El 26 de febrero se celebró en Madrid una jornada para presentar los resultados del proyecto REBO2VINO, en el que durante 29 meses de trabajo se ha desarrollado un análisis del impacto y viabilidad de un sistema de reutilización de botellas de vidrio en el sector vitivinícola español para el canal HORECA, aplicando los principios propios de la economía circular.
REBO2VINO ha sido desarrollado por un Grupo Operativo de carácter supraautonómico (Madrid, Andalucía y Cataluña) liderado por la Federación Española del Vino (FEV) y con la participación de otras nueve entidades que representan a distintos eslabones de la cadena de valor del vino y del ciclo de vida del producto: Minsait (una compañía de Indra), Verallia Spain, González Byass, Familia Torres, Artica Ingeniería e Innovación (artica+i), la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático de ESCI-UPF, y, como socios colaboradores, la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC), Ecovidrio y Hostelería de España.
Los miembros del grupo operativo han elaborado un exhaustivo diagnóstico de barreras, limitaciones y oportunidades para dicho sistema de reutilización, planteando diversos escenarios y su impacto tanto desde un punto de vista medioambiental como económico y logístico.
El evento contó con la participación de la subdirectora general de Economía Circular en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Margarita Ruíz, quien abrió la jornada explicando el contexto normativo y los futuros desarrollos legislativos previstos en lo que respecta a la gestión de los envases en España y a nivel europeo.
Seguidamente, la subdirectora general y directora técnica de la Federación Española del Vino, Trinidad Márquez, presentó los objetivos del proyecto y un resumen de los trabajos realizados a lo largo de los 29 meses de ejecución.
Márquez explicó que decidieron abordar este proyecto “porque el nuevo real decreto y el reglamento europeo de envases están marcando una nueva hoja de ruta, un punto de inflexión importante a la hora de gestionar los envases, con nuevos retos y nuevos objetivos, entre ellos precisamente la reutilización de las botellas de vidrio. A día de hoy, no tenemos un sistema de reutilización implementado en el sector del vino, y queríamos saber si es viable, teniendo en cuenta las características de nuestro sector, que cuenta con un consumo muy deslocalizado del lugar de producción y está formado por bodegas de pequeño tamaño, para las que a veces es difícil hacer determinadas inversiones relacionadas con este tipo de proyectos”.
“Nuestra primera acción fue realizar un estudio de mercado que nos permitiera analizar cuáles son las barreras iniciales, qué iniciativas hay a nivel europeo con este objetivo, y sobre todo qué opinaban nuestras bodegas, si estaban predispuestas o no a utilizar determinado tipo de botellas reutilizadas, o qué información tenían respecto a la reutilización. A partir de aquí, hemos desarrollado dos pruebas piloto con dos vinos emblemáticos, Viña Sol y Tío Pepe, en dos regiones, Cataluña y Jerez”, continuó.
La responsable de FEV añadió además que “uno de los principales inconvenientes ha sido darnos cuenta de que no había infraestructuras de lavado en España para poder dar apoyo a este proyecto. Para ello tuvimos que apostar por una planta de lavado que hay en Cataluña, María Nutó, a la cual agradecemos su colaboración altruista en el proyecto”.
Por último, Trinidad Márquez recordó que “este modelo de reutilización sería siempre complementario al actual sistema de reciclaje, nunca alternativo. Tendrían que convivir ambos modelos, para aprovechar el esfuerzo en materia de reciclaje que las bodegas llevan haciendo durante muchos años”.
POOL DE BOTELLAS INDIVIDUAL FRENTE A POOL COMPARTIDO
A continuación, las representantes de la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático de ESCI-UPF, Alba Bala, directora ejecutiva, y Rosa Colomé, profesora e investigadora de Retail, Logística y Sostenibilidad en ESCI-UPF, explicaron detalladamente la herramienta de Análisis del Ciclo de Vida creada para conocer el impacto ambiental de la botella reutilizable y ayudar a las bodegas en la toma de decisiones.
