Cristina Portal Basurco.

“Un proceso de certificación robusto y riguroso puede confirmar la veracidad de las declaraciones acerca de la sostenibilidad de los alimentos”

Revista Alimentaria

7 de mayo, 2024

Para ello es necesario realizar auditorías que sigan esquemas definidos por auditores competentes y calificados de modo específico para cada ámbito



Cristina Portal Basurco
Food & Beverage Sales Manager en DNV Iberia

 

Revista Alimentaria.- En un contexto marcado por la transición ecológica, ¿cuál está siendo el impacto de la sostenibilidad en las normas vinculadas con la industria alimentaria?

Cristina Portal Basurco.- La industria alimentaria lleva modelando su estrategia sostenible estas últimas décadas para permitir el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la Agenda 2030, y como respuesta a un consumidor cada vez más concienciado sobre los aspectos sociales y medioambientales relacionados con la producción de alimentos.

Este contexto se refleja en la iniciativa GFSI (Global Food Safety Iniciative), con la creciente inclusión de aspectos relacionados con la sostenibilidad de los mentos en los esquemas que reconoce (BRCGS, IFS o FSSC22000), con especial atención a evitar el desperdicio alimentario, teniendo en cuenta que lo menos sostenible en una sociedad es perder alimentos que podrían alimentar a la población.

Al margen de esta evolución de esquemas en el ámbito de la iniciativa GFSI, no podemos obviar la evolución de esquemas reconocidos por la iniciativa Global de Sostenibilidad en la Cadena de suministro (SSCI), que surge de modo similar a la iniciativa GFSI para, entre otras funciones, reconocer esquemas dentro del ámbito sostenible, como pueden ser BRCGS ETRS o FSSC24000 (en fase de reconocimiento actualmente).

Ambas iniciativas (GFSI y SSCI) vienen soportadas por la globalidad del “Consumer Goods Forum”, representado por más de 400 compañías fabricantes de alimentos que, conocedoras de la evolución de las exigencias del mercado, marcan los requisitos y estándares reconocidos que responderán con garantía a estas tendencias que, como venimos señalando, se están orientando de modo relevante hacia las cuestiones con impacto en la sostenibilidad.

 

R. A.- ¿Qué normativas o certificaciones existen actualmente para trabajar aspectos como el desperdicio alimentario o la economía circular?

C. P. B.- En el ámbito del desperdicio alimentario, la fundación FSSC (Food Safety System Certification) publicó en abril de 2023 su nueva versión FSSCV 6 para apoyar a las organizaciones en el cumplimiento de los ODS. Este esquema de certificación incluye una cláusula (2.5.1.6) sobre la PDA aplicable a todas las categorías de la cadena alimentaria en la que determina que las organizaciones deben poner en marcha una estrategia para reducir la pérdida y desperdicio alimentario (PDA) tanto dentro de la organización como en su cadena de suministro relacionada. Esto supone poner en marcha sistemas de control efectivos que cumplan la legislación vigente y garanticen la seguridad alimentaria.

De este modo el esquema FSSC se convierte en el primer referencial de seguridad alimentaria reconocido por GFSI, que introduce de modo claro exigencias dentro del ámbito de la sostenibilidad, siendo esperable que el resto de esquemas GFSI equivalentes repliquen este tipo de requisitos en próximas revisiones.

Dentro del ámbito de la economía circular, el esquema ISCC (Estándar de Certificación Internacional de Sostenibilidad y Carbono), concretamente el estándar ISCC PLUS, facilita el cumplimiento de la Ley 7/22 al garantizar la sostenibilidad de procesos de suministro y producción mediante el aprovechamiento de sus residuos. Este esquema incluye las materias primas de base biológica (productos agrícolas o forestales entre otros), pero también las materias primas circulares (como los residuos y reciclados), lo cual adquiere especial relevancia en el sector de fabricantes de plásticos y piensos compuestos, con gran generación de residuos/reciclados.

 

R. A.- ¿Cómo pueden las empresas del sector estar preparadas para hacer frente a las nuevas certificaciones sostenibles vinculadas con la cadena de custodia, como el RSPO o el estándar de CoC de MSC?

