El agua es un ingrediente indispensable para la elaboración de la cerveza, constituyendo alrededor del 90% de su composición. La cantidad y la variedad de sus sales y minerales afectan las características de la cerveza, como el sabor y la formación de la espuma. Esto explica la variedad de clases de cervezas en el mundo. Por ejemplo, el alto contenido de carbonatos del agua de Múnich (Alemania), favorece las clases de cerveza lager oscura, y el agua dura – alto contenido de minerales - de Dublín (Irlanda), beneficia la elaboración de una perfecta cerveza negra. 

 

Dow Water and Process Solutions ofrece tecnologías avanzadas - ultrafiltración, ósmosis inversa y resinas de intercambio iónico - que ayudan a que los alimentos y bebidas tengan mejor sabor. En el caso de la cerveza, sus tecnologías de ósmosis inversa eliminan los minerales y crean una oportunidad totalmente nueva, permitiendo a los cerveceros la posibilidad de controlar el sabor, la calidad y la composición de la cerveza. Esto hace posible la elaboración de cualquier clase de cerveza en cualquier lugar del mundo consiguiendo, por ejemplo, que una cerveza lager local tenga el mismo sabor tanto en Alemania como en España.