Alba Bala destacó que “gracias a esta herramienta, las bodegas pueden comparar el impacto ambiental de utilizar un sistema de distribución de botellas de un solo uso, frente a un sistema reutilizable. A través de la FEV, esta herramienta está a disposición de las bodegas, que pueden hacer esta comparativa partiendo del volumen que quieran embotellar”.
“Hemos empleado esta herramienta en los dos proyectos piloto que hemos realizado” —detalló Bala— “y entre las conclusiones destaca la importancia de la logística inversa, que es la que más condiciona la viabilidad del sistema. Es decir, dónde se ubican las plantas que producen las botellas y dónde se ubican las plantas de lavado”.
“Hemos estudiado dos modelos de reutilización: pool individual, cada bodega dispone de sus propias botellas, las distribuye en el mercado y esas botellas tendrán que volver a esa bodega para volver a ser rellenadas; y pool compartido, la botella que una bodega pone en el mercado, la puede utilizar otra de las bodegas. El modelo de pool compartido nos permite reducir bastante las distancias de logística inversa”
“El pool individual no sería viable ni ambiental ni económicamente, por estas grandes distancias, pero el pool compartido sí, con una serie de condicionantes: que las distancias no superen los 220 kilómetros, y con un mínimo de 7 u 8 rotaciones”, aclaró la experta, que añadió que “si este sistema de reutilización se pone en marcha hay que tener en cuenta los costes de inversión: por un lado, los costes de creación de cada planta de lavado, que se estiman en 3-4 millones de euros, y por otro, los costes de las bodegas para adaptar su cadena, costes de etiquetado, almacenamiento, etc.”.
Tras esto, tuvo lugar la mesa redonda “La reutilización de botellas de vidrio en el sector del vino: aspectos clave y perspectivas de futuro”, en la que participaron Leonor Blázquez, responsable de Medio Ambiente y Sostenibilidad en González Byass; Josep María Ribas, director de Cambio Climático de Familia Torres; Sara Rodríguez, CSR & Communication Manager en Verallia; y Marcos Leyes, manager de sostenibilidad en Minsait, moderados por el director general de la FEV, José Luis Benítez.
Josep María Ribas, de Familia Torres, hizo hincapié en que “como bodega exportadora, nuestro punto de vista es que la reutilización pueda llegar a hacerse a escala europea, que se comparta un modelo único de botella que pueda utilizarse en España o en cualquier otro país a nivel europeo. Cuanto mayor sea el pool de botellas reutilizables, mayor será la eficacia del sistema”.
También se refirió al estudio de percepción del consumidor sobre las botellas reutilizables que se ha realizado en el marco del proyecto: “Se ha puesto de manifiesto que el consumidor que va a un restaurante y pide una botella de vino se fija sobre todo en el sabor, la denominación de origen y la relación calidad-precio, y la sostenibilidad la ve solamente como un plus. Pero si se le explica bien qué es una botella reutilizable, sí la va a preferir”.
Por otro lado, señaló que la reutilización también tiene un impacto a nivel estético, el scuffing, que es el desgaste que se produce cuando se reutiliza más de una vez una misma botella: “Hay ciertos consumidores que pueden considerar que esa botella y por tanto ese vino son de menor calidad, mientras que otros lo perciben como una marca de que es un vino más sostenible. Por eso, hace falta más pedagogía, explicar qué es la reutilización y por qué se produce ese scuffing, que también se puede ver en botellas de cerveza o de agua mineral, que ya se están reutilizando”.
Por su parte, Leonor Blázquez, de González Byass, destacó que “este proyecto nos ha enseñado que no podemos llevarlo a cabo solos, sino que necesitamos la colaboración de otras bodegas”.
“Hemos desarrollado el proyecto piloto en nuestra bodega de Jerez” —explicó Blázquez—, “con uno de nuestros vinos más reconocidos, Tío Pepe, en tres restaurantes de la zona. Uno de los principales retos que nos hemos encontrado es que el uso de la botella Reuse que ha desarrollado Verallia, las etiquetas de papel WashOff (que se pueden eliminar de forma más rápida y limpia que las etiquetas convencionales) y la caja reutilizable de plástico, ha supuesto un cambio de imagen total de nuestro producto Tío Pepe. A simple vista, la botella no se parece en nada a la botella que utilizamos, y por ello hemos tenido que realizar un esfuerzo enorme de concienciación y formación al personal de la restauración, para que pudieran a su vez explicárselo a los clientes”.
