Un equipo internacional, en el que participan investigadores del Área de Ecología de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, pone de manifiesto que los paisajes adehesados del suroeste de la Península Ibérica atraen buitres leonados, procedentes de toda España y Francia. Los resultados constatan que tanto la ganadería extensiva como las prácticas tradicionales son las que más benefician al equilibrio de los ecosistemas y la conservación de la vida.
Los buitres leonados adultos que anidan en colonias desde Andalucía a los Pirineos franceses acaban encontrándose en las dehesas del suroeste de España, donde acuden tras realizar viajes de ida y vuelta, en ocasiones, superiores a los 1.500 kilómetros. Así lo revela un estudio recientemente publicado en la revista Scientific Reports, liderado desde la Estación Biológica de Doñana (CSIC) y en el que participan, también, investigadores del IREC-CSIC, así como de las universidades españolas Miguel Hernández de Elche, Sevilla, Pablo de Olavide, Lleida y de la Basque Research and Technology Alliance. El equipo también ha contado con la colaboración de investigadores franceses de la Universidad de Montpellier y el Parc National des Pyrénées.
El buitre leonado es, por su tamaño y abundancia, la especie que tiene un papel preponderante en el mantenimiento de servicios ecosistémicos clave como la eliminación de restos de ganadería a coste cero para los dueños de las explotaciones.
Los investigadores siguieron los movimientos de más de cien buitres leonados adultos mediante GPS, lo que lo convierte en el proyecto de ecología sobre el movimiento de aves carroñeras más ambicioso de Europa. El trabajo, que recopiló más de 142 millones de localizaciones, muestra cómo los individuos son capaces de viajar a cientos de kilómetros para asentarse durante periodos de tiempo variable en áreas de Extremadura, Castilla la Mancha y Andalucía occidental y después volver a sus colonias de origen.
El punto clave es que buitres de las cinco áreas estudiadas (Pirineo francés, Pirineo Catalán, valle del Ebro, Cazorla y Cádiz) han viajado a la misma zona del suroeste de Iberia. Lo que determina esta atracción es la existencia de dehesas, ambientes donde se intercalan arbolado propiamente adehesado, pastizales, cultivos y monte mediterráneo, son extremadamente ricos en biodiversidad y poseen recursos alimenticios diversos, abundantes y atractivos. Ello se debe a la gran cabaña ganadera extensiva y a que los propietarios de las explotaciones, en muchos casos, deja los animales muertos a disposición de las aves gracias a las nuevas normativas sanitarias más permisivas. Por otro lado, las poblaciones de ungulados salvajes (ciervos y jabalíes) han aumentado en las sierras mediterráneas.
El estudio concluye que las dehesas son ejemplos de cómo economías humanas tradicionales favorecen el mantenimiento de la biodiversidad y de procesos ecológicos complejos que pueden ser clave para mantener funciones y servicios dentro de los ecosistemas.
Referencia:
Delgado-González, A. et al. (2022). Apex scavengers from different European populations converge at threatened savannah landscapes. Scientific Reports 12, https://doi.org/10.1038/s41598-022-06436-9