Seguir apostando por la modernización del regadío es imprescindible para poder cumplir el reto que supondrá alimentar a una población que alcanzará los 9.500 millones de personas en 2050. Esta ha sido la principal conclusión de la jornada ‘Sostenibilidad en los usos agrícolas del agua’, organizada recientemente por el Consejo de Colegios Oficiales de Ingenieros Agrícolas en el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA).

Tras la inauguración, a cargo de Esperanza de Orellana, Directora General de Desarrollo Rural y Política Forestal del MAPAMA, y Javier Lorén, presidente del Consejo de Ingenieros Agrícolas, ha intervenido Jaime Lamo de Espinosa, ministro de Agricultura en el periodo 1978-1981 y catedrático emérito de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Lamo de Espinosa ha defendido que solamente "el regadío y una agricultura climáticamente inteligente" pueden lograr aumentar los rendimientos de la tierra, por lo que ha reclamado un Pacto de Estado del Agua, “que deje al margen cuestiones políticas o territoriales para enfocarse en las necesidades de todos los ciudadanos mediante la interconexión de cuencas”.

Por su parte, Joaquín Rodríguez Chaparro, Director General de la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA), ha afirmado que la modernización del regadío en España ha permitido que de 2001 a 2016 la producción agraria haya pasado del 56% a 67% sobre la total. En consecuencia, la exportación hortofrutícola española ha llegado a los 12,8 millones de toneladas y sus beneficios se han duplicado. En paralelo, el volumen de agua utilizado en agricultura se ha reducido en un 15% en solo 10 años. Para Rodríguez Chaparro: “La mejor manera de sacar partido a la modernización de regadíos es invertir en técnicos, porque los mejores resultados parten de proyectos en los que se hace un adecuado manejo del agua”.

A continuación, Alejandro Pérez Pastor, Vicerrector de Innovación y Empresa de la Universidad Politécnica de Cartagena, ha presentado el proyecto Life+ Irriman, que persigue alcanzar un ahorro de hasta el 30% en distintos cultivos, de agua, energía y emisiones de dióxido de carbono, para lo cual cuenta con un presupuesto de cerca de 1,8 millones de euros.

José Luis Moreu, catedrático de Derecho de la Universidad de Zaragoza, ha analizado la difícil distinción que existe entre las aguas privadas y públicas.

La jornada ha concluido con la mesa redonda titulada ‘Con el agua hay que mojarse’, en la que han participado representantes del MAPAMA, la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (FENACORE), SEO/BirdLife en Aragón, la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), e IGEVAL. José Eugenio Naranjo, Subdirector de Regadíos y Economía del Agua del MAPAMA, se ha encargado de clausurar el encuentro.

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