También señaló que “a la hora de encontrar una planta de lavado próxima a la bodega, no ha habido manera, porque al final en España casi no hay empresas independientes dedicadas al lavado de botellas. Hemos localizado dos, y las dos en el norte de España, una en Rioja y otra en San Sadurní. La distancia de la planta de lavado a Jerez, de más de mil kilómetros, en nuestro caso ha condicionado mucho el proyecto. Y luego, teniendo en cuenta que en el restaurante hay más variedad de vinos, no solamente Tío Pepe, aunque es uno de los que más se consumen, el ritmo de consumo solo nos ha permitido hacer dos ciclos de reutilización completos, frente a los cuatro o cinco que teníamos previsto conseguir”.
Marcos Leyes se centró en la aplicación para la gestión de la logística inversa que ha desarrollado Minsait: “El reto ha sido desarrollar una plataforma que permitiera recopilar grandes cantidades de datos de muchos agentes, crear data lakes y utilizarlos para modelizar”.
“Hemos realizado un estudio de ‘customer experience’, para entender las necesidades tecnológicas del proyecto de una forma holística, pero también desde el punto de vista de cada uno de los agentes implicados. Con ello, hemos logrado tener una fotografía muy precisa de las necesidades tecnológicas de todo el proceso”.
“La base de lo que hemos hecho desde Minsait ha sido el desarrollo de la aplicación de logística inversa, y lo que aporta valor añadido es el diseño que hemos elaborado, desde una perspectiva que es el levantamiento de la información (proceso de recopilar y medir datos). Estas tecnologías las necesitamos en dos estadios: en un estadio de viabilidad y luego a posteriori, cuando tengamos un proceso logístico a medio plazo, para garantizar la credibilidad de todo lo que hacemos. En estos dos aspectos, la clave es la trazabilidad, debemos garantizar la trazabilidad de las botellas y de los incidentes asociados a las botellas”.
“El sistema que hemos desarrollado ha tenido que ser perfectamente integrable con los sistemas actuales que utilizan las empresas. No puede ser de otra manera porque tenemos que hacer la vida lo más fácil posible a los agentes involucrados. Y ha sido clave generar espacios donde los agentes pudieran intercambiar información, porque en este proyecto la colaboración, como ya se ha dicho, es imprescindible. En definitiva, nuestro papel ha sido transformar datos en información de calidad para la toma de decisiones empresariales”.
Por último, Sara Rodríguez se refirió al papel de Verallia de diseñar la botella reutilizable empleada en el proyecto: “Al comienzo del proyecto, ambas bodegas acordaron que era mejor tener una única botella. La botella que hemos desarrollado está a caballo de una borgoña y una bordelesa, para que pudiera cubrir al mayor número de bodegas posible; pesa solo 430 gramos, por lo que es sostenible pero también es lo suficientemente robusta para darle numerosas vidas; es de color Verde AV, que tiene doble mensaje: verde, porque es el símbolo de la sostenibilidad, y porque este color en concreto lo producimos en Verallia con un porcentaje de calcín (vidrio reciclado) del 80 %; y tiene grabada la palabra “Reuse”, ya que desde el inicio se pensó que este proyecto pudiera extrapolarse a Europa. Sometimos la botella a numerosas pruebas, de choque térmico, resistencia mecánica, etc., lo cual garantiza los ciclos de vida necesarios para el proyecto”.
La jornada concluyó con la intervención de la directora general de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Isabel Bombal, quien destacó el buen resultado de la colaboración público-privada a través de grupos operativos como el que ha permitido el desarrollo del proyecto REBO2VINO.
REBO2VINO ha contado con una ayuda de 563.721,90€ financiada íntegramente por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) de la Unión Europea, en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2022, con fondos procedentes del Instrumento de Recuperación Europeo (EU Next Generation).