIFEC realiza actividades para informar a los consumidores sobre cuestiones de reciclaje?
J. R. B.- Desde el año pasado, AIFEC pertenece al Foro del Papel, desde donde se realizan campañas de información y concienciación hacia el consumidor sobre recuperación y reciclado de todos los tipos de papel.
R. A.- ¿Qué importancia tiene la I+D para seguir innovando en el etiquetado: etiquetas inteligentes, etc.?
J. R. B.- Este apartado es fundamental y no sólo desde el formato de la etiqueta sino también desde los materiales que dan soporte a su fabricación. Podemos hablar de tres líneas de I+D: materiales más ecológicos, modelos de gestión más automatizados y formatos de etiquetas que den respuesta a las necesidades del mercado.
R. A.- ¿Colaboran en algún proyecto de I+D a nivel de Asociación o es algo individual de cada asociado?
J. R. B.- Los proyectos a nivel asociativo se trabajan desde el Grupo de Responsables de Calidad de la asociación y de ahí han surgido los últimos: guía de buenas prácticas de fabricación, guía de defectos internos y su seguimiento a través de una monitorización anual, guía de seguridad alimentaria, guía de gestión agrupada de residuos, tabla de medición del impacto ambiental de materias primas, guía de implantación de la economía circular y la creación de una herramienta de medición de la huella de carbono de las empresas y los productos etiquetas que se fabrican. A nivel individual de las empresas hay múltiples ejemplos de la apuesta por este camino.
R. A.- Para finalizar, ¿cuáles son los retos que tiene AIFEC de cara a los próximos meses?
J. R. B.- Hay un reto a corto plazo que es la celebración del próximo Congreso en Marrakech, ya que supone la primera salida de nuestro evento de la península Ibérica por primera vez en su historia.
También es un reto el cierre de nuestro plan estratégico, con varios objetivos fundamentales: atraer al resto del sector a la asociación, ya que aunque actualmente AIFEC representa a un 75% del mercado de las etiquetas, el objetivo es llegar al 99% del mercado; acabar de dar forma a todo el proceso de plan formativo que se inició con mi legislatura, con cursos presenciales organizados por los dos grupos de trabajo de la asociación (el de Responsables de Calidad y el de Próxima Generación); e incidir en el apoyo a la internacionalización de las empresas del sector, no tanto desde el desarrollo de la exportación, sino desde el asesoramiento a la implantación en otros mercados vía compras o adquisiciones o vía consorcios internacionales, así como una mayor presencia y peso de AIFEC y el mercado español en la FINAT.
A medio plazo, AIFEC se enfrenta a un cambio generacional que debe formalizarse en la propia composición de la Junta Directiva que se renueva el año próximo y que deberá determinar los pasos de futuro de la asociación, y por tanto del sector, a través de un nuevo plan estratégico.