El último Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias es contundente: los conflictos, las crisis económicas favorecidas por el Covid, la guerra en Ucrania y los fenómenos meteorológicos extremos están incrementando el hambre aguda y la desnutrición en el mundo. De hecho, el número de personas que sufren hambre y desnutrición es el más alto de los últimos siete años. Según el citado informe, en 2022, alrededor de 258 millones de personas en 58 países enfrentaron altos niveles de inseguridad alimentaria aguda que requirieron asistencia urgente.

El informe es compilado por la Red Global contra las Crisis Alimentarias, una alianza de actores humanitarios y de desarrollo que trabajan para ayudar a enfrentar las crisis alimentarias. El primero fue publicado en 2016, y la actual es la cifra más alta desde entonces. Además, una proporción del 22,7 % de la población analizada se vio afectada, que también es el porcentaje más alto desde la fecha.

La situación sigue siendo grave en las principales zonas de conflicto, especialmente en la República Democrática del Congo, con 26,4 millones de personas afectadas por altos niveles de inseguridad alimentaria aguda; Sudán del Sur, con 7,7 millones, y Yemen, con 17,4. El número de países donde el conflicto/inseguridad fue el principal impulsor de la inseguridad alimentaria aguda pasó de 24 a 19 entre 2021 y 2022.

Los fenómenos meteorológicos extremos y las crisis económicas han provocado un aumento de la inseguridad alimentaria aguda en países como Haití, Pakistán y Zimbabwe. El número de países en los que las crisis económicas se consideraban el principal impulsor de la inseguridad alimentaria pasó de 21 países en 2021 a 27 países en 2022. Los extremos climáticos se han convertido en el principal impulsor en 12 países en 2022, frente a 8 en 2021.

Según el informe, la República Democrática del Congo, Etiopía, Nigeria, Afganistán, Yemen, Myanmar, Siria, Sudán, Ucrania y Pakistán son los 10 países más hambrientos del mundo. Juntos representan más del 60 % de la población total afectada por altos niveles de inseguridad alimentaria aguda, según los análisis y la evidencia proporcionados por iniciativas de múltiples socios sobre evaluación de la seguridad alimentaria, como la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), el Cadre Harmonisé (CH) y otras métricas equivalentes.

El informe también identifica el número de niños menores de cinco años que sufren desnutrición aguda. En 2022, en los 32 países donde se disponía de datos, alrededor de 35 millones de niños menores de 5 años sufrían de desnutrición aguda, de los cuales 9,2 millones estaban gravemente emaciados y necesitaban tratamiento urgente.

Proyecciones de inseguridad alimentaria aguda para 2023

El Informe Mundial sobre la Crisis Alimentaria 2023 ha analizado las proyecciones disponibles para 38 de los 58 países o territorios en marzo de 2023. A partir de ese análisis, el informe concluye que hasta 153,3 millones de personas de la población estudiada experimentarán altos niveles de inseguridad alimentaria aguda a lo largo de este año.

Las crisis económicas serán el principal impulsor de la inseguridad alimentaria aguda en 22 de los países para los que se dispone de estimaciones para 2023. Los conflictos y los extremos climáticos serán el principal impulsor en 10 y 6 países, respectivamente.

Apoyo del CCI al análisis de datos y la inteligencia

La Red Mundial contra las Crisis Alimentarias sigue de cerca la situación y trabaja para proporcionar datos, análisis e inteligencia sobre el impacto de los conflictos, las crisis económicas y los fenómenos meteorológicos extremos en la seguridad alimentaria y la nutrición.

El Centro Común de Investigación (CCI) forma parte del equipo técnico que analiza los datos del informe cada año, así como del Comité Superior. También proporciona apoyo técnico y de asesoramiento a los marcos de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) y Cadre Harmonisé (CH) y se convirtió en miembro del Comité Directivo de la Red de Información sobre Seguridad Alimentaria (FSIN) en 2023.

Este año, dada la naturaleza sin precedentes de la crisis, crear una mejor comprensión de los impactos de la guerra de Rusia en Ucrania en el suministro mundial de alimentos e insumos agrícolas y el impacto climático y económico en los medios de vida de los hogares vulnerables es de suma importancia y urgencia.

El CCI contribuyó a la sección del informe relativa a Ucrania con información basada en los exámenes de conocimientos realizados en este ámbito, el boletín MARS, y en un reciente documento de investigación elaborado conjuntamente por el Banco Mundial, el CCI, la Universidad Técnica Nacional de Ucrania y el Instituto Ucraniano de Investigaciones Espaciales.

Acerca de la Red Mundial contra las Crisis Alimentarias

Lanzada por la Unión Europea, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en 2016, la Red Mundial contra las Crisis Alimentarias busca vincular, integrar y guiar mejor las iniciativas, asociaciones, programas y procesos de políticas existentes para abordar las causas profundas de las crisis alimentarias.

El CCI publicó el primer Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias en 2016 en colaboración con la entonces Dirección General de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Comisión Europea, ahora Asociaciones Internacionales.

Desde entonces, el informe anual se ha convertido en una iniciativa internacional de múltiples asociados en el marco de la Red Mundial contra las Crisis Alimentarias y es su publicación insignia.

Hoy, el Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias 2023 es el resultado de una evaluación conjunta y basada en el consenso de las situaciones de inseguridad alimentaria aguda en todo el mundo realizada por 16 organizaciones asociadas.

Acción de la UE

La UE invierte en la búsqueda de soluciones sostenibles, a medio y largo plazo para los retos de la seguridad alimentaria, al tiempo que presta ayuda de emergencia a las personas que se enfrentan a crisis humanitarias. Promovemos sistemas alimentarios sostenibles y resilientes y apoyamos la autonomía estratégica de nuestros países socios.

Junto con los Estados miembros, la UE ha movilizado casi 18.000 millones de euros para ayudar a los países socios a hacer frente a la crisis alimentaria mundial hasta 2024. Ya se han desembolsado casi 7000 millones en 2022. La UE ha puesto en marcha iniciativas específicas para impulsar la producción local de alimentos y reducir la dependencia de las importaciones insostenibles.

Además, apoyan activamente la Zona de Libre Comercio Continental Africana para mejorar el comercio agroalimentario intrarregional.