El mejillón cebra (Dreissena polymorpha) es una especie invasora que afecta al funcionamiento de la redes de abastecimiento de agua, tanto para la población urbana y rural como para el uso agrícola y ganadero. Además, es una clara amenaza para la biodiversidad.

Se trata de un molusco bivalvo de agua dulce, no comestible, que proviene de los mares Caspio y Negro. En España se tiene constancia de la primera colonización en 1982 en el río Llobregat, pero no es hasta 2001 cuando ya se considera especie invasora. Su expansión es generalizada en todas aquellas comunidades de Riegos del Alto Aragón (Huesca) que se suministran con agua procedente del Embalse de La Sotonera (Huesca).

Se calcula que unas 65.286 hectáreas de regadío, unas 38.400 mediante aspersión y 18.700 en proceso de modernización, están afectadas por el mejillón cebra en el ámbito de esta Comunidad de Regantes. En un plazo máximo de unos cinco años se prevé que esta plaga se expanda a las 135.000 hectáreas que configuran todo su sistema regable.

Supone un enorme problema ecológico y económico, ya que pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos medioambientales establecidos por la Directiva Marco de Agua (2000/60/CE) y cuando irrumpe en un medio expande múltiples patógenos que le acompañan.

En concreto, afecta a las infraestructuras hidráulicas: su presencia masiva obtura captaciones y conducciones de agua al fijarse sin dificultad en paredes y fondos de depósitos, rejas, tuberías, etc. Sus consecuencias son problemas de funcionamiento en instalaciones de abastecimientos, industrias, infraestructuras de riegos y de centrales hidroeléctricas o en sistemas de refrigeración de centrales térmicas y nucleares, además de gastos adicionales por actuaciones de limpieza y control.

Para enfrentarse a todos estos problemas, nace el proyecto Irrizeb -”Programa integral para el control y mitigación del impacto de la plaga de mejillón cebra en sistemas de regadío”, que busca una solución integral para equilibrar el coste económico de los tratamientos, la fiabilidad de sus resultados y la convivencia con la especie invasora a largo plazo sin comprometer el futuro de las instalaciones de riego y minimizando el efecto sobre el medio ambiente.

Irrizeb está formado por cuatro socios: la Comunidad General de Riegos del Alto Aragón, las empresas OX-CTA y STF Filtros, y una Administración Pública, la Confederación Hidrográfica del Ebro. Además, participarán tres centros de investigación: CITA-Aragón, EEAD-CSIC y la Universidad de Lleida.

Este proyecto está enmarcado dentro de los Proyectos de Cooperación entre agentes del sector agroalimentario incluido dentro del PDR de Aragón 2014-2020, y cuenta con financiación del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y del Gobierno de Aragón.

El pasado mes de noviembre se presentaron los primeros resultados del trabajo conjunto de todos los socios, que es pionero en su enfoque.

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