C. P. B.- El perfil del consumidor en las últimas décadas ha evolucionado hacia una mayor sensibilización social y medioambiental. Los hábitos de consumo han cambiado, y los consumidores se preocupan cada vez más por el impacto en la sostenibilidad de aspectos relacionados con la elaboración y obtención del alimento, lo que condiciona su decisión a la hora de seleccionar un producto en el lineal del supermercado.

Esta tendencia marca las exigencias de garantía de veracidad del origen sostenible de los alimentos, lo que supondrá que las organizaciones apuesten por estos productos y pongan en marcha sistemáticas de control de proveedores, balance de masas, buenas prácticas, formación al personal, etc. Estos controles permitirán custodiar de forma eficaz los productos de origen sostenible durante todos los procesos desarrollados por la organización, evitando errores en los procesos, mezclados, ubicación, almacenamiento, etiquetado, etc. que pudieran poner en riesgo la entrega íntegra al consumidor (que está dispuesto a pagar un valor añadido por el producto).

Esta garantía de custodia de un origen sostenible tiene gran demanda en estos últimos tiempos. Es fundamental que los sistemas de gestión definidos por las empresas estén verificados por una entidad independiente que ponga en valor su eficacia para cumplir con los diferentes estándares en torno a orígenes sostenibles. Algún ejemplo de ellos son los relacionados con una producción agrícola sostenible, como el estándar RSPO- supply chain certification system (certificación de origen de palma sostenible) o GLOBAL G.A.P CoC (certificación de producción agrícola Global GAP); con una gestión forestal sostenible, como los estándares FSC/ PEFC; o con la pesca o la acuicultura sostenible, como los estándares MSC CoC o ASC CoC.

 

R. A.- ¿Cuáles son los beneficios de certificarse en sostenibilidad a través de entidades independientes para las marcas, productores y proveedores vinculados a la alimentación?

C. P. B.- La creciente concienciación del consumidor por la sostenibilidad de los alimentos enfatiza el riesgo de que ciertas organizaciones pretendan sacar ventajas competitivas practicando el “greenwashing”, una forma de engaño al consumidor que consiste en vender como sostenibles productos que no los son (y aprovecharse de la voluntad del consumidor de elegir o pagar más por productos sostenibles).

La certificación en el ámbito de la sostenibilidad, como en otros ámbitos, es una forma de frenar este riesgo. Mediante un proceso de certificación robusto y riguroso, con auditorías realizadas siguiendo esquemas definidos por auditores competentes y calificados de modo específico para el ámbito auditado, se puede confirmar y confiar en la veracidad de las declaraciones realizadas por las organizaciones certificadas en el ámbito de la sostenibilidad de los alimentos, sacando así del entorno confiable de proveedores-productores-consumidores a las organizaciones fraudulentas.

 

R. A.- ¿Cómo la certificación sostenible podría ayudar a las empresas a elevar también sus estándares de Calidad y Seguridad Alimentaria?

C. P. B.- Los protocolos reconocidos por la iniciativa GFSI ponen su foco en la garantía de autenticidad, legalidad y seguridad alimentaria. Bajo este enfoque pueden integrarse los principios de sostenibilidad, ya que suponen en sí un aporte a la autenticidad del alimento: los métodos sostenibles de obtención/ extracción contribuyen a aumentar la propia calidad nutricional/ sensorial del alimento en la mayoría de los casos y cumplen de modo pleno los requisitos legales y de necesaria inocuidad del alimento.

De este modo, podemos afirmar que las cuestiones con impacto en la sostenibilidad no solo pueden sino que deben integrarse por parte de las empresas en la implementación de estos estándares de certificación de calidad – seguridad alimentaria reconocidos por la iniciativa GFSI. Estos pueden servir particularmente para responder a requisitos sostenibles definidos en algunos esquemas (Ej: desperdicio alimentario en el Esquema FSSC22000) y de forma global contribuyen a consolidar la autenticidad y el valor añadido de los alimentos producidos bajo el alcance de la certificación.

(Entrevista publicada en el número 552 de Revista Alimentaria).


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